Ayer domingo volvimos a juntarnos algunos de los miembros del grupo “Huertas anda ya” para darnos un paseo hasta el pueblo vecino de Madroñera. La verdad que solo estuvimos cinco pero no por eso se nos quitaron las ganas de hacer dicha ruta.
A las siete
de la mañana quedamos en la plaza de Huertas para desde allí ponernos en
marcha. No sabemos exactamente los kilometros que hay desde aquí hasta allí yendo
por el cordel, dudamos entre diez o doce, no creemos que haya más puesto que
llegamos a las diez en punto.
Tuvimos un día
esplendido para andar puesto que las temperaturas a esa hora de la mañana eran
frescas y algún miembro del grupo tiró de camisa para empezar la ruta, aunque
la verdad que no se la quito en todo el viaje.
Una vez más
nos encontramos una calleja cortada por la mano del hombre para no variar,
tires por donde tires siempre te encuentras algún caso de estos y ya cansan
estos temas, nadie hace nada por evitarlo, denuncias y siguen las callejas
cortadas. Más adelante tuvimos que abandonar dicha calleja puesto que los
zarzales se habían adueñado de ella, cosa que también está de moda, con todos
los parados que hay……
Pasamos por
una zona en la que abundan los alcornoques y hay algunos impresionantes por su
tamaño y por su tronco.
Al abandonar
dicha calleja por medio de una cerca, uno de los componentes del grupo tuvo un
pequeño desliz al saltar y se hizo daño en el tobillo, menos mal que pudo
seguir la marcha, si no, hubiéramos tenido que darnos la vuelta en ese momento,
cosa que hubiéramos hecho sin ningún problema, para eso están los amigos y
compañeros.
La ruta una
vez llegados al cordel es muy sencilla, salvo la última cuesta antes de llegar
a Madroñera que se hace dura. Yo creo que también es debido a que empiezas a
ver el pueblo algunos kilometros antes y eso te lleva a cansarte más de la
cuenta. El paisaje que puedes ver en este tiempo se resume a plantaciones de
parras en las cuales se podían ver los racimos de uvas esperando a ser cortados
para su recolecta, los cuales pudimos probar para dar nuestro parecer. Estas
plantaciones son de particulares, gente que lleva muchos años haciendo su
propio vino para su consumo y que esta buenísimo.
Una vez
llegados al pueblo, buscamos un lugar donde comprar algo de pan y algo fresco
para beber mientras nos comíamos un “cacho” pan. Nos indicaron que teníamos que
ir a un SPAR, que era lo único que estaba abierto donde poder encontrar pan. Al
llegar a su puerta nos encontramos con un paisaje desolador provocado por los
restos de la noche anterior. Yo creía que éramos el único pueblo incivilizado a
la hora de los botellones, pero os puedo asegurar que hay pueblos con más gente
inculta e incivilizada. Aquello parecían los restos de una batalla campal,
estaba todo lleno de botellas de plástico y cristales de botellas que algún inculto
se había dedicado a romper, con el consiguiente peligro para todos los
viandantes. Mujeres mayores que tenían que pasar por encima de ellos para poder
entrar en la tienda, coches que tenían que pasar por allí necesariamente a
pesar de jugarse las cubiertas de las ruedas, en fin, un paisaje inaudito y que
duele ver.
Después de
comernos el bocata vinieron a recogernos, puesto que ida y vuelta iba a ser
mucha tela. Pues nada, os dejo unas fotos, pocas, para que vierais el paisaje
que nos encontramos.
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