jueves, 29 de noviembre de 2012

Capitulo 398: Por un puñado de euros.






Mientras unos se frotaban las manos esperando el dinero de las entradas vendidas en demasía en el Madrid arena, otros intentaban hacer su trabajo dentro de aquella fiesta.

Ocho médicos, entre enfermeros y los conductores de las dos ambulancias que la ley les exigía tener para hacer dicha fiesta. Casualidades del destino hicieron, que de los dos médicos allí presentes, uno se tuvo que ausentar porque su mujer se puso de parto. El otro que se quedó, el jefe de todo lo contratado respecto a la salud, no creyó que para las siete mil y pico de entradas que se iban a vender, le pudiera hacer falta ninguna ayuda más.

Hoy sale a la luz, que solo en papel, han contado más de dieciséis mil entradas, a eso, hay que sumarle las que se vendieron por internet, en total, se puede decir que se triplicó la capacidad del local.

Aquel médico, que por cierto, tiene mas de setenta años, se vio un poco agobiado cuando le empezaron a llegar los típicos, según él, comas etílicos. Cosa normal según sus palabras en dichas fiestas. A la pregunta de si también le llegó algún joven bajo los efectos de la droga, el médico contesta que solamente un chico entró en la enfermería, diciendo que se había fumado un porro y estaba algo mareado y con ganas de vomitar.

El caso que cuando se le empezó a amontonar el trabajo, este doctor parece ser que se agobió mucho y optó por llamar a su hijo, médico y funcionario del ayuntamiento de Madrid. A la pregunta de si no se daba cuenta de que allí dentro de aquel recinto había mas gente de la que su capacidad hacia, el doctor contesta que el no abandonó en ningún momento la enfermería, por lo tanto no pudo ver nada.

La comisión de investigación que se ha formado para intentar esclarecer los hechos, se ve llena de impedimentos por todos lados a la hora de poder trabajar correctamente. Han pedido setenta y cinco comparecencias y el ayuntamiento, por medio de su alcaldesa, solo les ha concedido alrededor de veinte. No deja que los médicos del SAMUR que fueron llamados por algún particular, no por el padre e hijo que no se daban a bastos entre comas etílicos y algún drogata, comparezcan ante la comisión y aclaren como se produjo la muerte de las tres chicas que lo hicieron en dicha fiesta.

Este tema huele mal por todos los sitios donde le mires. Yo no lo tengo claro como ha sido, pero me juego que puede haber sido algo así:

El arrendatario y organizador de la fiesta alquila el local, sabiendo que la fiesta va a ser un éxito de público. Un negocio redondo que tal como esta el asunto de malo es un bombazo. Preparan más entradas de las que por ley pueden, todo esto a sabiendas del ayuntamiento de Madrid, propietario del pabellón. Estos para que no hablen, son untados con algún que otro euro, cosa normal en este país donde vivimos, que esta lleno de mangantes y sinvergüenzas por cualquier lado. La empresa de seguridad en lugar de llevar gente para quince mil personas, lo hace solo para siete mil, para que no sospechen de la demasía de entradas. Pero también son untados para seguir la trama. Los médicos en lugar de ser ocho o alguno mas, pues es solo uno y su hijo, que es requerido ante la demanda, sobre la marcha. Voluntario, según su padre a ir a dicho evento.
Esta claro que todos mienten. Y cuando digo todos van incluidos políticos, organizadores, doctores, miembros de seguridad etc.
 Lo peor de todo, son las cinco victimas que se han ido y sus familias que lloraran sus perdidas durante mucho tiempo, mientras los culpables de dicha catástrofe, se irán de rositas porque la justicia es así en este país. Donde el dinero todo lo puede y ellos lo camuflan con la palabra “casualidad”. Para mi las casualidades no existen, todo esta premeditado con antelación.

Lo malo de todo esto es que si no hay ninguna cabeza culpable, se olvidará esta catástrofe dentro de algunos años y volverá a ocurrir. Y todo esto por un puñado de euros o como dicen ellos, por una casulidad….


lunes, 26 de noviembre de 2012

Capitulo 397: La nutria.






