Un año más y van quince, los vecinos de Huertas y los habitantes
de otras localidades que quisieron acompañarnos, pudimos disfrutar de una nueva
edición del festival folclórico de Valfermoso. En esta ocasión los grupos
participantes fueron los juveniles de la asociación de coros y danzas Virgen
del Rosario. La verdad que después de haberlos visto actuar alguna vez que otra
a lo largo de los años, he de decir que me sorprendieron muy gratamente. Se
nota los años que suman a sus espaldas encima de las tablas. Cada día parecen más
profesionales y viendo sus caras cuando bailan, puedes hacerte una idea de que
lo que hacen, lo disfrutan más que nadie. Mucha culpa de ello tiene el haberlo
mamado desde pequeños. Con el paso del tiempo te vas dando cuenta de cómo el
fruto sembrado, va madurando, y los años que sus maestros han invertido en
enseñarles, ha merecido la pena.
La plaza de Huertas abarrotada como se esperaba, vibraba con
los chavales, mas aun sabiendo que muchos de ellos eran familiares del público
asistente. Lejos de amilanarse por la presión que podían sentir en sus piernas,
dieron un recital de cómo se baila. Pero sin duda donde hay cantera de sobra,
es en el coro. Las voces, tanto masculinas como femeninas, sonaban
perfectamente, nadie desafinaba y daba gusto escucharles cantar.
Una vez que los juveniles abandonaron el escenario, toco el
turno al grupo invitado. Este año como novedad, hemos tenido la suerte de que
el festival fuera internacional y el grupo invitado venia desde la isla de Cuba.
Como buenos cubanos que eran podéis haceros una idea de su música y sus bailes.
Simplemente con una palabra basta para definirlos, impresionante. Hablando con
uno de sus directivos y ante mi pregunta de que si eran profesionales, me decía
que ellos ensayaban cuatro horas diarias, de lunes a sábado. El único día que
descansaban eran los domingos. Así viéndoles en directo, podías comprobar cómo
las horas de ensayo daban su fruto en el escenario. Bromeando luego con ellos,
les comentaba que bailando así era imposible estar gordos, a lo que ellos me
invitaron a comprar su CD y ensayar su música. El compact ya le tengo, así es
que si me veis más delgado, es porque he empezado las clases de salsa.
Una vez que los cubanos revolucionaron a todos los
asistentes de la plaza con sus bailes y música, les tocó el turno a los mayores
de la asociación. Hablando con ellos también justo antes de subir al escenario,
bromeaban más de uno diciendo, que quien el guapo que se ponía a la altura de
la anterior actuación, mas aun empezando con la primera canción que tenían preparada.
Para mi sigue siendo espectacular el verles, no pasan los años por ellos con
respecto a los bailes y el coro sigue cantando de forma brillante. Así que
antes de finalizar, los juveniles acompañaron en el baile a los mayores y la
plaza se convirtió en un gran escenario donde todo el mundo tenía ganas de
bailar y acompañar a los bailarines.
Un año más Huertas, dio muestras de su gran afición a la música
folk. Sin duda alguna que como gran seguidor que soy de la misma, me llena de
orgullo el saber que mi pueblo me acompaña en dicho sentimiento, y que viendo
la cantera que tiene la asociación, seguramente que tendremos festival para
muchos años. Porque los actos se organizan para que el público acompañe y
Huertas está claro que con respecto a la música folk, siempre acompaña.
Algunas veces no hay que fijarse en la grandeza de los pueblos
solo por su densidad de habitantes, son mas importantes los pueblos fieles a
sus tradiciones, por muy pequeños que sean.
Gracias a ti y a todos los demás que asistieron a la actuación. Era un auténtico placer ver la plaza abarrotá y aplaudiendo como aplaudían al terminar cada canción. :)
ResponderEliminar