lunes, 6 de agosto de 2012

Capitulo 330: Vente "pa" Marte.




Me embauqué en aquel viaje, total, ¿qué otra cosa podía hacer? Harto de buscar trabajo por todos sitios y siempre la misma respuesta, “Lo siento, de momento no nos hace falta nadie”, esa era la frase más repetida en cada lugar donde entregaba el currículum. En el sitio donde dabas con alguna persona un poco más amena, te hacías alguna ilusión siempre en balde, creo que es mejor no dar falsas expectativas, en situaciones tan sangrantes y de tanta necesidad, una persona se fía de cualquiera y luego el daño es mayor, prefiero a los que vienen de frente y te dicen, “Aquí me quedo el currículum, pero no te prometo nada”.

Buscaron a cincuenta personas, daba igual que no tuvieras estudios, cosa rara por otro lado, puesto que ahora para tapar un portillo tienes que haber estudiado física cuántica, el saber poner una piedra encima de otra sin que se te caigan, lleva un largo proceso de estudios. Son tres carreras de más de cinco años cada una, así cuando te licencias en todas y vas a poner la primera piedra te queda un año para jubilarte.

Nos subieron a un camión a los cincuenta elegidos, nos dijeron que no hacía falta “echar merienda”, que comíamos allí, aunque alguno iba con su bocata envuelto en papel “albal” y su botella de agua congelada. Regla número uno, no te quedes atrás nunca la botella de agua congelada, vayas a currar a casa de la vecina o a Marte.

Fue un viaje largo en aquel camión, aunque la verdad se iba cómodo. Los capataces iban trazando líneas y pintando puertas en aquellos planos tan raros. Lo llevaban todo planeado, no se les quedó nada atrás. El camión iba a tope de herramienta, palas, picos, reglas, andamios, de todo lo que pidieras para currar. Al llegar a una explanada larga y ancha nos estaba esperando una especie de avión. Hemos hecho el trasbordo de todo lo que llevábamos en el camión a la nave y nos han mandado montarnos. Dentro, al que se marea algo le han dado una pastilla y una bolsa, se rumorea que mañana no los volverán a llamar; no interesan a los capataces estas pérdidas de tiempo. Espero que yo no me maree, sino estaremos otra vez en la cola del paro.

Después de un par de horas hemos tomado tierra, no veas la cantidad de gente que hay aquí ya, todos trabajando, unos construyendo carreteras, otros construyendo hoteles y restaurantes, ya hay uno acabado que es donde come el personal.

Según hemos bajado toda la herramienta, otro grupo que había esperando en fila, han ocupado nuestros asientos en el avión y se han marchado a casa. Nuestro trabajo es hacer paredes de piedra para dividir los terrenos, terrenos que previamente se han ido repartiendo los señores del puro. Al fondo se puede ver otra construcción que pone Banco de Crédito, le han acabado a la misma par que el restaurante, debe ser importante tener un edificio como ese. No se ve a ningún nativo de por aquí, en los ratos que paramos a comer, se oyen multitud de historietas. Hoy contaba un albañil que cavando en un terreno próximo, salió un tío raro que moviendo las manos muy deprisa, hablaba en voz alta como si estuviera enfadado. Las órdenes estaban claras, tío que salga de esos, tío que hay que acabar con él. Venimos de familias de conquistadores, no tendremos problemas para hacernos con la situación. Qué raro que se enfaden los nativos, si solo los vamos a quitar su tierra, la que nos haga falta. Una vez que hayamos explotado todo lo de por aquí y los señores se hayan aburrido de venir a este lugar, se lo volveremos a dejar, eso sí, no como estaba, si no como queramos nosotros, que para eso somos los que mandamos en el mundo.

El caso que por lo menos para pasar estos años de crisis, hemos encontrado trabajo, que es cierto que cae un poco lejos, pero al fin y al cabo estamos trabajando. Y quien sabe si luego no nos podremos recolocar en algún edificio de estos, en algún campo de golf, en algún casino, o donde hagamos falta. ¡Qué bueno que descubrimos este planeta, que falta nos hacia!.....

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