Cuando crees que por estar todo el día en el campo, nada te puede llegar a sorprender mas, de todo lo hasta ahora conocido, casi sin quererlo te topas con ella.

Un sitio tranquilo, el cual prefiero no revelar por si le puede venir mal a ella. Allí estaba, la miro un par de veces y la confundo con un pato silvestre, el cual entraba y sacaba la cabeza muy deprisa como si de una danza se tratara. Dejo de mirarla un momento por culpa de un enorme cardillo que llamaba mi atención por lo grande que era. Abro el saco y le introduzco dentro de él. Ya va pesando bastante, la jornada se esta dando bien y en poco mas de una hora, tenemos el saco lleno.

Sin olvidarme de lo que yo creía que era un pato, ando sigilosamente por la orilla del rio para ver si me puedo acercar un poco más y verle mejor. Sé que lo que el tarde en verme, saldrá volando del agua rápidamente, por lo que voy sin prisas ninguna a su encuentro. Antes de quedarme solo delante de el sin que ningún junco, ni ningún zarzal pueda camuflarme, me topo con otro inmenso cardillo, el cual hace que me vuelva a despistar de mi avistamiento, aunque no me preocupa dejar escapar al pato sin poder verle mas cerca.

 Una vez puesto a buen recaudo el cardillo arrancado al campo, levanto mi vista de nuevo dirección al rio. Me quedo inmóvil de pronto, no soy capaz de hacer ningún movimiento al descubrir que lo que yo daba como un pato, se había convertido en una joven nutria. Me restriego los ojos extrañados y vuelvo a mirar al rio, si, allí estaba ella disfrutando de un buen baño en un lugar tranquilo y único a la vez. Solos los dos, frente a frente sin poder decirnos nada. A ella no le estorbaba mi presencia, quizás por que nunca había logrado hacer de estatua tanto rato. Inmóvil, casi sin pestañear seguía disfrutando de aquella danza que mi amiga la nutria interpretaba solo para mí. De repente me acuerdo del móvil. Me toco el bolsillo derecho en un acto que casi me cuesta el no volver a ver a mi amiga y me reprendo yo solo por haber intentado eso. Esta claro que esa danza es solo para mí. La nutria me vuelve a mirar y en un gesto casi de persona me hace la señal de que si saco el móvil o cualquier otro objeto, el baile se acaba.

Con un movimiento sutil de cabeza, asiento diciendo que estoy de acuerdo y que no pare de danzar. Ella entra y sale del agua como buena nadadora, viene y va de una orilla a la otra y yo allí, quieto como un mimo y sin ser capaz de quitarme la idea de fotografiar ese momento. En un reflejo propio del ser humano vuelvo en busca del móvil en mi bolsillo derecho. La nutria se percata de ello y haciendo uso del trato que habíamos firmado los dos, solo con los gestos. Suspende el baile y se refugia dentro del agua. Torpe de mi no atino a buscar la cámara del móvil, tardo una eternidad en hacerlo y cuando lo consigo, mi compañera y ya enemiga nutria, ha desaparecido.

Ahora tardo en volver a reaccionar, me culpo y me insulto yo mismo, como he podido romper el pacto que habíamos firmado solo por tener una foto de recuerdo, cuando el mejor recuerdo que podía tener, era aquel impresionante baile que mi amiga la nutria, me ofrecía solo para mi.

Con el saco al hombro lleno de cardillos abandono la pista de baile, no sin antes volver a mirar hacia donde minutos antes, aquella artista estaba actuando. No está, solo queda el recuerdo de las ondas en el agua que poco a poco dejan de moverse para volver a la calma que reinaba allí antes de aparecer aquel precioso animal.

