jueves, 14 de marzo de 2013

Capitulo 451: No joden, pero atormentan.




Así decía un vecino de mi pueblo cada vez que jugando a las cartas, juntaba el rey y el caballo del mismo palo en lo que pintaba. Si lograba hacer baza decía en alto: “las cuarenta, que no joden pero atormentan”.
Esto mismo llevado a la vida puede suponer algo parecido. Cantar o cumplir cuarenta quizás no joda, pero puede llegar a atormentar, aunque eso vaya en cada mente. En mi caso concreto no soy de los que le joda seguir cumpliendo, aunque cuando uno cambia de década, es cierto que cuesta asimilar el nuevo dígito. Quizás fue más duro el paso de la veintena a la treintena, ese cambio si me dolió bastante más, ahora, no preguntéis el porqué.

Cuando somos pequeños vivimos solo deseando que llegue nuestro cumpleaños. Según vas creciendo tu objetivo son los dieciocho, parece que si no los tienes, te falta algo por descubrir. Una vez que los pasas de largo y sigues acumulando años, ya no te hace ninguna gracia que llegue el día de tu aniversario. Si eres mujer, según los estudios realizados, todavía gusta menos dicha celebración. Esto es muy relativo, y seguro que habrá de todo, mujeres que les importe un pimiento cumplir años y hombres que se molesten mucho cuando les preguntan su edad.

Hoy en día con las redes sociales de por medio, da gusto dar a conocer el día de tu onomástica. A todo el mundo le gusta que le feliciten desde cualquier lado de la península e incluso, si tienes la suerte de tener amigos también fuera de ella. Así hoy me han llegado felicitaciones desde Rusia, Venezuela, México, Alemania, Inglaterra…etc. Además de las felicitaciones de tus amigos de siempre, muchos de ellos, repartidos por toda España. También los vecinos y paisanos se han acordado de tan señalado día para mí.
Hoy hace cuarenta años que un conductor con poca experiencia, manejaba un seat seiscientos de color blanco. En el a su lado, iba la mujer con la que hacia menos de un año que había contraído matrimonio. Con las aguas rotas y con verdaderos síntomas de parto, le decía al conductor que acelerara todo lo que pudiera que aquel niño, no nacía en el hospital.

Al final llegué al mundo dentro de dicho hospital, éramos de los primeros bebés que empezábamos a nacer fuera del pueblo. Anteriormente todos nacían en sus casas, pero al llegar los primeros vehículos al pueblo, la distancia con el hospital de Cáceres dejó de ser un impedimento. Hoy cuando te cuentan nuestros mayores aquellos nacimientos, te resulta difícil de creer.

Pues nada, solo quería dar las gracias desde mi blog a todos los que me habéis felicitado por mi cumpleaños. Esperemos seguir muchos más años cumpliendo y escribiendo, eso sin duda alguna será buena señal.
Y ahora como decía un buen amigo, estáis todos invitados a lo que queráis y por supuesto, que cada uno pague lo suyo…

1 comentario:

  1. Pues nada, me uno a todos los que te han felicitado y espero que para el siguiente, las cosas hayan mejorado en todos los ámbitos.
    Un saludo.

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Capítulo 1.021: Finde de las tres "S"

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