martes, 5 de marzo de 2013

Capitulo 445: Tenemos lo que nos merecemos.







Después de la implantación de las nuevas señales de tráfico en Huertas de Ánimas, no hay otro tema de conversación por las calles, comercios y bares. Gente que aunque cueste trabajo de creer, no se habían llegado a enterar que se preparaba dicho cambio. A pesar de las nuevas tecnologías, periódicos y televisiones locales, que lo habían anunciado a bombo y platillo.

Sin duda alguna dicho cambio supone un trastorno para todos los ciudadanos y en especial, para los transportistas, que acostumbrados a su ruta de reparto, no les queda más remedio que dar un giro radical a su forma de repartir, puesto que la dirección impuesta en la actualidad, es totalmente opuesta a la que estaba anteriormente.

Los vecinos echan peste por sus bocas. Unos se preguntan porque dicho cambio, a la mayoría no les parece que sea necesario, cuando toda la vida la calle Nicolás Parejo, ha sido de doble dirección. Prácticamente sin ningún accidente a lo largo de los años y aunque era un fastidio tener que dar marcha atrás al encontrarte con algún vehículo, el que más y el que menos estaba acostumbrado a hacerlo.

Las últimas conversaciones que se pueden escuchar por el pueblo, cargan duramente contra la asociación de vecinos, a la cual tildan de actuar en el total de los silencios posibles. Ser muy conformistas y sobre todo conservadores. Dando igual quien nos esté gobernando. Además de estar totalmente anticuados, dada la cantidad de mecanismos cibernéticos que existen, para informar al pueblo de todo lo que se traen entre manos.

Ellos seguramente que no estén de acuerdo con estas acusaciones, y seguro que se agarraran a que son muy pocos los vecinos implicados en dicha asociación, cosa en la que seguramente tengan razón, pero también deberían de mirar y estudiar por qué ocurre eso. Quizás en dicha asociación debiera de entrar gente más joven, gente nueva con novedosas ideas y ser menos conformistas de lo que son ahora. No podemos estar toda la vida conformándonos con las migajas, aunque seguramente no haya otra probabilidad. Pero siendo un poco más rebeldes, seguro que no se lo pondrían tan fácil a nuestros políticos y en vez de venir a Huertas a por los votos, se actuaría de una forma más consensuada por todos.

El caso es que la implantación de dichas señales, lejos de dividir al pueblo, unos a favor y otros en contra, ha hecho rebelarse a la mayoría y nadie de los que he consultado hasta la fecha, está de acuerdo con dicha actuación.

A mí la verdad que me molesta mucho la actuación de los que solo critican cuando las cosas están ya hechas. Cuando ya no hay marcha atrás y sobre todo, cuando menos hacen falta dichas críticas. A lo mejor si la asociación de vecinos tuviera su página en Facebook y colgara todo lo referente a la actualidad que ocurre en el pueblo, tendría más colaboradores, aunque solo fuera para opinar, criticar o lo que fuere. En los años que vivimos no podemos quedarnos encajonados en épocas primitivas.

A los vecinos de Huertas les diría lo que se dice en estos casos, “Ajo y agua”, a joderse y aguantarse y sobre todo tener memoria, que luego cuando vienen a por nuestros votos, estos detalles se nos escapan de la memoria a todos. No me gusta el conformismo que existe en el pueblo, el cual hace años se caracterizaba por ser un poco rebelde. No sé qué nos ha hecho cambiar, pero me preocupan mucho estos detalles. No hace falta nada más que darse una vuelta por el pueblo, andar si eras capaz, por la mayoría de sus calles llenas de baches. Pasearse por el antiguo cuartel, convertido en el museo del ladrillo, sin saber hasta cuándo. Ver la suciedad que hay por todas las calles, cordeles y callejas y luego, seria cuando podríamos empezar a hablar, no solo al ver cuatro señales de tráfico puestas. Hay cosas más importantes por las que quejarse y rebelarse, aunque esta última palabra en Huertas, últimamente suene a chino.

Sin duda alguna, “tenemos lo que nos merecemos”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Capítulo 1.021: Finde de las tres "S"

  Santoña, Santander, Santillana del Mar. Nos volvimos a poner en carretera cuatro meses después de haber hecho el anterior viaje a Portugal...