Varias horas después de haber presenciado aquello lo reflejo en este articulo, y puedo jurar que cierro los ojos y veo perfectamente aquel animal, el cual y gracias al respeto, me ha enseñado lo que nos pueden llegar a ofrecer a los seres humanos, que por otro lado y como siempre somos los primeros en romper los pactos.
Una pena, yo que me consideraba diferente a los demás, hoy me ha enseñado la nutria que soy uno más de los seres humanos que rompen pactos y amistades, solo por querer presumir de algo que no nos pertenece. Solo espero que lo de hoy me haga recapacitar y si me vuelvo a encontrar con dicha escena, prometo coger un buen sitio y disfrutar yo solo de ella.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Capitulo 396: Ruta Torre Aguda (segunda parte)





La llamo así por el motivo de que esta ruta fue la segunda que el grupo ya realizó en su segunda salida que realizamos allá por el mes de abril. La de hoy no ha tenido nada que ver sin duda con aquella otra que hicimos. El aspecto que el campo ofrecía en el día de hoy, alegraba la vista. La tónica de las últimas salidas es ver agua por cualquier lado, mojarte los pies en cada uno de los regatos por los cuales atravesamos y disfrutar del campo como a todos nos gusta, lleno de agua y a la vez lleno de vida.

Esta ruta de hoy es una de las cuales tenemos más cariño en nuestro grupo y la que quizás con un poco de ayuda por parte del consistorio, lleguemos un día a marcar para que otros visitantes de otros grupos, puedan venir a realizarla.

La ruta comenzaría en la plaza de Huertas y saldríamos dirección la fuentecilla, la cual es una de las joyas que se pueden visitar en el trayecto. Sobre todo ahora en este tiempo que rebosa agua por todos lados. Allí se pondría un cartel explicando lo que es aquello y señalizando la siguiente parada que no es otra que el famoso “caño”. Hoy volvimos a cumplir la tradición de beber de su agua al pasar por él. Otro cartel explicaría lo que significa esa fuente para el pueblo.
 Desde allí nos encaminaríamos hasta el molino de la cerca de la charca, el cual en su mal estado de conservación, deja ver todavía lo que era aquello y para lo que se utilizaba. Unos metros más adelante se encuentra el pozo de San Antón, el cual alberga una de las historias más antiguas que se conocen sobre Huertas y que tienen que ver con un envenenamiento que hubo en aquella zona y que acabó con todos los habitantes de aquel lugar. Historia que muchos Huerteños no conocen y que habría que contar más a menudo.

Un kilometro más adelante se encuentra el puente sobre el rio Merlinejo, el cual es otra joya del recorrido y que a pesar de los años y su poco dinero invertido en su conservación, sigue en pie. Ni que decir tiene que ahora tiene unas vistas espectaculares al ver el agua que corre bajo sus arcos.

Desde allí nos encaminamos a los caserones que quedan en pie de la finca de “El barranco”, lugar donde muchos de nuestros vecinos vivieron años atrás y que a día de hoy no queda casi nada en pie. Es una pena que tantas subvenciones como se han dado a muchos ganaderos, no hayan servido nunca para mantener dichos cortijos en pie y si para comprar buenos coches…

Desde allí se puede ver a lo lejos el cortijo de Torre Aguda el cual es impresionante por su tamaño. Antes de llegar a él nos gusta pasar por el pozo que hay en la huerta de el barranco y allí hoy nos hemos vuelto a comer el bocata. Este pozo no sabemos si tiene nombre o no, si alguien lo supiera nos gustaría que nos lo dijera, si no es así, estamos pensando en bautizarle nosotros mismos para añadirle al plano de la ruta.
Llegados al palacio de Torre aguda y contemplado su hermosura por los alrededores, nos encaminamos por la calleja que existe de momento hasta la dehesilla. Y digo existe de momento porque por lo visto algún listo se quiere hacer con ella poniendo cancillas, como si aquello fuera suyo. Lamentable el ir a cualquier lado y presenciar siempre lo mismo.

Llegados a dicha calleja y subiendo la única cuesta que existe en el recorrido, alcanzamos la dehesilla. A lo lejos vemos la cerca de los almendros donde más de uno recuerda años atrás como habían estado varias veces allí de campo incluso algún accidente allí ocurrido.

Desde allí vemos uno de los canchos más emblemático de Huertas y que no es otro que el cancho de la gaita, en el cual también había que poner un cartel anunciando su presencia. Desde allí nos encaminamos dirección a una de las últimas fuentes que hay en el recorrido y que es llamada por los vecinos como la Fuente de los borrachos, la cual estamos pensando también en arreglar un poco dado su estado. Queremos hacer más o menos como lo que hay hecho en el caño, para de esa forma conservarla mejor y el agua estar más limpia, cosa que ahora al estar casi descubierta, no se puede beber.

