La muerte de
cualquier persona se puede considerar un acontecimiento triste, eso está claro,
pero si encima esa persona es joven y bastante conocida en el pueblo, el dolor
es mucho mayor.
A pesar de
la tarde calurosa que hemos sufrido, han sido muchas las personas que se han
acercado a dar el último adiós a nuestro buen amigo Leo. Te voy a echar de
menos cuando salga de paseo con mi perro y no me cruce contigo y tu perro,
ahora que parecía que se le iba quitando el miedo al mío al cruzarse con
vosotros, dejamos de emparejar.
Emociona
mucho el ver a sus amigos de toda la vida acompañar a su mujer e hijo y a toda
su familia. Que dura es la vida en momentos así, a pesar de que todos sabemos
el final que nos espera, no logramos acostumbrar a nuestros cuerpos al dolor y
en muertes repentinas y en gente joven, es mucho mayor el malestar que todos y
cada uno que le conocíamos hemos tenido desde que supimos de su pérdida.
El murmullo
de la gente al salir de dar “la cabezada” en el atrio de la iglesia, pasa en un
segundo al más triste y monumental de los silencios que se puedan guardar al
asomar el féretro por la puerta sacra. Hasta las moscas dejan su revoloteo y
parece que en ese momento quedan a posadas en cualquier sitio o encima de
cualquiera, para esperar a que arranque el coche fúnebre camino del cementerio.
Ni el humo de ningún cigarro, ni la más mínima tos del más constipado que allí se
encontraba hoy, ha impedido romper ese silencio. A pesar de ser muchos los
entierros en los que he acudido y he presenciado ese silencio sepulcral, se me
siguen poniendo los pelos de punta y el nudo en la garganta cada vez que lo
presencio y es que pienso que no hay nada mejor para despedir a un ser querido,
que rendirle el más respetuoso silencio en ese momento. Lo siento, no soy
partidario de cambiar ese momento por el de los aplausos, aunque es cierto que
como persona y como buen trabajador, Leo se los hubiera merecido.
Desde aquí,
mi más sincero pésame a la familia y desde donde estés Leo, que nunca pierdas
esa sonrisa ni esas ganas de cachondeo, descansa en paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario