Precisamente ese día mientras estaba comiendo lo escucho en el telediario, "un empresario Madrileño es secuestrado y robado en solo tres horas", joder, le dijo a su mujer, fíjate ese, en tres horas le han "limpiado" la cartilla, menos mal que por aquí esas cosas no pasan, bueno, de momento.
Se despidió de su mujer y se montó en su furgoneta, tenia que volver a su taller para seguir trabajando, solo paraba hora y media a comer, hacia poco que había puesto el negocio y tenia que hacer muchas horas para captar clientela, que como estaba la cosa era imprescindible para seguir con el negocio.
Se dedicaba a la mecánica en general, tenia otros dos obreros con el, la verdad que no se podía quejar de como le iba hasta el momento la cosa.
El taller le tenia en el polígono del pueblo, había logrado quedarse con una parcela y poco a poco ha hecho una nave para realizar su trabajo, ya la tenia casi acabada, solo le faltaba algún remate.
Todas las tardes antes de meter mano solía parar en el bar del polígono a tomarse un café, era una costumbre que hacia muchos años había adquirido, aunque ahora con el no poder fumar dentro del bar, no le hacia demasiada ilusión tomarse el café allí, prefería hacerlo en casa, pero aquel día no tenia café preparado su mujer y decidió parar en el bar.
Aparcó donde siempre, detrás del bar buscando la sombra, era principio de verano y los coches cogían una temperatura elevada al sol, se dio cuenta de que a su lado había aparcado un Audi, era nuevo y le llamo la atención, de quien será? se preguntó. Se bajo de su furgoneta y cerró la puerta con llave, nunca tenia costumbre de hacerlo, pero aquel día al ver la noticia aquella en el telediario le impulsó a echar la llave; justo en ese momento sintió un fuerte golpe en la cabeza, sentía que se mareaba y que se caía al suelo, pero justo antes de caerse, dos hombres le cogieron por los brazos y le introdujeron en el Audi.
_ ¿Donde tienes la cartera? le preguntaron.
El, todavía un poco grogui no supo que responder, en ese momento sintió un fuerte puñetazo en la nariz, en un momento empezó a manar sangre y se dio cuenta de que le tenían que haber partido el tabique nasal, no era normal que un puñetazo en la nariz te hiciera sangrar tanto.
¿Donde tienes la cartera? le volvieron a preguntar.
Esta vez al ver que iban en serio, señalo a su furgoneta, y murmuro alguna palabra que los delincuentes no entendieron; así que uno de ellos le volvió a meter otro puñetazo, esta vez en el estomago, fue tan fuerte que le hizo vomitar lo que había comido, el conductor del coche empezó a maldecir como le estaban poniendo el coche, entre la sangre y ahora los vómitos.
Uno de los tres delincuentes fue a su furgoneta y extrajo la cartera de la guantera, en ella había 50 euros y dos tarjetas.
!!Esto es lo que tienes?? Le preguntaron.
El, asintió con la cabeza !si! es todo lo que tengo.
En ese momento le volvieron a dar otro fuerte puñetazo en la nariz, "dejarme ya en paz " fue capaz de pronunciar entre quejidos, pensaba que aquello era el final de su vida, esos matones no se andaban con "chiquitas" uno de ellos llevaba un puño americano con el cual le había partido la nariz y quien sabe donde mas tenia pensado de sacudirle.
_Ahora vamos a ir a un cajero y nos vas a decir la contraseña de tu tarjeta, si quieres seguir con vida!!! Le propusieron.
El solo era capaz de asentir con la cabeza, pero esta vez fue capaz de decirlos:
_No me se el numero, lo juro!!!
_Francisco!! le dijo el conductor a uno de los de atrás, !!mátalo!!
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CONTINUARÀ
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