miércoles, 22 de agosto de 2012

Capitulo 338: Ojos de gata.


                                                                         OJOS DE GATA

Hace unos veinte años o así  haciendo guardia en una garita, burlaba las ordenes de no llevar los cascos de la música a dicha guardia. Recuerdo aquella cinta de casette grabada de 90 minutos, cogían un montón de canciones en ella, entre ellas recuerdo una que sin duda era mi favorita y la que siempre pasando la cinta con un bolígrafo para no gastar pilas, buscaba una y otra vez. Tanto llegué a escucharla que puedo prometer que el trozo de cinta donde se ubicaba dicha canción, llegó a estropearse.

Sin duda alguna esta canción es una de mis favoritas a pesar de ser una canción triste como todos sabéis cuando la escucháis, pero tiene algo dentro de ella que me reconforta y me hace sentirme bien dentro de su letra. Cuando la escucho casi siempre estoy de bajón, hoy es un día de ellos de los muchos que últimamente colecciono. Hace bastantes días que no escucho nada de música, seguramente es un mal síntoma, puesto que la música no tiene culpa de nuestro estado de ánimo y no nos puede venir nunca mal. Por eso hoy he decidido ponerme esta canción y volver mi mente en el tiempo, no muy lejos del lugar donde me encuentro, donde un jovenzuelo obligado por el ejército de su país, cumplía con su misión de vigilancia, aunque es verdad que desobedeciendo ordenes.  Aquellos cascos puestos con la braga por encima para no ser visto por ningún mando consumían pilas a montones. El sueldo de militar te lo gastabas en la cantina y por su puesto en pilas para el “Walkman”. Hoy veinte años después los tiempos han cambiado tanto que aquellos aparatos  han pasado a los museos de la historia, con otras muchas cosas que te pones a pensar en ellas y vuelves atrás en el tiempo.

Por suerte la música no acaba en ningún museo de la historia y por muy antigua que sea siempre en algún rincón del planeta estará sonando.

Ahora imagino a esa mujer escuchando esta canción llorando por su amor perdido, o a ese chaval que acaba de descubrir a este grupo y esta escuchando toda su discografía, o a aquel hombre que estando de bajón, se la pone para recordar tiempos parecidos a los de ahora, donde entre unos y otros intentaban hacer de tu vida un infierno, eso si, sin conseguirlo, puesto que esos ojos de gata siempre salían al rescate de todas las personas que intentaban hacerte daño y hoy no va a ser menos, tócala otra vez Sam.

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