Llegó, con su espada de madera y una sonrisa en su rostro que pronto encandiló a una ciudad asfixiada por el paro y la despoblación. Prometió el oro y el moro y casi juró, que mientras el estuviera al frente del consistorio, nadie pasaría hambre. De su bolsillo salia pasta para pagar agua y luz de los vecinos que ante la impotencia de no llegar a fin de mes, no les quedaba mas cáscara que postrarse ante el mesías y jurar y perjurar que ellos le habían votado.
Recopiló palmeros del psoe que no aguantaron el cambio que supuso para su formación el ver a Fernando Acero haciendo de Redondo, faltándole la rosa y las ganas de actuar como un ciudadano de izquierda. Para votar a un señor de derechas camuflado en nuestro partido, prefiero votar de cara y darle mi confianza al chaval que de apellido Casero, viene a poner a la ciudad de Trujillo donde se merece.
Los que no le votamos manteníamos la mosca detrás de la oreja y no fue fácil enfrentarse por estas redes al ochenta por ciento de la ciudad la cual había concedido su voto al flamante diputado.Casi como si fuera un insulto o una tropelía, el llevarle a él y a todos sus súbditos la contraria. Insultos en mi blog sufrí para fabricar un circo, menos mal que decidí ir guardándolos todos por si la autoridad algún día le hiciera falta para cualquier denuncia la cual nunca he promovido. Que me vino mal hablar las cosas claras y dar la cara por muchos que pensaban como yo? pues no lo se, en cuestiones laborales nunca me ha faltado trabajo por pensar diferente al resto de la población y siempre he dejado claro que mi intención era defender el dinero de mis impuestos el cual desde que soy mayor de edad, nunca he visto que estuviera bien invertido.
Las primeras promesas que aquella noche regada con alcohol y rodeado de palmeros en el hotel Victoria empezó nuestro alcalde a difundir, fueron el poner en su sitio a trabajadores del ayuntamiento los cuales según él y según muchos de nosotros no ejercían su trabajo acorde a sus sueldos.
Los primeros meses se paseó por la ciudad siempre pisando alfombras rojas por donde quiera que iba sin ni tan siquiera haber movido o renovado nada de Trujillo. Con la palabra transparencia nos iba dando prorrogas antes de enseñarnos a todos la ruina que el partido anterior había causado en la ciudad con su gestión y los ciudadanos que se creyeron todas sus promesas,se iban acercando y pidiendo audiencia para ser recibidos en su despacho.
Cuantas palmadas en la espalda repartió por aquellos meses prometiendo a la vez trabajo a quien tragándose sus escrúpulos, no les quedaban mas cáscaras que ir a poner la mano para ver si ese mes por lo menos el agua o la luz, las pagaba el señor alcalde. Empezaron sus voceros a hacer su trabajo y llenaron todo Trujillo de que ese dinero salía del propio bolsillo del alcalde.
Si por aquellos días llevabas la contraria a sus voceros, igual que hienas acudían todos buscando carnaza y señalándonos con los dedos a quienes no nos creíamos esta farsa.
La mejor forma que fue encontrando el alcalde de ir calmando a la ciudad viendo que el dinero que hacía falta para realizar las dos mil promesas que había hecho no llegaba fue lanzar una campaña contra quienes mandaban en la Junta y Diputación, confesando que al no ser del mismo partido que el suyo nunca tratarían a Trujillo como se merecía.
Vio un filón en traer eventos que nunca antes habían venido a la ciudad, conciertos a tutiplen importando poco su coste y ferias de cualquier cosa que algún listillo e interesado planteaba en su despacho siempre con el objetivo de sacar tajada.
Por aquellos años su concejala de hacienda comenzó a realizar bien su trabajo y los primeros peros a la gestión del alcalde no tardaron en llegar. Viendo el resultado postrero está claro que Ines y Alberto no comulgaban juntos y lo mejor para el señor alcalde y lo peor para nuestra ciudad, fue quitársela del medio y hacer y deshacer él a su antojo.
