La ruta de hoy por su belleza, era otra de las que más ganas
había de realizar dentro del grupo. Se había hablado mucho entre todos los
componentes de la belleza que encerraba dicha ruta, dado que había sido
multitud de fotos vistas en montones de páginas, en las cuales daban a conocer
la hermosura de dicho lugar.
Por eso a las siete y media de la mañana, quedábamos para
salir de la plaza de Huertas, lugar acostumbrado de salida. Hoy la verdad que
hemos sido muchos en ir a la ruta y eso, la verdad que alegra a los que
habitualmente hacemos todas las rutas. Ver como antiguos componentes del grupo
vuelven a venir con nosotros, nos anima a seguir con este proyecto y a seguir
buscando lugares de nuestra provincia para visitar y andar.
Hoy el grupo se hacía internacional, dado que nos acompañaba
nuestra amiga alemana, Karin, la cual se ha pegado un buen madrugón, solo para
acompañarnos. La debemos una visita a su lugar de morada, y probablemente sea
una de las próximas rutas que hagamos, en la localidad de Ben querencia.
Después de esperar a algún rezagado que la noche anterior se
había estado pegando con el despertador, hemos partido hasta la localidad de
Serradilla, donde comenzaba la ruta que teníamos hoy como objetivo de andar.
Guiados por varios GPS nos poníamos en camino, a pesar de
que seguimos teniendo costumbre dentro del grupo, de preguntar a los habitantes
de la zona con los cuales nos encontramos, por donde quedan los lugares por
donde comienzan las rutas.
Después de aclararnos por donde debíamos de empezar, nos
hemos adentrado en el pleno corazón del parque de Monfrague. Los primeros kilómetros
de la ruta la verdad que son un poco monótonos, dado que transcurren por
caminos muy anchos por donde pasan coches muy a menudo. Lo mejor era mirar al
frente y ver las vistas que nos deparaban las rocas desgastadas por el paso del
tiempo, lugar donde se encuentra la Garganta.
Antes de eso, hemos podido aprovecharnos de un bonito
mirador, desde donde se podían apreciar los primeros buitres que se empezaban a
desperezar. Más adelante, nos topamos con un puente muy bonito, con un nombre un
poco peculiar, dado que es femenino. Así un cartel anuncia el nombre de “La
puente”, no se a que será debido eso. Después de hacer multitud de fotos, hemos
continuado por una cuesta hasta la famosa Garganta, lugar en donde daban ganas
de quedarse a vivir para siempre. Un ruido ensordecedor nos daba la bienvenida
a unos cuantos componentes del grupo, otros, optaron por coger una trocha y les
ha costado por lo menos al secretario, mojarse los pies. Mira que le habíamos avisado
de los peligros que corría al dejar nuestra compañía, pero no sirve querer…. Jejeje
Allí en la garganta hemos aprovechado para comernos nuestro
famoso tente en pie. En un merendero justo adosado a la garganta, era el lugar idóneo
para dicho cometido. Pocas veces tienes la oportunidad de estar comiendo un
muerdo de pan, con un paisaje de esta hermosura.
Una vez recogido todos los “pingos” nuestros y alguna basura
más que yacía con anterioridad en dicho lugar, nos hemos puesto de nuevo en
marcha. Gracias a nuestra amiga Karin, hemos cambiado la ruta que teníamos pensado
hacer, y girando bruscamente a la derecha, hemos subido por un sendero
espectacular hasta la cima, justo encima de la famosa garganta. Desde allí las
vistas eran espectaculares y los afortunados propietarios de cámaras buenas,
han disfrutado como niños con zapatos nuevos haciendo cientos de fotos.
Una vez degustada las ya famosas latas de bebida energética,
hemos continuado dirección Serradilla. Un sendero precioso que transcurre, por
entre rocas de todo tipo de tamaño. Los buitres nos acompañaban, incluso hemos
podido divisar una pareja de alimoches, aunque algunos integrantes del grupo,
les sonaban a chino dichos pájaros.
Después de subir una pequeña cuesta, llegábamos a una
encrucijada de caminos. Desde donde arrancan varias rutas más, que por cierto están
bien señalizadas y se pueden hacer en fechas posteriores. Apuntadas quedan.
Una vez alcanzado el pueblo, era de obligado cumplimiento el
visitar la iglesia donde se encuentra el Cristo de la Victoria. Una talla
espectacular encuadrado en un retablo impresionante. Una de las joyas de la
vieja Extremadura que el día de hoy, el grupo de amigos de Huertas anda ya, ha
realizado.
Muy contentos volvíamos por la carretera, rumbo a Huertas de
Animas, los diecisiete componentes de la ruta de hoy. Con la sensación de ser
unos privilegiados al haber podido ver en directo, uno de los lugares más
hermosos de nuestra tierra, la cual sigo pensando que no tenemos ni idea de lo
que encierra entre sus antiguos pueblos y que gracias a esta iniciativa, vamos
poco a poco conociendo y divulgando a los cuatro vientos.
Hasta el domingo en Almoharin.
Un poco de relax tras los temas tratados en los dos capítulos anteriores.
ResponderEliminarLa 3ª foto, un cielo espectacular, así como todo el campo en general. Da gusto verlo así. Lógica la buena afluencia que tenéis en las marchas.
Ánimos, que sois de Ánimas.