La vida siempre se compone de casualidades, palabra esta que
muchos optan por unirla a otra palabra llamada suerte. Luego existe para muchos
la mala suerte y la buena suerte, pero nadie dice buena casualidad o mala
casualidad.
El caso es que este domingo pasado un buen amigo mío se topó
con una de estas casualidades que hemos dicho que existen en el día a día. El
destino quiso que una desgracia muy grande, le ocurriera solamente a él. Cientos
de vehículos habían pasado ese día por ese punto de la carretera. Incluso
segundos antes del fatal desenlace, un par de vehículos se cruzaron con mi amigo,
sin que nada les ocurriera a ellos. La casualidad esperaba agazapada en forma
de personas mayores, a que mi colega pasara con su coche, camino de hacer un
favor a alguien.
Cientos de preguntas recorren a día de hoy su cabeza. Su
mente no estaba en la conversación que hoy hemos mantenido. Lógico y normal por
otra parte. Sin querer agobiarle le dejaba que se desahogara contándome lo que
desde el domingo por la noche hasta hoy mismo, ha contado mas de mil veces. Y todavía
esa pregunta recorre su mente. ¿Por qué a mí?
En sus ojos húmedos, se notaba el dolor de un buen chaval,
trabajador y amigo de sus amigos. Un emprendedor de los que en los tiempos que
corren casi no existen. Jóvenes autónomos que se tienen que desvivir por sus
noveles negocios, los cuales se ven negros para sacar adelante. Vas con buena
fe a echar una mano a un cliente y te topas con esto. Y otra vez se volvía a
preguntar ¿Por qué a mí? Como si yo tuviera esa respuesta a su pregunta, me
miraba como quien mira a cualquier cosa.
Ni te imaginas lo que es eso. Mira que he tenido algún golpe
antes con algún que otro coche, nada de importancia, pero esto, sobre pasa todo
lo que yo me hubiera podido imaginar. Y es que cierro los ojos y les veo en mi
luna delantera. ¿Por qué a mí?
No los vi, ni siquiera me podía imaginar que nadie pudiera
cruzar la carretera por ese lugar. Si hubiera sido algún animal, no te hubiera
cogido desprevenido, incluso te lo puedes esperar. Pero dos personas, sin nada
reflectante y en este lugar, ¿Quién se lo puede esperar?
Otra vez sus ojos se volvían a humedecer y yo no me atrevía
a romper el silencio que se había hecho entre los dos. Un trago a mi café y el removía
lentamente con la cuchara su manzanilla. Pero su mente no estaba en aquel vaso,
estaba claro en lo que seguía pensando. ¡Que casualidad macho! Me volvía a
decir. Y si hubiera tardado cinco minutos más en pasar, no me hubiera pasado a mí.
Y si hubiera dicho que no a mi cliente, no hubiera pasado por allí. Otra vez se
hacia el silencio entre los dos. Es una situación en la que no sabes como
actuar, si le agobias mucho dándole ánimos, le estorbas, si no le dices nada,
te ignora y llega un momento en el que se cree que esta allí solo, volviendo a
menear la manzanilla que en ningún momento ha llegado a probar.
No duermo desde el domingo, ahora voy al medico a ver que me
dice. Haces bien, le contesto, cuéntale todo lo que ocurrió y ya veras como te
quedas mejor. Lo que necesita es un psicólogo pensaba yo en ese momento, espero
que su médico de cabecera sea capaz de animarle un poco.
No me atrevo a dejarle así sin mas, pero debo irme, pienso
que en el fondo ni sabe que esta hablando conmigo. De pronto sus ojos húmedos
me miran y de sus labios secos salen más palabras de dolor. La mujer esta muy
jodida también, le han operado dos veces y tiene mala pinta. Lo mas seguro es…
no es capaz de acabar la frase, su voz entre cortada deja de salir de su boca. Las
lágrimas vuelven a aflorar en sus ojos. Tu no tienes la culpa amigo, le podía
haber pasado a cualquiera, le digo dándole una palmada en la espalda. Si, me
contesta el, pero me ha pasado a mi.
