domingo, 9 de junio de 2013

Capitulo 492: Ruta Cabañas del Castillo- Pantano de Santa Lucia.










Después de una semana de vacaciones, hoy, cuarenta de mayo, volvíamos a los senderos extremeños, los cuales echa uno de menos tan solo con dejar de andarlos una sola semana. Quizás pueden ser los kilómetros andados o quizás la compañía en los mismos, el caso es que un fin de semana sin andar, el cuerpo lo nota y causa de ello pueden ser las agujetas que a esta hora padezco.

La ruta de hoy la comenzábamos a las siete de la mañana, pensando en que en la fecha que estamos, iba a ser lo mejor para quitarnos los calores previstos. Pero el refranero español es sabio y cuando se inventó lo del cuarenta de mayo no te quites el sayo, seria por días como el de hoy.


Por eso aunque nos parecía raro a todos, ninguno ha dejado la manga larga atrás y mucho menos han aparecido las calzonas entre los senderistas, que en esta fecha suele ser el traje habitual de muchos.
Pues unos tres cuartos de hora después, llegábamos al inicio de la ruta, la cual empieza justo en el cruce del pueblo de Cabañas del Castillo. Allí dejábamos los coches y mochilas al hombro, comenzábamos la aventura. El día por allí amanecía con una niebla bastante espesa, cosa poco habitual en estas fechas, además estaba bastante nublado y amenazaba lluvia. Con todo eso la temperatura era estupenda para andar y la verdad que para la ruta de hoy se agradecia.


Por unos caminos bastante anchos y con buen firme, comenzaba la ruta, bajando una gran cuesta, la cual, sabíamos que a la vuelta había que subirla, puesto que allí se juntaban el camino de ida y el de vuelta. Doce senderistas entre los que se encontraba nuestro pequeño gran senderista Jesús, que a pesar de su juventud, es uno más del grupo y aguanta todo el camino que se le ponga por delante.

Sobre unas dos horas después, llegábamos al pantano de Santa Lucia, del cual se abastece de agua la Ciudad de Trujillo además de algún pueblo más de la comarca. Por eso entre los senderistas existía el morbo de saber cómo andábamos de agua y la capacidad de dicho pantano. La zona es muy bonita y agradable de andar, sobre todo ahora que muchas flores están en su plenitud y el olor que desprenden te embadurna por completo.

Allí hemos aprovechado para comernos el bocadillo, en un merendero habilitado para ello. Un lugar precioso que hemos disfrutado de la mejor manera posible que existe, que no es otra que llenarse el estómago de productos de la tierra, además de alguna tortilla preparada para la ocasión.

Después de comer y hacer cientos de fotos, hemos seguido la ruta hasta el pantano antiguo, el cual daba cientos de problemas antiguamente de abastecimiento de agua a la ciudad, dado su pequeño caudal. El que existe en la actualidad a día de hoy está tirando el agua por sus aliviaderos, por eso es normal que se piense en su ampliación, no está la cosa para tirar tanta agua tantos meses seguidos. Para mi dicha obra debería haberse acometido bastantes años antes, pero como todos sabemos, el hombre siempre piensa tarde y mal.
Durante dicha ruta hemos podido degustar algunas cerezas que nos hemos encontrado en los arboles aun, por cierto, algunas estaban de miedo. Además de algún madroño que ya iban cogiendo su color y tamaño rojizo.


La ruta se acababa veinte kilómetros después, con la cuesta ya anunciada y las piernas algo cargadas. Pero con la sensación de haber podido disfrutar de una ruta preciosa en un lugar mágico el cual, nos ha sorprendido a todos los que hemos tenido la suerte de poder recorrerle. Esta ruta sin duda que será una de las que repetiremos en otra fecha del calendario, a ver si con un poco de suerte cuando volvamos, han comenzado las obras anunciadas, aunque todos sabemos que las cosas de palacio, van pa despacio….





1 comentario:

  1. Bueno, bueno, lo de haber estado una semana de vacaciones y sin andar, es algo relativo, que me han dicho que os hicisteis una buena ruta por la Avda. de la Albufera, en Vallekas, y eso también tiene su mérito.
    Un saludo.

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Capítulo 1.021: Finde de las tres "S"

  Santoña, Santander, Santillana del Mar. Nos volvimos a poner en carretera cuatro meses después de haber hecho el anterior viaje a Portugal...