Había una
vez un pueblo, en algún lugar de Extremadura de cuyo nombre no hace falta que
me acuerde ni que aquí lo escriba, en el que prácticamente solo mandaba el cura
y sus súbditos. Este hombre es cierto que era un gran trabajador para y por el
pueblo, tenía sus detractores y también sus "aplaudidores", que aunque a veces no
les cuadraba las cosas que hacia aquel cura, ellos, le seguían alabando, aunque
les jodiera de lleno sus decisiones.
Un año en
tiempo de vacas flacas, varios habitantes del pueblo le pidieron que las “comuniones”,
pasara de celebrarlas en domingo a hacerlo en sábado, puesto que era notable
que a todos los implicados les vendría mucho mejor que estas fueran en sábado.
Este hombre,
el señor cura, les respondió igual que responde siempre a la gente que le
propone cosas que ha él no le cuadran, les dijo que eso no podía ser, que la tradición
era celebrarse siempre en domingo, que el día del señor es el domingo y era
cuando debían de celebrarse las comuniones. Después cambió el tema y no volvió a
dejarles pronunciar palabra
Uno de los
padres que fue a proponerle tal cambio, era bastante hábil hablando y tenía el
don de hablar bastante bien, los demás acompañantes, no se desenvolvían nada de
bien hablando y menos delante de un cura, los tacos eran habituales en sus
coloquios y no poder pronunciarlos delante de aquel señor, les cortaba a la
hora de revelarse.
Pues mire
usted, empezó diciendo aquel padre. Que sepa, que por culpa de su negativa a
cambiar el día de las comuniones, el carnicero, ese día no venderá mas carne,
el del comercio de droguería, no venderá ninguna colonia ni tampoco ningún
desodorante, que fácilmente se puede haber dejado olvidado alguno de los
invitados que vienen de fuera. El de la farmacia no venderá ninguna “aspirina”
que haga falta a los forasteros. Los dueños de los bares, se apañaran ellos
solos y tampoco contrataran a nadie, total, dicen que para un rato no merece la
pena ese esfuerzo. Que sepa usted que en los tiempos que corren, dejar de
recibir a mas visitantes en el pueblo es un lujo, porque seguro que siendo las
comuniones en sábado, tendrían ganancias todos los que antes le he nombrado y
si ellos ganan, aunque solo sea uno, llevaran alguna limosna al cepillo de la
iglesia, puesto que no contaban antes con ese dinero. A usted le miraran de
otra manera, incluso más de un ateo dueño de algún establecimiento, le dirigirá
la palabra de forma más amena a lo que ahora es habitual.
El cura se quedó un poco pensativo, más de lo normal ante tales palabras, porque antes jamás
le habían puesto en esa tesitura, al cabo de algunos segundos, le dijo al
padre:
“La verdad
que son buenas razones las que usted me da”, pero le sigo diciendo lo mismo, el
día del señor es el domingo.
Ya, le dijo
aquel padre, entonces en otros pueblos que hacen las comuniones en sábado pasan
del día del señor, ¿no?
El cura que
no estaba acostumbrado a tales intimidaciones, empezó a resoplar y a cambiar de
tema, hasta que el padre le volvió a acusar: Si usted no cambia el día,
nuestros hijos no harán la comunión en su parroquia, aunque nos cueste más
dinero a todos mover a todas nuestras familias………
Vosotros veréis
lo que hacéis, estáis en vuestro derecho a hacer lo que se os ocurra.
Después de
convocar una asamblea extraordinaria en la asociación de vecinos, esos padres
han conseguido el número de firmas suficientes para ponerlas encima de la mesa
del párroco, Este al ver tales papeles, no ha tenido más remedio que cambiar la
fecha de las comuniones.
Dos años después
de aquello, nadie se acuerda de que las comuniones antiguamente eran en
domingo, además que han conseguido también el año que hay más de 15 niños,
partirlas en dos sábados, así todo el pueblo en el mes de mayo está a tope de
gente y la renta del mismo, ha subido en casi todos los hogares solamente por
el simple hecho, de cambiar las comuniones de día.
No es tan difícil como algunos lo pintan.
Joder, este cura me recuerda al de las huertas.
ResponderEliminarQue mal pensado eres........!!!!!
ResponderEliminarpues si tienes muchas razones ...pero torrecillas por desgracia no es las huertas.... pero tenemos lo que nos merecemos ehorabuena por el articulo...
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