martes, 22 de mayo de 2012

Capitulo 294: Alguna vez, se cumplirán tus sueños.





A pesar de ser el primer día de trabajo de la semana y después de un fin de semana cargado de actividades, esa mañana no le dio pereza levantarse. Al principio no sabía porque se había levantado con el ánimo tan alto, pero según preparaba el desayuno en la cocina, le vino a la mente de nuevo el rostro de aquella mujer.

No era capaz de reconocerla bien, lo único de lo que se acordaba del sueño, era que había estado con ella toda la noche. Soltó la taza del café y se encaminó al dormitorio, quizás con la esperanza de encontrarla allí entre las sabanas. Después de cerciorarse de que aquello definitivamente había sido un sueño, volvió sobre sus pasos en busca del café, que ya no humeaba tanto como hacia un rato, pero su mente seguía buscando aquel rostro que le era tan conocido y que en ese momento, no era capaz de memorizar.

Mientras se vestía para ir al trabajo, le volvió a venir algún reflejo de aquel sueño a su mente, tenía el pelo largo, de eso si me acuerdo, pero…. ¿Quién era?, ¿Por qué no recuerdo su cara?
Se montó en el coche y  puso rumbo a la oficina; mientras, en el trayecto hasta la misma, le volvió a recorrer aquel rostro femenino su cabeza, ahora le sonaba más si cabe aquella cara, era guapísima, tenía el rostro muy blanco y sus ojos eran verdes, un verde intenso que solo con mirarlos enamoraban, vaya que enamoraban…

El día se le hizo cómodo, cada poco tiempo volvía a su cabeza parte de aquel sueño y el parecía un niño que estrenaba zapatos, no sabía porque, pero estaba deseando de volver a casa, pegarse una ducha y meterse en la cama, quien sabe si quizás esa misma noche, no volviera a parecerse en sus sueños aquella mujer que le había enamorado completamente.
Con el paso de los días, aquel sueño se volvió pesadilla, ya no estaba tan contento, sentía la imperiosa necesidad de saber quién era aquella mujer, tenía que ser alguien cercano a él, pero quien exactamente??

Hoy mientras se dirigía al juzgado a arreglar los papeles del divorcio, se cruzó en los mismos con una antigua amiga del instituto, ella nada más verle le reconoció enseguida y al poco de saludarse se fueron a tomar un café juntos.

Mientras su amiga hablaba, él le daba vueltas a su cabeza, era ella la del sueño del otro día? Su amiga tenía los ojos verdes, aunque el pelo lo llevaba más corto que la mujer de su sueño, así que ni corto ni perezoso la preguntó: ¿Te has cortado el pelo hace poco? Ella asintió con la cabeza mientras daba un sorbo a su café.

Claro, antes le llevabas más largo ¿verdad?

Si, ¿por qué lo sabes?, si hace que no nos vemos más de quince años.

Bueno, cosas mías, quizás te he visto hace poco y tu a mi no, quieres que cenemos esta noche juntos, le pregunto el sin andar con tapujos.

Lo siento, pero me esperan en casa mis dos hijos y mi marido, otra vez será.

Después de darla dos besos y  despedirse de ella, al oler el perfume de su amiga se ha dado cuenta de que era ella la de su sueño, olía igual que aquella noche que soñó con aquella mujer…. No podía ser que aquel sueño no se cumpliera, el se negaba a ello, por eso desde aquel día y hasta el día de hoy, no ha parado hasta conseguir una cena con ella, lo tenía claro, mientras cenaran, tenía pensado contarle aquel maravillosos sueño que una vez tuvo, en la que ella era la protagonista del mismo, quien sabe, lo mismo ella también soñó alguna vez algo parecido, ¿Por qué no?

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