martes, 26 de mayo de 2015

Capitulo 653: Fútbol en esencia pura.



Mientras las grandes factorías futbolisticas se empeñan en acaparar televisiones, radios y periódicos, los equipos pequeños aprovechan sus buenas temporadas cosechadas, para darse un atracón de felicidad mientras dure la liguilla de ascenso a categoría superior. Este es el caso del Villanovense, equipo que milita en segunda B y que con una temporada espectacular, ha logrado acabar en cuarta posición en el grupo cuarto. Un grupo difícil con equipos filiales de primera división y otros muchos, la mayoria, con mayor presupuesto al equipo extremeño.
Lejos de amilanarse y con un entrenador valiente y con experiencia como jugador en categorías superiores, este humilde equipo ha conseguido que en la ciudad de Villanueva de la Serena, solo se hable de fútbol.

El sábado pasado y después del primer sorteo que deparó un enfrentamiento contra el filial del equipo al que soy fiel y leal desde que nací, es decir, el Athletic Club. Decidimos algunos componentes de la peña que tenemos en Huertas de Ánimas, acercarnos a pasar la tarde a dicha ciudad. Allí nos reencontraríamos con amigos y seguidores del Athletic de localidades cercanas, ademas de varios componentes de alguna que otra peña con la que ya hemos viajado alguna vez juntos hasta la capital del Botxo.

Antes de las tres de la tarde estábamos sentados en una terraza de una de las calles principales de Villanueva, departiendo inquietudes y momentos vividos a costa de nuestro equipo. Fue bonito comprobar el ambiente previo que se vivía en la ciudad antes del transcendental choque. Vecinos con camisetas verdes y bufandas del mismo color, que teñían las terrazas de los bares. Alguno que otro se acercaba a hacerse fotos con nosotros, que la verdad, no eramos muchos, pero también ayudábamos con nuestras camisetas, banderas y bufandas, a dar colorido a la terraza donde la peña Serona del Athletic, había instalado el campamento base.

Entre trago y degustaciòn de una rica paella, fuimos tumbando las horas que nos separaban del partido. La afición local se iba dejando notar y nosotros calentábamos gargantas antes de salir en procesión hasta el campo. Algunos miembros de peñas locales decían tener el corazón partido, puesto que su devoción al Athletic, se veía interrumpida al enfrentarse al equipo de su ciudad, en la cual mas de uno tiene familiares o amigos jugando. Ellos lo arreglaban diciendo que pasase lo que pasase en el partido, no les dolería y lo que si querían ver, era un partido limpio y emocionante.

Con los pequeños de las familias disfrutando como hacia tiempo que no les veíamos, nos empezamos a encaminar al campo. Allí las gradas estaban casi repletas y pocos asientos vacíos se veían que no fueran los nuestros, que gustosamente nos habían reservado como afición visitante.

Del partido se habrá hablado ya todo o casi todo. Lo que pidieron los seguidores con el corazón dividido creo que se cumplió a la perfección. Emoción, goles y fútbol en estado puro. Con pocas faltas y con total deportividad, cosa que uno, cuando va con niños al fútbol, agradece de forma considerable, puesto que en sus ojos uno ve el disfrute cuando solo se trata de ver y percibir la esencia de este bello deporte.

Los aficionados locales se dejaron sus gargantas animando y su equipo lo notó, vaya si lo notó cuando mas falta le hizo, dado que el equipo visitante logró empatar el choque y por momentos hasta fue capaz de intimidar a los jugadores serones.

La tarde algo calurosa iba pasando y los locales se llevaron el partido por dos goles a uno merecidamente, puesto que en el computo global, fueron superiores a nuestros cachorros.
Una vez terminado el encuentro y después de que los jugadores del Athletic B vinieran hasta nuestra grada a agradecernos el apoyo prestado por nuestra parte, decidimos salir del campo.
La primera idea que se nos vino a la mente fue la de irnos en busca de los coches para poner camino de regreso hasta nuestro pueblo, que tampoco son muchos kilometros acostumbrados a los setecientos que hacemos para ver a nuestro equipo jugar como local. Pero ante la insistencia de nuestros pequeños en querer esperar a los jugadores para hacerse fotos con ellos, decidimos dar la vuelta completa al estadio, hasta dar con los vestuarios por donde salían a cuenta gotas nuestros cachorros.

Allí sin duda que pasamos el mejor momento del día. A pesar de que los aficionados mas "radicales" del equipo local, esperaban a los suyos para agradecerles el esfuerzo consumado a lo largo del encuentro.
Uno que ha vivido de todo en varios campos de fútbol yendo de visitante, no me fío ya de nadie. Mas aún llevando de la mano a mis dos hijos y mujer, lo que me hacia estar un poco mas nervioso todavía.
El trato de nuestros jóvenes jugadores para todos los aficionados que allí nos encontrábamos fue exquisito. Haciéndose todas las fotos y firmando todo lo que varios aficionados athletizales les íbamos pidiendo según iban saliendo. Una vez todos dentro del autobús y después de haber compartido incluso mas de una conversación con respecto al partido jugado y al posterior partido de vuelta, nos tocaba irnos a nuestros coches teniendo que pasar delante del grupo numeroso de aficionados locales que todavía seguían esperando a sus futbolistas.
A pesar de haber escuchado durante algunas fases del partido el tan manido cántico que una y otra vez nos repiten en todos los estadios de primera división, donde jugamos como visitantes. fue cruzar delante de estos y empezar a sonar aplausos, que no puedo negar que me sorprendieron y emocionaron. Escuchar el cántico de Athletic, Athletic de tantas voces Seronas logró emocionarme y los poco mas de treinta o cuarenta seguidores Athletizales que íbamos juntos, devolvimos los aplausos y los cánticos a su equipo. Fue un momento mágico de los pocos que por desgracia hoy en día se viven en pocos campos de fútbol o alrededores, como fue nuestro caso. Me quedo con la mirada de mi pequeño emocionada hacia su padre pensando que lo que nos estaba pasando era algo inverosímil y que quizás él, en su corta vida, no ha podido vivir aun.

Solo deseo que el domingo en el partido de vuelta allí en Bilbao, estos aficionados disfruten y sean tratados de lujo, cosa que no dudo conociendo a mi afición. El premio de conocer San Mames poca gente le ha podido disfrutar y recomiendo a todo el que pueda acercarse desde Villanueva, que no lo dude ni un solo momento y no se acojone por la distancia. Esos viajes largos son los que uno recuerda para toda la vida y si tienen la suerte de pasar la eliminatoria solo nos quedará felicitarles y animarles en la siguiente ronda. Si no es así, pues que se queden con lo vivido este año, y piensen que todos juntos, si se puede para futuras temporadas.

Para mi sin duda que este equipo tiene en mi corazón, un rinconcito guardado para el.

Gracias a todos los aficionados locales por el trato exquisito. A la peña Serona por hacer de anfitriones como solo ellos saben y a mis paisanos de Huertas por haberme acompañado en este evento.

Suerte Villano y Aúpa Athletic.









1 comentario:

  1. Me alegro que hayáis disfrutado del día de esa manera y más, pudiendo comprobar que todavía quedan sitios donde se trata bien a la afición rival.

    Aunque a todos nos tiren determinados colores, eso no quita para respetar al contrario y siendo siempre conscientes de que un partido de fútbol no puede dejar de ser una fiesta.

    Un cordial saludo y aúpa Athletic.

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