Una de las
muchas cosas que vas aprendiendo con el paso de los años es hacerte fuerte, muy
fuerte según los golpes que cada cual se va llevando en la vida, es el precio
que tienes que pagar a la hora de ir cumpliendo años. La vida va poniendo
pruebas a cada uno de nosotros, a unos más fáciles y a otros más complicadas,
pero al fin y al cabo no dejan de ser pruebas.
Estas
pruebas no entienden de edades, las pueden sufrir desde niños recién nacidos,
hasta gente centenaria. Desde gente guapísima, hasta gente más fea a no poder,
calvos, peludos, miopes, tuertos. Ricos, si, digo bien, ricos, pobres, gente de
clase, gente inculta, gente obrera, gente con estudios. También están los
deportistas, si, a pesar de todo lo que se cuidan, los que no se cuidan nada,
los que se cuidan algo. Los que nunca han pisado un medico, los que no salen de
él, los que viven en iglesias, los que pasan de todas las religiones.
Trabajadores de toda la vida, vividores del cuento de toda la vida,
aprovechados, desaprovechados, enchufados, currantes. También están los médicos
a pesar de, enfermeros, directores de hospital, ministros, incluso presidentes
y reyes.
Ante estas
pruebas todos nos igualamos y quizás este feo decirlo, pero me alegro que por
lo menos en esto, no tenga nada que ver el poder que tengas ni tampoco el
dinero, bueno, vale, quizás un poco sí que tenga que ver, pero de momento no lo
suficiente.
Cuando
empiezas a competir, miras a tu alrededor para ver a tus rivales, mal hecho.
Esos no son tus rivales, al contrario, son tus ayudantes, tu público, los que
te animan cuando pasas delante de ellos, los que te dan agua cuando levantas la
mano para pedirla, los que te dan masajes cuando tienes calambres, los que te
cronometran el tiempo en tus entrenamientos, esos son ellos. En esta maratón solo
hay un rival y es común a todos los participantes, aunque luego cada uno use
sus armas para competir contra él y vencerle. No puedes fijarte en la ventaja
que tu compañero de calle te vaya sacando ni la que tú puedas sacarle. No
puedes fijarte en lo que tarde uno ni lo que tarde otro. No puedes darte por
vencido a la más mínima, esta maratón es de resistencia y gana el que llega al
final de la carrera.
Seguramente
que durante la maratón tendrás momentos malos, otros muy malos, alguno peor si cabe,
pero también tendrás momentos en los que miraras al frente y veras a lo lejos
la bandera a cuadros, al lado de ella esperándote aplaudiendo, estarán tus
familiares, que no sabes la suerte que tienes de tenerlos a todos juntos. Han
venido solo para verte llegar hasta la ansiada línea de meta. Tus nietos a
hombros de sus padres son los que más aplauden, saben que su abuelo ha estado
entrenando muy duro para esta maratón y saben y están convencidos de que lo va
a lograr, que para él, cruzar la línea de meta es pan comido.
La paciencia
es quizás el arma más eficaz que podrás usar. Tú y tus familiares, porque esta
carrera es compartida y se corre en equipo. Durante tu esfuerzo el estado anímico
te cambiará muchas veces y quizás sin tu darte cuenta, pero tus familiares lo
saben y están preparados para ello. Han estado entrenando duro también, es lo
que tiene el competir en estas pruebas, que necesitas mucho entrenamiento,
mucha unión y mucha compresión, ya no caben más lagrimas, esas desaparecieron
con el pistoletazo inicial, las próximas que caigan, serán de felicidad cuando
el juez de meta haga caer sobre ti, su bandera a cuadros.
Aguante viejo!!!!!!
Gracias a
todos los que os preocupáis en animar, se agradece mucho este empujón y es
necesario.
Mucho ánimo Marcos, un abrazo muy fuerte para tu padre y para toda la familia.
ResponderEliminarTe levantas una mañana, con más de cuarenta años, miras atrás, paso la vida efectivamente como si fuera una gran Marathon.. con cantidad de momentos , buenos y malos , una lucha diaria…pero sobretodo con esos recuerdos de la niñez , que jamás me pare a pensar en los cuarenta y muchos ¡!!
ResponderEliminarPocas palabras puedo añadir a tu escrito ¡!!
Te leo, te admiro y te deseo toda la fuerza del mundo para llegar a esa meta!!!
Recuerda, por cada momento duro… un momento de aquellos años , te puedo asegurar que merece la pena recordar …
Un abrazo de un humilde seguidor tuyo ¡!! Aupa Marcos ¡!!
Despacito y buena letra...ánimo y toda la fuerza del mundo...entre todos llegaremos a meta. Noedejere
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