Una vez allí nos queda poco recorrido de la ruta. El próximo destino es el charco de Tía Rentera, el cual también es uno de los más famosos que existe en Huertas y la ultima fuente del recorrido, la cual al igual que las otras anteriores a día de hoy esta preciosa.
Para finalizar dicho recorrido, hay que pasar delante de una mole de granito la cual se ha encargado de romper cientos, yo diría miles de pantalones a muchos de los Huerteños, los cuales se han resbalado por su empinada rampa. El resbaladero es otro de los sitios míticos de Huertas y el cual hay que enseñar también en la ruta.

Bueno, pues esta ha sido la ruta que hemos hecho hoy y como podéis comprobar, debería de ser de obligado cumplimiento el hacerla por parte de los Huerteños. Queremos quedar reseña de ella, no sin antes hablar con el ayuntamiento, porque dicha ruta debería de estar en los catálogos de turismo una vez marcada y preparada. Que no todo son criticas como podéis comprobar, también nos gusta colaborar en cosas que creemos que podemos hacer y que no son caras de realizar. Aunque algunos piensen lo contrario, también nos gusta colaborar con nuestro pueblo y esta es una ocasión única de hacerlo por parte del grupo.

Así mismo, ya sabéis la decisión tomada en el grupo de cerrar la página de facebook solo a integrantes activos del mismo, que por lo menos una vez hayan venido a andar. Espero que no se enfaden mucho los demás integrantes de la página y comprendan y respeten tal decisión.

La próxima ruta la haremos a Jaraicejo, domingo a las ocho en la plaza de Huertas y desde allí cogeremos los coches para ir hasta el comienzo de la ruta.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Capitulo 395: Guerra y paz.






Cada día que pasa estoy más convencido de que me he confundido de sociedad. Quizás hubiera sido más feliz naciendo varios siglos antes visto lo visto, aunque al paso que vamos, quizás rememoremos aquellos años de nuevo. Años en que no existía dinero y si el trueque. Años en que las religiones disponían de todo y sobre todas las cosas, incluidas las personas.

Esto último a día de hoy sigue sucediendo y la mitad de las guerras que siguen en pie, son gracias a dichas religiones, las cuales en ninguna de sus biblias, “coranes” o cualquier otro libro, apoyan el uso de la violencia.
Uno que a la hora de educar a sus hijos, ante preguntas de porque una guerra o para que sirve una guerra se queda casi sin palabras que contestar. Imágenes en cualquier telediario, sea la hora que sea. Muertes, violencia a tutiplén y los peques preguntándose y preguntándote el porqué de aquello. Niños llorando, algunos han perdido a sus seres queridos, otros son ellos los que han resultado heridos y todo por las malditas guerras.

Esto no es muy difícil de explicar si te pones un día a ello. La mitad de los conflictos son por ganar territorios que no les pertenecen, eso les queda claro a los peques si los explicas que alguien quiere quitarte tu casa y tu para que no lo hagan, te lías a tiros. Pero entonces ellos muy hábiles, te preguntan que si vienen los de los bancos a quitarnos nuestra casa, que por desgracia están cada dos por tres también en los telediarios, podemos y debemos hacer lo mismo. Llegados a ese punto en donde te han desmontado toda tu explicación, te vuelven las dudas y no sabes qué ejemplo ponerles.

Lo más socorrido es sacar el tema de la religión o incluso ponerles el ejemplo de los radicales en las manifestaciones, incluso en los partidos de fútbol, donde siempre hay alguna trifulca por no ser del mismo equipo. Aunque de eso, a liarte a tiros va un mundo, pero ¿qué ejemplo ponerles mejor que ese?

