Cada día que
pasa siento más vergüenza y asco de pertenecer a esta raza llamada ser humano.
No hay día que pase que no deje de sorprenderme hasta dónde puede llegar el
hombre en sus fechorías. No hace falta pensar en asesinatos, violaciones,
robos, no. Eso por desgracia es peor que lo que presencié ayer, pero no por eso
deja de ser menos repugnante la educación que poseen algunos, el mal gusto, la
falta de solidaridad, no sé que mas adjetivos poner a tales actos lo mejor es
contar lo que presencié con mis propios ojos.
Me acerqué a
comprar unas cosas al hipermercado E.LECLERC que me hacían falta, en ese
aparcamiento pueden caber perfectamente ¿trescientos coches? Por poner un
número, quizás sean más los que quepan. El caso es que tienen habilitado cuatro
aparcamientos para minusválidos, por la mañana en ellos da la sombra y claro,
en días de calor todo el mundo busca la sombra para aparcar, pero en aquella
explanada, la sombra esta jodida de buscar.
Llegué y
aparqué el coche cerca de la puerta, había pocos coches. Me bajo del mío, echo
la llave y miro hacia la puerta donde se encuentran los aparcamientos para
minusválidos, los cuales se ven bien porque como todos sabemos están pintados
de azul y tal. El caso que me salta a la vista que los cuatro que existen estén
ocupados, pienso, que casualidad que hayan emparejado tantos usuarios de estos
aparcamientos a la vez, por suerte no tenemos tantos minusválidos para que
hagan uso de su aparcamiento. Según me acerco a la puerta salen los dueños de
dos de los coches que había allí aparcados, grado de minusvalía, cero patatero.
Grado de vergüenza, menos cien.
Me quedo mirando a uno de ellos el cual
conozco de vista y muevo mi cabeza como signo de repulsa a su acción, este en
lugar de callarse y quitar el coche rápidamente como debía de haber hecho, se
me queda mirando y se encara, ¡encima! Me dice que ha sido solo un momento.
¿Pero qué momento si tienes trescientos sitios donde aparcar el coche sin molestar
a nadie?
Es muy
bonito tener el coche a la sombra aunque con ello estés jodiendo a estas
personas que bastantes impedimentos tienen ya en nuestro pueblo por donde
quiera que van, que encima estos descerebrados les ponen más. Por desgracia soy
familiar de minusválido, en este caso minusválida, (un beso a mi prima Maribel)
y no os podéis imaginar lo duro que es para ellos el moverse por Trujillo, es
la ciudad más incomoda que puede haber en España para un minusválido. A estos
cobardes que aparcan en estas zonas, además de una buena multa como se merecen,
los ataba a una silla de ruedas una semana, para que comprobaran con sus
propios ojos el daño que se puede llegar a hacer a muchas personas solo por
nuestra poca solidaridad y comodidad, lo mismo eso, que el que aparca subido en
la acera aunque sea un instante, en ese momento llega alguien en silla de
ruedas o empujando un carrito de niño y le jodes el poder pasar, solo porque tú
que tienes buenas piernas y no tienes impedimento ninguno por suerte, se te
mete en los cascos el no andar mucho.
Lo que más
me dolió de toda esta historia fue ver que dentro de los coches que aparcaron
allí, había niños también, niños que seguramente les han explicado en el
colegio que en esos sitios no se puede aparcar, sin embargo se montan con sus
padres y hacen todo lo contrario, así que ¿de que los sirve la asignatura esa
en los colegios si luego llegan los cafres de padres que tienen y hacen todo lo
contrario?
Educación
para la ciudadanía sí, pero primero educar a los padres que les hace mucha más
falta que a sus hijos.
Eso que dicen que somos animales racionales, pero muchos el racionamiento lo llevan en la suela de los zapatos. Seme viene a la memoria este cuarteto que aprendí hace tiempo que dice así.....LA NARANJA NACIO VERDE, Y EL TIEMPO LA DIO EL COLOR, Y EL QUE NACE SIMVERGUENZA, NO SE ENMIENDA NI PA DIOS.jajajajaaa Feliz Domingo Fonta.
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