Capitulo 33: La edad de Cristo.

El titulo va con segundas intenciones y según le acabo de escribir, me viene a la cabeza otra historia mas de las muchas que tenemos vividas.

Quiero deciros que os estáis acostumbrando muy mal, puesto que ahora tengo tiempo de escribir (por desgracia), y me da tiempo a currarme las historias un poco mas, seguro que habrá días que no escriba por que no tenga tiempo o no tenga ganas, recordad que este blog era pa hablar de las inquietudes que iba a tener a la hora de dejar de fumar y ya llevamos unos días que ni lo mencionamos, sera buena señal digo yo. Pues eso, que no me crucifiqueis el día que no escriba, aunque la verdad que el primero que se esta martirizando con el blog soy yo, que si no escribo algo no estoy agusto.

Bueno, el tema de hoy hace ya bastantes años también que sucedió, de pequeños era costumbre que nuestras madres nos mandaran a misa todos los domingos, aunque alguno de los amigos fuimos monaguillos e íbamos a misa de 8 que era en la iglesia del Colegio y luego repetíamos en la Iglesia actual a las 12, (yo creo que con las que me chupe, tengo ganado el cielo ya, jejejej) solo por el vicio de tocar las campanas y cuando vivía Don Amador siempre nos daba alguna peseta el día que pasábamos el cesto y veía el que había sacado algo mas de lo que se esperaba, claro, pero esto lo dejaremos pa otra historia.

La de hoy, ya sucedió con el cura actual (Don José), y fue todo debido al vicio de coleccionar aquellos cromos que salían en las bolsas de pipas del "un,dos,tres", que cuando rellenabas el álbum te daban algún balón, alguna calabaza de juguete, si, la "Ruperta" era la que salia en el programa o algo por el estilo, la verdad que nunca se rellenaba del todo, siempre te faltaba algún cromo para acabar la colección.

La bolsa de pipas valía 5 pesetas y recuerdo lo mala que estaban, encima eran saladas, así que se te ponían los labios como a uno de Mozambique....

Pues con el vicio de los cromos no esperábamos a que se acabara la misa, antes de entrar ya pasábamos por en "ca" Valentín y nos gastábamos los 5 duros que nos daban en bolsas de pipas, solo por ver los cromos.

Joder, "le tengo repe", decías al abrir una bolsa y ver el cromo, si alguno de tus amigos no le tenia, intentabas cambiarle por otro que tu no tuvieras, aunque como he dicho antes, no se pa que, siempre nos faltaba el mismo cromo a todos.

Cogías la primera bolsa y la vaciabas en el bolsillo después de coger el cromo y a continuación abrías la segunda repitiendo el mismo ritual, así hasta que abrías las cinco bolsas que habías comprado.

Cuando desfilábamos para la iglesia, llevábamos todos los bolsillos hasta arriba de pipas, al llegar siempre nos subíamos al coro, donde se ponían los que no hacíamos ni caso a lo que decía el cura, y eso que mi madre mas de una vez me decía para que fuera a Misa y no hiciera novillos, estate atento que te voy a preguntar de que iba hoy el Evangélio !!!! así que era el único rato de la Misa que atendía un poco.

Todos sabemos que en Misa no se podían comer pipas, pero quien era el guapo que se aguantaba sin probarlas con el bolsillo lleno ?? pues os lo digo yo, nadie; cuando empezó el primero a comer pipas los demás le seguimos intentando hacer el mínimo ruido posible, para que nadie nos pudiera reñir por comerlas. Mas de una vez "Pepe el cura" decía, !!A ver los del coro!! que se callen!!! ninguno sospechábamos de que aunque estaba lejos el cura, nos estaba controlando como comíamos pipas...

Las cascaras alguno se las guardaba en el otro bolsillo pero la mayoría las tirábamos detrás del ultimo banco que pegaba a la pared, en el cual estábamos sentados, allí creíamos que nadie las vería (que ilusos).

Empezó el cura a dar la Comunión y ya sabíamos que quedaba poca Misa, ya te empezabas a poner un poco nervioso y alguno se encaminaba ya a las escaleras del coro, allí esperábamos a la frase que mas ganas teníamos de escuchar "Podéis ir en Paz", aunque aquel día nos salio el tiro por la culata, en vez de decir esa frase el cura, tosió primero........ Oremos !!!!!!

Todos de pie

Antes de marcharse, los que están en el coro que se esperen un momento, tengo que decirles un recado !!!!!

Mare mía !!! se nos cayeron los palos del sombraje !!! un recado ??? nos mirábamos unos a otros.

Nos habrá visto comer pipas ?? nos preguntábamos.

Como lo sabíamos ya !!!!

El cura pronuncio la frase que estábamos esperando aunque no nos sirviera de nada aquel día, la gente se empezó a ir de la iglesia y allí estábamos nosotros solos en el coro, esperando a que llegara el cura a darnos el recado.

La verdad que no tardo ni un minuto en quitarse los "aperos" de dar Misa y en menos que canta un gallo ya estaba allí en el coro.

A ver, quienes eran los que estaban comiendo pipas ?? pregunto "Pepe".

Nadie contesto,

Venga, si habéis estado toda la Misa comiendo, que creéis, que no os he escuchado ??

Yo no se nada de pipas, Pepe, le dijo uno, yo tampoco, le contestamos alguno mas...

El sabia que las cascaras estaban en algún lado, y no hacia nada mas que mirar por todo el coro, menos detrás del banco ( no se si todavía existe) era como una escalera con 5 o 6 peldaños , blanco, que estaba pegado a la pared, aunque era grande, se podía mover; y eso hizo el cura, le empujo hacia adelante y descubrió el pastel !!!!

Como teníamos aquello de cascaras, tenia que haber cerca de un saco !!!

El cura según vio el estercolero que teníamos allí de cascaras apretó los dientes pa no decir alguna barbaridad (jejejej), se dio la vuelta hacia nosotros y bastante enfadado nos mando a por los cepillos y los recogedores, además de decirnos también que subiéramos las fregonas.....

Quedamos el coro mas limpio que una patena, las escaleras del coro y la zona que esta debajo del coro (siempre llamada de los hombres) también, no barrimos y fregamos la Iglesia entera por que ya le dijimos que eran las 2 y que nos teníamos que ir a comer, por que era la hora que nos habían dicho nuestras madres.....

Menuda tupa de cepillo y fregona, quedamos bien escarmentados aquel día de no volver a comer pipas en la iglesia.

Nunca podremos olvidar las pipas del "un dos tres".