martes, 24 de julio de 2012

Capitulo 321: Primicia (nuevo libro)





Pues si amigos, aunque me esta costando un mundo me he vuelto a enfrascar en otro libro y como soy así de chulo, vais a ser los primeros en leer la primera pagina del mismo, os lo merecéis por vuestra fidelidad al blog. Confieso que no tengo título ni mucho mas escrito de lo que vais a leer, pero me hacen falta ánimos y algún comentario que me espabile para seguir escribiendo.
Un saludo a todos y espero que os quede con la miel en los labios hasta la publicación.


….Y se vistió de blanco satén, no sabía con qué objetivo, lo que si tenía claro era que no volvería a mirar atrás. Llevaba tanto tiempo enfrascada en sus lágrimas, que empezaba a olerle todo a mohoso, ¿seré yo? Se preguntaba para sus adentros mientras dejaba caer dos o tres gotas de aquel perfume que un día alguien le regaló, ese alguien del que ahora intentaba escapar como fuera, demasiados años perdidos de su hermosa juventud, ¡Qué rápida se había pasado la vida! Ya no podía seguir tirando por la borda los años que la quedaban de vida. A punto de entrar en la cuarentena no se veía para nada mayor, al contrario tenía unas ganas locas de saltar y brincar, como si de repente alguien le hubiera despojado de un montón de kilos que llevaba soportando en su espalda. Una última mirada al espejo, ese al que hacía años que no se asomaba, como si él fuera el culpable de todos sus males, un poco mas de maquillaje debajo de los ojos, las bolsas poco a poco iban desapareciendo, demasiado sufrimiento concentrado en tan poco lugar, no era fácil desprenderse de él, pero sabía que ese día iba a ser el principio de su nueva vida y el ultimo de su maltrecha vida anterior. ¿Por qué no podía ser feliz? Ya lo era, el simple hecho de sacar el maletín de maquillaje de aquel armario ya la había arrancado la primera sonrisa de su cara, que de paso la había hecho recordar lo mucho que le decían sus amigos lo guapa que era cuando sonreía.

El olor a aquel perfume no le estaba ayudando mucho en su afán por olvidar, pensó que lo mejor era buscar otro por el maletín, no había más, muchos años descuidando su imagen, era ilógico pensar que podía tener más fragancias en el. De pronto se acordó de la colonia de sus hijos, aquella que guardaba de recuerdo junto a muchas cosas más, abrió el armario del cuarto donde de pequeños ellos se acostaban y allí, entre varias fotografías de ellos y algún bote de pomada que también se conservaba estaba la colonia, la cogió y con una dulzura fuera de lo normal, derramó sobre su piel un poco de ella, de pronto le vinieron mas recuerdos, algunos la hicieron sonreír, pero al unísono, le vinieron otros que la hicieron suspirar profundamente. Definitivamente lo mejor era no ponerse ninguna colonia ni perfume, ahora la mezcla de las dos le dejó un olor que por lo menos no le era familiar, aunque no sabía si iba a gustar a los que estuvieran a su alrededor.
Miró el reloj y salió rápidamente escaleras abajo, faltaban diez minutos para que comenzara el teatro y aunque no estaba lejos de su casa, no le gustaba llegar tarde a los sitios, por supuesto que iría andando, iba a tardar más en aparcar cerca del teatro que en llegar caminando desde su casa.
 No llevaba cien metros andados cuando se dio cuenta del daño que la hacían los zapatos, tantos años sin ponérselos era normal que le pareciera que los estrenaba esa noche. Eran rojos como el bolso y tenían bastante tacón, eso y su altura considerable la hacían parecer una mujer escultural, todo eso unido a su delgadez que por aquel tiempo la acompañaba la hacían parecer una modelo de cualquier modista famoso. Se hizo la fuerte y a pesar de que alguna boja la dejaría huella, siguió andando con paso firme hasta el teatro, estaba deseosa de ver aquella obra, le habían hablado también de ella que había soñado un par de noches con aquella función. Ella era una de las actrices, para más señas la actriz principal, encajaba perfectamente en su papel, lo único que diferenciaba su vida de la obra era el final y por eso ella iba a ir a verla, esperaba que aquel final la diera fuerzas para igualar  el suyo al de la obra, aunque sabía que no iba a ser fácil pero por intentarlo no iba a quedar…

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