Uno tiene que mirar a su alrededor una y otra vez para ver
lo que los jóvenes aliados al poder en Trujillo, pregonan por las redes
sociales. El pregón no es otro que decir que en Trujillo se ha notado el cambio
desde que sus jefes están en el poder. Pero un servidor tiene tortícolis de
mirar para un lado y para otro de la ciudad, para ver tan ansiado cambio.
El primer año que han tenido para iniciar el cambio, se le
han pasado echando la culpa a la herencia recibida. Uno, que la palabra
herencia la tiene en un altar, por lo que dicha palabra lleva tras de sí, casi
siempre algo bueno suele ser. Dinero, terrenos, casas. Etc. A estos señores que
nos gobiernan parece ser que la herencia recibida no ha sido de su agrado, como
si antes de entrar no supieran lo que se iban a encontrar, que visto lo visto
dos años después, no debe de haber sido tan malo como ellos se tupieron de ir
pregonando por todos los sitios donde iban. No sé cuantos millones de déficit.
Ciento cuarenta trabajadores en plantilla, por cierto, los mismos que hay dos
años después. Construcciones ilegales por toda la ciudad. Las mismas que siguen
existiendo, bueno no, algunas más existen de nueva construcción en estos dos años.
En el tema del paro sí que se ha notado el cambio, puesto
que de los mil y pocos que había hace dos años, hemos pasado a los mil y
muchos. Este tema que por lo visto es el que quita el sueño a nuestro señor
alcalde, (según él) sigue siendo penosa la gestión realizada para apaliar dicho
cáncer. La única solución que este equipo de gobierno ha puesto en marcha, es
la que ya existía en Trujillo. Es decir, que o trabajas contratado por el
ayuntamiento, o no trabajas. Esa historia, lleva demasiados años implantada en
nuestra ciudad y la gente a su vez, lleva acomodada demasiado tiempo también a
esa gestión. Es penoso observar lo que siempre hemos visto todos. Es un chollo
currar en el ayuntamiento puesto que no existe nadie que tenga las suficientes
agallas a día de hoy, que sepa mandar al personal contratado. Que a los vecinos
les sigue doliendo ver como se amontonan trabajadores en el mismo corte, y que
ninguno de ellos suda lo que cobra, (quizás pueda salvar alguno, pero no me
atrevo). También se ha notado algo en los sueldos de los obreros, puesto que
con la manía de coger tijeras como sus jefazos de Madrid, no les ha temblado el
pulso para hacer lo mismo. Y claro, si un obrero antes trabajaba poco, hoy
tiene la excusa de decir que cobra poco. Y en esas andamos dos años después,
buscando el cambio anunciado y que en este tema, tampoco encuentro por ningún
lado.
Otro pequeño cambio que he tenido la oportunidad de
presenciar, ha sido el ver cómo hay que ser alguien en esta vida para que te
arreglen tu calle, porque si no, es imposible explicar que significa el dinero
invertido en arreglar una calle de Huertas por la cual pasan al día dos
personas como mucho y cero coches. Una calle muy importante sin duda y que la
hacía mucha falta. Mucho más que a las calles principales, con las que siguen
jugando al gato y al ratón con el asfalto y los baches. Pero sin duda que esto
no les aprieta mucho. En Huertas han dado con una asociación de vecinos
acomodada y con pocas ganas de enfrentarse al poder. Casi igual que cuando
gobernó nuestra paisana, a la cual no les faltó nada más que hacerla exiliarse.
Y es que no veo diferencia alguna entre uno y otro mandato,
por mucho que comparo. En lugar de cabrear a unos, han logrado cabrear a todos
por igual y vaya como ejemplo lo vivido la otra tarde en la plaza mayor
trujillana, en la cual, quise parar como siempre ha echar la primitiva. Cuál
fue mi sorpresa al bajarme del coche y ser abordado por un policía que me
invitó a quitar el coche de allí y ponerle justo al entrar a la plaza. En el
lugar que sin duda más podía llegar a estorbar a autobuses o vehículos ligeros.
La verdad que me quedé un poco aturdido ante dicha invitación y no pude dejar
de preguntar el porqué de aquella orden. A la cual el policía enfadado me
contestaba que eran ordenes de los políticos que nos gobiernan, que se empeñan
en que ellos queden mal con toda la población. Y si, la verdad que lo está
consiguiendo puesto que al entrar en la administración de lotería, la
dependienta echaba pestes por su boca. Se quejaba de esta nueva orden que por
lo visto solo tiene efecto en horario comercial,” lo justo para acabar con
nuestros negocios” decía la señora muy enojada. Y para los colegios dejan
aparcar y después del horario comercial, la plaza llena de coches, me acababa
diciendo. Y todo esto es lo que precede a la zona azul prevista, cuando desde
hace muchos años la plaza mayor debía de ser un lugar en el que jamás pisara un
coche. Otro cambio que veremos de nuevo, ver la plaza de coches llena en
cuadrados azules.
Y la oposición mientras tanto, ¿Qué? Apoyados en la frase
que el gobierno tiene mayoría absoluta dejan pasar los días. No plantean
alternativas para nada, ni dejan ver a los ciudadanos que ellos son lo que
Trujillo merece. Así que no nos quedan más cascaras que seguir otros
setecientos treinta días más, buscando el tan ansiado cambio.
Que Dios nos pille confesados y si puede ser, sin su banda
sonora habitual. Que ya nos conocemos…
En todos los ámbitos y en cualquier circunstancia, Dios nos libre hasta de los buenos políticos -si es que hay alguno-, porque de los malos, nos vamos a tener que librar nosotros algún día a no mucho tardar.
ResponderEliminarOdio eterno para tantos HDLGP, que como todos ya sabemos, viene a significar Herederos De Los Grandiosos Patriotas.
Mejor dejarlo así, porque si sigo, me veo hasta excomulgado.