Un domingo más
como ya viene siendo una costumbre, el grupo arrancó de la plaza de Huertas a
eso de las ocho de la mañana. A pesar del cambio de horario, nadie se equivoco
y estuvo a la hora prevista.
Diez
valientes, entre ellos tres mujeres, hicimos una ruta nueva e inventada, puesto
que no sé si por la falta de información o por falta de callejas, la ida la
hicimos campo a través, saltando alambradas, andando por barbechos y con el rocío
de la noche anterior, los pies los hemos llevado mojados todo el camino.
Aun así, la
ruta ha estado divertida que es una de las leyes que tenemos en el grupo,
divertirnos siempre, puesto que para penar, está el resto de la semana.
Me sigue
doliendo ver por donde quiera que vamos callejas cortadas por la mano del
hombre, otras ya ni existen por la misma causa y es dificilísimo poder ir a
muchos sitios sin saber por dónde estaban aquellas callejas antiguas. Creo que
va siendo hora de que alguien tome medidas contra los benefactores. Ya está
bien de reírse y aprovecharse de terreno que no es suyo.
Después de
casi tres horas andando, llegamos a nuestro objetivo que no era otro que la depuradora
de aguas de Santa Lucia. Allí hemos visto la impresionante obra que están haciendo
y el destrozo que han preparado a nuestro berrocal. Me imagino el canon este
nuevo que se han inventado para el agua, será para pagar dichas obras, solo
espero que después de todas estas obras, nunca más tengamos problemas de agua,
aunque creo que vamos a tener muchos más que antiguamente y además, pagaremos
el agua más cara.
Una vez allí
hemos compartido como hacemos siempre, las ricas viandas que llevaban algunos
paseantes. Gracias a J F, todos los domingos comemos pan blando y eso es de
agradecer. Además de llevar comida para un regimiento y hoy, el chorizo picante
nos ha puesto a tono los labios, estaba riquísimo.
Tengo que
mencionar también a los dos perros que han hecho con nosotros la ruta y que después
de quince kilómetros, se han empezado a llevar bien. Para la próxima será otra
cosa.
Cuando nos
hemos repuesto de la subida, hemos recogido los bártulos y hemos emprendido el
viaje de vuelta, el cual hemos hecho mucho mejor al coger de referencia la
zanja por la cual han metido la canalización nueva hasta Trujillo. Las vistas
eran peores, pero nos hemos ahorrado una buena caminata, aun así y todo, hemos
pasado otra vez de los veinte kilómetros que va siendo la media que vamos
haciendo los últimos domingos.
Quiero dar
las gracias a todos los paseantes que hoy han venido, espero que no decaiga
esta afición y los domingos sigamos pasándolo bien y desconectando de este
mundo cruel. Animar a toda la gente que quiera venir que a nadie se le tratara
como forastero. Solo hace falta ganas de andar y pasarlo bien.
Hasta la próxima
que será ya mismo.
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