A pesar de
ser el primer día de trabajo de la semana y después de un fin de semana cargado
de actividades, esa mañana no le dio pereza levantarse. Al principio no sabía
porque se había levantado con el ánimo tan alto, pero según preparaba el
desayuno en la cocina, le vino a la mente de nuevo el rostro de aquella mujer.
No era capaz
de reconocerla bien, lo único de lo que se acordaba del sueño, era que había estado
con ella toda la noche. Soltó la taza del café y se encaminó al dormitorio, quizás
con la esperanza de encontrarla allí entre las sabanas. Después de cerciorarse
de que aquello definitivamente había sido un sueño, volvió sobre sus pasos en
busca del café, que ya no humeaba tanto como hacia un rato, pero su mente seguía
buscando aquel rostro que le era tan conocido y que en ese momento, no era
capaz de memorizar.
Mientras se vestía
para ir al trabajo, le volvió a venir algún reflejo de aquel sueño a su mente, tenía
el pelo largo, de eso si me acuerdo, pero…. ¿Quién era?, ¿Por qué no recuerdo
su cara?
Se montó en
el coche y puso rumbo a la oficina;
mientras, en el trayecto hasta la misma, le volvió a recorrer aquel rostro
femenino su cabeza, ahora le sonaba más si cabe aquella cara, era guapísima, tenía
el rostro muy blanco y sus ojos eran verdes, un verde intenso que solo con
mirarlos enamoraban, vaya que enamoraban…
El día se le
hizo cómodo, cada poco tiempo volvía a su cabeza parte de aquel sueño y el parecía
un niño que estrenaba zapatos, no sabía porque, pero estaba deseando de volver
a casa, pegarse una ducha y meterse en la cama, quien sabe si quizás esa misma
noche, no volviera a parecerse en sus sueños aquella mujer que le había enamorado
completamente.
Con el paso
de los días, aquel sueño se volvió pesadilla, ya no estaba tan contento, sentía
la imperiosa necesidad de saber quién era aquella mujer, tenía que ser alguien
cercano a él, pero quien exactamente??
Hoy mientras
se dirigía al juzgado a arreglar los papeles del divorcio, se cruzó en los
mismos con una antigua amiga del instituto, ella nada más verle le reconoció enseguida
y al poco de saludarse se fueron a tomar un café juntos.
Mientras su
amiga hablaba, él le daba vueltas a su cabeza, era ella la del sueño del otro día?
Su amiga tenía los ojos verdes, aunque el pelo lo llevaba más corto que la
mujer de su sueño, así que ni corto ni perezoso la preguntó: ¿Te has cortado el
pelo hace poco? Ella asintió con la cabeza mientras daba un sorbo a su café.
Claro, antes
le llevabas más largo ¿verdad?
Si, ¿por qué
lo sabes?, si hace que no nos vemos más de quince años.
Bueno, cosas
mías, quizás te he visto hace poco y tu a mi no, quieres que cenemos esta noche
juntos, le pregunto el sin andar con tapujos.
Lo siento,
pero me esperan en casa mis dos hijos y mi marido, otra vez será.
Después de darla
dos besos y despedirse de ella, al oler
el perfume de su amiga se ha dado cuenta de que era ella la de su sueño, olía
igual que aquella noche que soñó con aquella mujer…. No podía ser que aquel
sueño no se cumpliera, el se negaba a ello, por eso desde aquel día y hasta el día
de hoy, no ha parado hasta conseguir una cena con ella, lo tenía claro,
mientras cenaran, tenía pensado contarle aquel maravillosos sueño que una vez
tuvo, en la que ella era la protagonista del mismo, quien sabe, lo mismo ella también
soñó alguna vez algo parecido, ¿Por qué no?
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