Las casualidades están siempre ahí. Luego existe una cosa
llamada suerte que se divide en dos partes, la mala y la buena. Pero no dejan
de ser casualidades también del destino, que a veces es caprichoso y hace un
poco mas dura la vida, a gente humilde y trabajadora que en estos casos, salen también
mal parados sin tener culpa ninguna de las imprudencias que mas de una vez en
la vida, todos hemos cometido.
Mucha fuerza amigo y que sepas que estoy aquí para lo que te
haga falta. Un abrazo.
Yo pase 10minutos antes ,ni siquiera los vi andando por la carretera,m podia haber pasado a mi o a cualquiera,ANIMO MANE!!
ResponderEliminarAnimo MANE toda la gente esta contigo
ResponderEliminarYo yegue justo cuando le pasó y se me cayó el alma al suelo al ver a Mane como estava!! Y pense que los podia haber atropellado yo! Muxisimo animo Mane!
ResponderEliminarMane muxo animo,sto nos podia haber pasado a cualkiera.Un abrazo
ResponderEliminarÁnimo mane, todos estamos contigo.......nos podia haber pasado a cualquiera, tienes k levantarte.
ResponderEliminarMane de todo corazon muchisiimo animo... las cosas pasan y no hay que darlas mas vueltas...nos podía haber pasado a cualquiera...de verdad mucho animo...tienes que ser fuerte aunque entiendo que son momentos muy duros...ANIMO CHAVAL!!!!!!
ResponderEliminarMucho animo!! Nos podia haber pasado a cualquiera!!hay que levantarse y mirar para alante!!debe ser un palo enorme pero hay que seguir!!todos te apoyamos!!animo!!
ResponderEliminarMane mucha fuerza, a cualquiera nos pod4ia haber pasado. Un abrazo
ResponderEliminarfuerza toda la fuerza del mundo ,
ResponderEliminarNadie quiere que pasen esas cosas, pero ay veces en la vida que pasan,siempre pensamos en la victima, pero yo me pregunto quien es la victima? porque el siniestrado lo es, pero la persona que lo hizo, yo creo que es tambien victima y mas que victima, presa de su conciencia, que eso es lo malo, que la gente te puede apoyar, pero tu, no te lo puedes quitar de la mente.yo te deseo mucha suerte y animo
ResponderEliminarÁnimo Mane le podría haber pasado a cualquiera, se fuerte y a seguir hacia delante, estamos todos contigo.
ResponderEliminarAnimo Mane, el tiempo hará que lo vayas superando y tu no tienes la culpa de nada, tu conciencia muy tranquila y aunque es muy fácil decirlo "apretando y to palante". Todos estamos contigo.
ResponderEliminarConozco a Mane desde que éramos niños y siempre ha sido un chico normal y trabajador, desde el sureste de España te mando muchísimo ánimo. Madroñera está contigo!!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo amigo,
ResponderEliminarAnimo Mane desde Aldeacentenera ,
ResponderEliminarTodo el ánimo del mundo desde la Aldea. Estamos contigo amigo.
ResponderEliminarÁnimo MANÉ!!! Todos estamos contigo desde aldeacentenera.
ResponderEliminarAnimo mane todos estamos contigo desde Aldeacentenera y Madroñeraa
ResponderEliminarDesde el Puerto de Santa Cruz mucho ánimo. Te dejo esta frase amigo:
ResponderEliminar"Para triunfar en la vida, no es importante llegar el primero. Para triunfar simplemente hay que llegar, levantándose cada vez que se cae en el camino. Cada fracaso supone un capítulo más en la historia de nuestra vida y una lección que nos ayuda a crecer. No te dejes desanimar por los fracasos. Aprende de ellos, y sigue adelante."
Todo Madrid también está contigo Mane, muchisimo animo y a tirar pa' lante.
ResponderEliminarMane estamos contigo desde Aldecentenera. Estas cosas pasan y no tienes la culpa. Esos señores cometieron una imprudencia pasando por donde no debian sin chalecos reflectantes.
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