Difícil, pero más difícil es aun cuando desde sus colegios y sin preguntar a nadie, les llevan a ver una exposición del ejército español. Parece mentira que desde un colegio, donde se celebra el día de la paz, con multitud de actos, se les lleve a ver esta exposición. Y no solo se les lleve a ello, sino que encima vienen con el cerebro lavado, alucinados de que les han dejado disparar, incluso les han explicado todo lo que hace falta llevar en caso de ir a una guerra, a ellos se lo han dicho en un tono más suave. Salir al campo les han dicho y se quedan tan panchos…

Los maestros dirán que han ido a ver el planetario, cosa que también han hecho. Pero de ver las estrellas y enseñarles el universo a pegar tiros en el salón de al lado, va un mundo. Una vez en casa señores profesores, que no les quepa ninguna duda de que en el planetario no se han quedado con nada de lo que les han explicado, por lo menos mi hija. La cual venia alucinada solo de la historia del ejército, que si sabían lo que costaban los trajes que tienen los soldados. Lo que les dan de comer en caso de estar en el “campo”, lo que pesan las armas. “Las armas” si señores, les han enseñado las armas con las cuales se matan vidas humanas, incluso les han dejado disparar con ellas en un simulador y ahora cuando vienen a casa alucinados de lo que han presenciado, a los padres nos queda la difícil misión de decirles que eso no es tan bonito como se lo han explicado. Que el ejército está construido para defender al país en caso de guerra, para matar a gente si es necesario, que te enseñan a ser un súper viviente en caso de dichas guerras. Que lo bonito que era todo en la exposición que han visto, es todo mentira. Que en una guerra no es todo tan bonito como te lo han contado, ni mucho menos… 

Algunos dirán que también hacen misiones humanitarias, si, pero van con armas y si un chaval quiere saber cómo ayudar en alguna de esas misiones, es mejor explicarles cómo funcionan las cientos de ONG que existen. Estas, si van sin armas a los conflictos jugándose la vida más que un soldado y sin ser reconocidos sus meritos.

¿Por qué no una visita a una ONG y que les expliquen lo que de verdad hay alrededor de una guerra?

¿Quién ha dado permiso para que niños de diez años tengan que ir a pegar tiros? ¿No sería más justo pedir una autorización a los padres para ir a dichas exposiciones? ¿Está al tanto el consejo escolar de estas visitas? ¿Los profesores están conformes con hacer dichas visitas? ¿Es obligatorio el ir a ellas? ¿Tendrá algo  que ver la nota a final de curso con dichas visitas?

Cuando llegue el día de la paz y les hagan construir palomas de papel o incluso soltarlas, espero que les cuenten y les enseñen que ese acto es todo lo contrario a la exposición que visitaron aquel día y en la que tanto disfrutaron. A lo mejor ese día en vez de soltar las palomas, prefieren coger un arma y liarse a tiros con ellas. Al fin y al cabo es lo que les han enseñado, ¿o no?

martes, 20 de noviembre de 2012

Capitulo 394: Limpieza y berrocal.





No puedo ocultar mi alegría el día que me enteré de esta iniciativa que se había tomado desde la fundación Xavier de Salas.
 Los que somos asiduos a pasear por nuestro entorno, sabemos perfectamente el estado en que se encuentra. Lo malo que no es solo alrededor de la parte antigua donde se concentra la suciedad. Vayas por donde vayas andando te puedes encontrar desde una botella de plástico, pasando por los cartuchos vacios de los cazadores, algún embase de vidrio o papel de aluminio.

Algunos la limpieza intentamos hacerla todos los días que salimos de paseo, aunque bien es cierto que ya te cansas de recoger porquería de los desalmados que la dejan por todos lados. Normalmente suelo llevar una bolsa de plástico vacía donde voy depositando lo que me encuentro, aunque bien es verdad que cada día lo hago menos.

Creo que aparte de hacer dicha limpieza, se necesita concienciar desde los más pequeños a los más mayores, aunque estos últimos será difícil hacerles cambiar.

Da verdadera lástima pasar por la puerta del instituto cualquier día después del recreo y ver como lo han dejado todo de bolsas vacías, papeles tirados y cualquier cosa más que te puedas imaginar. No es lógico que en la puerta de un centro de “enseñanza” se permitan estas cosas o por lo menos yo, no se la encuentro.

