Estos días atrás, salía en todos los medios informativos de
nuestra comunidad, el último estudio que se había hecho en cuestión de
comunidades seguras, donde menos delitos de cualquier tipo se cometían. Todos
nuestros mandatarios se felicitaban por ser la comunidad número uno, (por lo
menos en eso) por segundo año consecutivo, en donde se habían producido menos
denuncias delictivas.
Sabiendo el número de habitantes que hay en Extremadura,
pues no es tan raro obtener dicho título honorífico. Pero lo que no recoge dicho
estudio, son los delitos menores que se producen y no se denuncian. Quizás
porque lo substraído no merezca la pena si quiera el denunciarlo. Menos aun,
sabiendo cómo se han puesto los costes en temas judiciales, que como todas las
cosas que hace este gobierno, poco a poco lo van haciendo para que solo puedan
hacer uso de ellas, quien maneja dinero.
Así en temas de robos de poca monta, nadie denuncia y esos
robos no son contados en dicho título. Por ejemplo el que tiene un huerto y le
roban tres cebollas y cuatro lechugas, no se molesta en denunciarlo. Lo único que
puede hacer es acordarse de los muertos de quien le ha robado. Otros dueños de
cercas y corrales en las afueras de los pueblos, sufren numerosos robos
pequeños entre comillas, puesto que a nadie le gusta que le quiten nada. Puedo
poner numerosos ejemplos y todos seguramente que conoceréis a alguien que le
haya pasado esto que hablo. Desde quitarles cualquier hierro que pueda valer
para chatarra, hasta cualquier herramienta que tuvieran en dicho corral. Estos días
atrás me comentaba un vecino que le habían quitado de un corral que posee
dentro del pueblo, al lado de su casa, todo lo que tenia relacionado con el
preciado metal, es decir, el hierro. La venta de chatarra se ha convertido en
una fuente de numerosos delitos, sobre todo estos de poco eco. Es mucha la
gente que se dedica a ello y no voy a culpar a todos, pero muchos de los que
venden la chatarra en los desguaces, se puede decir que ha sido substraída.
La ultima que puedo contar en mis carnes, ha sido la substracción
de la rueda de una carretilla que teníamos en el curro. De un día para otro,
han llegado con una llave y han aflojado el tornillo para llevarse la rueda, así,
sin más. Te quedas sin rueda y con una cara de gilipollas que no puedes con
ella. Pero te acuerdas de que vives en la comunidad más segura de toda España y
de pronto vuelve la felicidad a ti, aunque eso sí, la rueda de momento, no ha
vuelto.
Manda huevos la cosa, comunidad más segura, los cojones!!!
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