Ese debería de
ser nuestro lema como buenos extremeños. Impedir con todos nuestros medios el
que se pierdan las mismas. Porque en ellas va nuestra identidad.
Una de ellas,
que por suerte seguimos celebrando, es el asar las castañas el día de los Santos.
Poder irte todo el día al campo, con los pequeños de la casa y con todos los
amigos de la niñez, es un privilegio que cada día que pasa, menos gente puede
presumir de él. Por eso los que disfrutamos de ello, no podemos dejar de
enseñar a nuestros pequeños estas tradiciones. Explicarles como de pequeños a
nosotros, nuestros padres nos enseñaron a hacer lo mismo y siempre que llegaba
este día, junto con sus amigos también se iban a algún campo y asaban también las
castañas.
Contarles
esas historias que a nosotros también nos contaban. Ver sus caras reflejadas alrededor
de la lumbre, ese olor a humo al regresar a casa….
Ahora que está
tan de moda introducir otras tradiciones que no son las nuestras, es cuando
debemos de ser mas fuertes y estar más unidos que nunca y entre todos ser capaz
de defender a capa y espada, nuestros valores y nuestras tradiciones, porque entre
todos si queremos, podemos.
Que el día
de los Santos sea un día para compartir entre todos, depende de nosotros mismos.
No renuncies a tus principios ni dejes que tus hijos renuncien a ellos.
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