Este acto de marranos debería de estar más castigado, aunque no he pensado la manera en la que podría hacerse. Esas bolsas que se tiran al suelo, muchas de ellas son las que te encuentras luego en el campo, además de que estos jóvenes cuando salen al mismo, harán lo que hacen en la ciudad, tirarlo todo al suelo.
A nuestros pequeños cuando vamos al campo les tenemos la guerra declarada en ese aspecto e intentamos que sean lo menos sucios posibles, aunque siempre algún papel o algún vaso se les escapa. Pero luego estamos los mayores al quite para no dejarle en el suelo.

Otra cosa que no veo bien y no se a que es debido, son los vendedores del mercadillo de los jueves. No he comprendido nunca que tengan que ir a limpiarles los puestos donde han estado instalados. No creo que en el contrato de montaje de puesto venga una cláusula escrita, la cual te da permiso para dejar allí todos los plásticos y las cajas vacías de lo que has vendido (si existe esa cláusula me da algo). Me parece un acto de marranería hacer eso. Cuando lo lógico sería que cada uno depositara sus basuras en los contenedores habilitados y no a lo que están acostumbrados desde hace años. Pienso que esto si sería más fácil de controlar, puesto que sabes el número de puesto de cada vendedor y no habría excusa posible para negar la evidencia.

Sin ir más lejos estos días por la feria “agroganadera”, se han instalado fuera del mercado unos puestos de juguetes, turrones y hasta una churrería. Bien, pues me hubiera gustado que hubieseis visto como han quedado aquello, tuve la suerte de pasar el mismo lunes por allí y me dio verdadero asco. ¿Qué derecho tienen a ser tan guarros? ¿La feria del ganado, era dentro del mercado o fuera? Lo digo por los animales… 



Esos plásticos y demás desperdicios, el aire los había llevado ya hasta el campo de San Juan y sin darte cuenta en un instante, se van hasta el campo donde tardaran años en limpiarse. Los mismos que se ha tardado en organizar estas batidas de limpieza.

Ahora espero que no sean solo por la parte antigua y se lleven a cabo en más sitios, aunque creo que lo primordial es lo que he comentado, hacer campaña en colegios e institutos que sin duda, están dejados de la mano.

Los demás seguiremos con nuestra campaña de, “Llévate una bolsa en un bolsillo y llénala de plásticos en el campo”. Triste pero cierto.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Capitulo 393: Por una rendija.





Por una rendija de la puerta aprovechó para salir al exterior. Fuera hacia un día esplendido y el sol brillaba como hacía tiempo que ella no tenía la oportunidad de ver.

Casi dos años desde que la trajeron sus hijos y pocas visitas en su currículo. Jamás pensó en verse de esa manera, sola y triste, muy triste. En toda su estancia allí dentro, no había logrado hacer amigas. Quizás el dolor que sentía en su alma, la impedían relacionarse con nadie.

El alzhéimer iba ganado terreno en su salud, aunque bien es cierto que ella se daba cuenta de ello.
Al pasar delante de aquella residencia la vi en la puerta. No se movía de allí, tan solo tenía la cabeza levantada hacia delante para aprovechar que el aire que corría le diera en su cara e incluso le moviera el pelo. Ese cabello que hacía mucho tiempo que no brillaba.

 Me quedé observándola un buen rato desde un banco que había justo en frente y que ocupé para desde allí, seguir mirando a aquella señora. La puerta que había justo a su espalda se volvió a abrir, de ella salió un vehículo en el cual unas letras amarillas, manchaban su color negro. Ponía algo de extintores, no logré verlo bien. Su ocupante no llegó a preocuparse si quiera por aquella señora que sin ser muy inteligente, podía saberse que se había escapado de donde él había estado trabajando. Se abrochó el cinturón de seguridad y desapareció por la carretera que había paralela a la residencia.