Ya no había nadie que controlara comidas y cenas en cualquier restaurante de la ciudad, cualquier reunión que se celebrara en Trujillo debía de ser regada y alimentada a todo confort y las voces de estos gastos inverosímiles, pronto se fueron esparciendo por la ciudad.
Las promesas de llenar el polígono de empresas se iban diluyendo a la vez que el dinero no llegaba al consistorio y la famosa RPT que tanto había prometido este señor se quedaba en agua de borrajas.
Las siguientes elecciones fueron de nuevo un paseo para Alberto sin duda por culpa de la oposición que volvieron a poner al mismo inepto (viendo los primeros cuatro años) al frente. Esto le hizo volver a prometer cosas que ni el mismo se creía y si los primeros cuatros años gastó dinero a espuertas en ferias y parrandas los siguientes no se iban a quedar atrás. Sin nadie que le controlara y con una oposición acomodada detrás de la palabra "mayoría" Casero comenzó a viajar junto alguno de sus nuevos concejales que vieron un chollo el llegar a su puesto y encima cobrar, viajar y vivir lo que nunca podrán hacer fuera del ayuntamiento.
Los concejales mas moderados comenzaron a dar un paso atrás pero siempre obligados a no abrir el pico no fuera a ser que contaran cosas que hicieran daño al consistorio. Por aquellos años mi blog se convirtió en el blog del pueblo y todo el que quería publicar algo para que se hiciera notar, venía a mí y aquí se publicaba. Fueron incluso concejales de Casero los que de una forma u otra iban contando cosas para que aquí salieran y de ese modo quitarse el San Benito de haber sido ellos quienes lo iban contando.
Las fábricas prometidas seguían en el limbo y los palmeros que al principio fueron capaces de trabajar seis meses en el ayuntamiento, ya no conseguían ni ser recibidos por el alcalde, aquel que en su programa llevaba la palabra transparencia por bandera.
Sin la frase famosa de la herencia recibida en el bolsillo por estar oxidada, la culpa ya no la tenía nada más que Vara y luego, los últimos meses Pedro Sanchez dado que Mariano Rajoy llenó Trujillo de empresas y dinero justo antes de salir zumbando.
En la ciudad pronto se escuchó que este señor no volvería a presentarse y que su amistad con Casado sin duda que elevaría su estatus a cotas mas altas. Los que todavía (pocos) seguían arrastrándose detrás de él no podían creer que dejara la ciudad como está a su libre albedrío sucia y asilvestrada como jamás hemos conocido los de mi generación y mira que hemos visto barbaridades en esta hermosa ciudad. Y ahora que? se preguntaban muchos votantes "peperos" si es que tenemos que dar la razón a quienes hablan mal de la gestión de aquel mozo esbelto que vino a Trujillo igual que aquel que le lavaron los pies miles de años atrás.
Y lo peor de todo esto es que en política todo vale y si entras y la cagas no pasa nada, tu gestión nunca se recostará a tu bolsillo, al contrario, todos logran colocarse en buenos puestos antes de que les den la patada merecida que muchos de sus votantes y por aquellos años palmeros, estarían hoy en día orgullosos de dársela.
Está claro que en el congreso visto lo visto contra peor gestor hayas sido en tu municipio, antes te ofrecerán el sillón y sobre todo varios miles de euros para gratificarte por todo lo que has fundido en Trujillo sin generar nada de empleo y dejando una ciudad hermosa crucificada en el mas absoluto caos que será difícil de gestionar, incluso si los ciudadanos eligieran a tu compañera Ines, aquella que nunca debió de marcharse para tu disfrute y que sin duda debe de estar pasando una vergüenza grande prometiendo lo mismo que su alcalde prometió y no ejecutó, ocho años antes.
Y como decía mi abuela, " Bendito con Dios vayas"
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