Capitulo 44: Algo màs que un Santo.

Hoy me he atrevido a sacar mi vena literaria y he publicado una historia que me acabo de inventar,si algunos esperabais otra cosa por ser el dia que es......os habeis equivocado de blog........(jejejejeje) cada uno que la coja por donde quiera, pero bien podía ser un hecho real, mas de uno lo pensara para sus adentros.
A ver que os parece y decirme si valgo pa esto o sigo con la paleta y el martillo, por supuesto se lo dedico a mi parienta, que menos que esto, no ??? jejejejejej

Jonàs estaba muy enamorado, aunque en realidad, el no sabia lo que era eso puesto que solo tenia diez años, pero cada vez que Laura se arrimaba a el para jugar, el sentía un cosquilleo que le recorría todo el cuerpo, se imaginaba que eso seria el amor.
Un día como hoy de hace ya muchos años, Jonàs decidió que tenia que regalarle algo a Laura, aunque ella no sentía por entonces ninguna atracción sobre Jonàs, pero el se sentía en la oblación de hacerlo. Jonàs no tenia nada de dinero para comprar el regalo así que estuvo pensando en conseguir algo que no le costara nada; en la televisión veía que regalar flores ese día quedaba muy bien, así que después del recreo no volvió a su clase, cogió su mochila y se encamino rumbo a unos jardines que todos los días veía al pasar en el autobús camino del colegio, después de estudiar un rato el sitio mejor para saltar, decidió hacerlo por donde menos le podrían ver, cuando estuvo encima de la pared se dio cuenta que la tenían sembrada de cristales rotos con la intención del que se atreviera a saltar por allí se cortara con ellos, estuvo a punto de desistir en su intento, pero le vino a su memoria la cara de su amiga Laura y eso le hizo ser mas fuerte.

El salto fue muy grande el que tuvo que pegar para no cortarse, aunque no lo consiguió del todo y un hilo de sangre le empezó a brotar de un brazo, se había cortado, no era muy profunda la herida, pero no paraba de sangrarle, por suerte llevaba un pañuelo en el bolsillo que se lió al brazo haciéndose un torniquete, la sangre paro por momentos de brotar y levanto la cabeza para ver las flores que podía cortar. Su mirada se fijo rápidamente en unas rosas blancas que vio a lo lejos, se encamino hacia ellas y logro cortar media docena, luego vio otras flores que no sabia su nombre pero el color era muy llamativo, eran lilas o por lo menos el color se les parecía, acabo de completar el ramo con unos jazmines de un color amarillo intenso, que bonito le había quedado el ramo.

Se tenia que dar prisa puesto que tenia que volver al colegio justo antes de que Laura saliera de clase y se montara en el autobús, ahora lo difícil era buscar un sitio por donde saltar para la calle, la pared por dentro era muy alta y con la herida del brazo sus fuerzas iban escaseando, vio un rincón por donde podía intentarlo pero justo en ese momento escucho los ladridos de un perro que se encaminaba hacia el con intenciones de morderle, corrió mas deprisa que nunca hacia la pared y antes de poder pegar el salto sintió como algo le pellizcaba en el culo, si, había sido el perro que había logrado hincarle un colmillo y un par de dientes mas en su trasero.
El no soltó el ramo y antes de poder quejarse por el muerdo, pego un salto y logro salir del jardín, con su ramo en la mano.
Ya en la calle sintió como le entraba aire por la culera, se dio la vuelta y pudo ver como sus pantalones estaban rotos por el muerdo del perro, se acordó de su madre en ese momento, cuando viera los pantalones no le iba a librar nadie de las ostias...... se quito el chaleco y se le ato a la cintura para que nadie pudiera ver el roto, en esos momentos le empezó a doler el trasero, se toco y vio como sus dedos se habían llenado de sangre, joder, pensó, lo que me faltaba ya. Pregunto la hora a un señor que pasaba por allí de paseo y le contesto que eran las dos menos cuarto, que tarde, pensó antes de darle las gracias al señor, las flores las metió en la mochila puesto que le daba un poco de vergüenza que le vieran con ellas, comenzo a correr como pudo para llegar al autobús antes de las dos. Justo al llegar vio como Laura ya se había montado, sintió pena puesto que el se lo quería dar antes de montar, dentro del autobús le iba a dar mas vergüenza.....

Las fuerzas le empezaban a escasear, había perdido mucha sangre por el corte en el brazo y también por el muerdo del perro, como pudo subió al autobús y saco las flores de la mochila, no estaban tan vigorosas pero le dio igual, se encamino hacia donde Laura estaba sentada y justo al darle el ramo Jonàs se desmayo, Laura en un principio creyó que lo estaba haciendo de broma, pero al ver que el no reaccionaba, todos los que estaban allí sentados al lado de Laura empezaron a gritar muy asustados, el conductor del autobús logro despertarle a Jonàs, le pregunto que le pasaba y el sin abrir la boca le señalo su brazo, el conductor asustado por la sangre que le manaba del brazo llamo a la ambulancia que tardo menos de 5 minutos en llegar al lugar. Tras hacer una cura rápida y un torniquete le trasladaron al hospital, el autobús emprendió su marcha para el pueblo a dejar a los niños en sus casas, Laura estaba todavía asustada, no se podía creer lo que le había pasado a su amigo Jonàs, las flores no le hicieron mucha gracia, estaban todas bastantes lacias y un poco manchadas de sangre, sin embargo logro rescatar a la mayoría del ramo, se lo acurruco sobre su pecho y empezó a pedir a Dios que a su amigo no le pasara nada................

Hoy, veinte años después, Jonàs vive con sus padres después de haber estado casado 3 años con Laura, la cual vive con un chico que a conocido por Internet junto con la hija que tuvo con Jonàs, pero cada vez que llega SanValentin, en cada uno de sus adentros, Jonàs y Laura siempre recuerdan la historia del ramo de flores y solo pueden sonreír al recordar ese día, aunque bien es verdad que Laura en estos momentos sonrìe mas que Jonàs.................... que por cierto, todavia tiene las marcas del muerdo del perro y la cicatriz en el brazo.