La anciana seguía en el mismo sitio, me di cuenta de que hablaba sola, desde donde me encontraba no podía entender ni una sola de sus frases, pero se la veía feliz allí, disfrutando de aquel sol magnifico. Cuando aquella mujer empezó a moverse de aquel sitio, sentí temor por ella, la carretera estaba demasiado cerca y cualquier coche podía ser su perdición si ella cruzaba la calle. Antes de volver a pensar en las trágicas consecuencias que podía traer aquello, me levante de aquel banco y fui a su encuentro, justo en el momento que ella ponía un pie en el asfalto.

_ ¿Dónde va usted? La pregunté.

_ A mi casa, que me esperan mis hijos y estarán preocupados.

_ ¿Vive muy lejos de aquí? La volví a preguntar de nuevo

_ Si, bastante lejos, pero llego enseguida.

_ ¿Por qué no se sienta conmigo en este banco y esperamos a que venga alguno de sus hijos a por usted?

_ No, déjalo hijo, yo sé bien ir sola, no te preocupes.

Antes de que se fuera la mujer por la acera caminando, volví a insistir en que ocupara el banco aquel conmigo y lo único que se me ocurrió fue decirla que yo conocía a sus hijos. Entonces ella, sin yo decirle nada, volvió sobre sus pasos y se sentó en aquel banco. Su cara había cambiado sustancialmente, la palabra hijo fue para ella un bálsamo y para mí un verdadero calvario el seguir con aquella farsa.

_ Mi hija es muy guapa verdad, me preguntaba aquella señora con los ojos a punto de estallar en llanto.

_ Guapísima, le contesté yo, sin saber quién era aquella mujer a la que esta señora se refería.

_ Vive muy lejos de aquí, por eso no viene a verme, pero un día vendrá con mis nietos y nos iremos todos juntos a su casa, eso será pronto si Dios quiere, dijo aquella mujer.

_ Como se llama usted, la pregunté por curiosidad.

_ Me llamo Encarnación, hijo, aunque todos mis paisanos me llaman “Encarni”.

_ Muy bien Encarni, pues si quiere le acompaño yo hasta su casa, que usted no puede caminar mucho rato


sola.

_ Gracias hijo, muchas gracias. Vamos hasta allí y esperamos a que venga mi hija a por mí.

Con una dificultad que antes de sentarse en aquel banco no tenía, Encarni intentó levantarse sin éxito. Al ver su reacción la agarré de sus dos manos y la ayudé a ponerse de pie. Juntos apoyada ella en mi brazo, nos encaminamos hasta la puerta de la residencia donde al vernos llegar, una cuidadora salió a nuestro encuentro.

_Donde andas Encarni que llevamos buscándote un buen rato.

_ Vengo de dar un paseo con mi hijo, que ha venido a visitarme.

La cuidadora me miró con cara de pena, puesto que me conocía de sobra y sabia que yo no era el hijo que aquella mujer la estaba diciendo. Antes de que ella dijera nada la guiñé un ojo para que lo dejara así, Me dolía mucho romper aquel momento negando a aquella mujer esa ilusión con la que había entrado de nuevo en la residencia.

_ Bueno Encarni, me voy a trabajar, la dije. Mañana si puedo me paso a verte otra vez.

_ ¿Ya te vas hijo? Me dijo entre lágrimas, que pronto.

_ Mañana vuelvo.

Ella me cogió del cuello y me acercó su cara a la mía dándome los besos que solo las mujeres mayores saben dar.

_ Ten cuidado con la carretera, hijo. No corras mucho y dale muchos besos a mis nietos. El próximo día te los traes.

Antes de irme la cuidadora me ha explicado que Encarni sufre alzhéimer desde hace ya algún tiempo y que sus hijos vienen poco a verla. No he querido saber más de aquella conversación. Antes de seguir mi camino he mirado hacia la ventana de la habitación de Encarni, ella estaba allí, asomada a ella y dándome con la mano a modo de despedida.

Mañana vuelvo, aunque me da miedo que ella no me reconozca. Pero da igual, por lo menos hoy he podido hacerla un rato feliz, mañana ya veremos.

Que poco hace falta para hacer a alguien feliz.

Capítulo 1.021: Finde de las tres "S"

  Santoña, Santander, Santillana del Mar. Nos volvimos a poner en carretera cuatro meses después de haber hecho el anterior viaje a Portugal...