domingo, 19 de noviembre de 2017

Capitulo 873: Tren Digno Ya!!!!!

                                                          Fotografía: Patricia Redondo

Hoy me toca escribir a mi, soy Andrea y tengo quince años.

Cuando me enteré que se iba a celebrar en Madrid la manifestación a favor de un tren digno en Extremadura, no dudé ni un minuto en decirle a mi padre si podía ir a dicho acto. No sabía si él iría aunque suponía que si. Nunca antes había ido a ninguna manifestación ni nada por el estilo y es cierto que duele escuchar a nuestros mayores diciéndonos que la juventud de hoy en día va a su bola, que nos da igual todo y muchas mas frases y acusaciones que por la parte que a mi me toca son totalmente injustas. Habrá de todo como en todas las generaciones anteriores, porque si Extremadura es la gran olvidada, no se puede echar la culpa solo a los políticos que la gobernaron, mucha culpa tienen/tenemos todos sus habitantes de haber llegado a este extremo de abandono y dejadez.
Y no solo en temas de trenes, pero como ayer se trataba de pedir un tren digno, pues allí nos presentamos.


Eran las seis y cuarto de la mañana cuando mi padre me llamó. No puedo decir que no estaba algo nerviosa puesto que no sabía lo que nos íbamos a encontrar en Madrid. Una escucha la palabra manifestación y le vienen a la mente policías con porras sacudiendo a diestro y siniestro y manifestantes tirando piedras a los agentes.
Pronto mi padre me tranquilizó diciéndome que iba a ser una manifestación muy pacifica y totalmente festiva, puesto que nos concentrarían a todos en una plaza y no nos moveríamos de allí. Yo le preguntaba si no iríamos andando de un lugar en concreto a otro, pero él no supo contestarme como se iba a dar dicho acto.

A las siete de la mañana nos estábamos montando en el bus en la plaza Emilio Martinez de Trujillo, donde muchos paisanos de Huertas también se montaban en el autobús.
Entre risas y conversaciones la gente se iba desperezando, yo preferí echar una "cabezadita" después de tal madrugón. (Mi padre dice que duermo más que las mantas) no es cierto, solo cierro los ojos para meditar.

El viaje fue emocionante, coches que nos adelantaban con banderas extremeñas y carteles de Tren Digno Ya, y cientos de autobuses que saturaban todas y cada una de las vías de servicio que existen en toda la nacional quinta. Nosotros no teníamos pensado parar, pero al venir gente mayor necesitaban ir al servicio, por eso el conductor buscó uno de los lugares donde menos autobuses pudiera haber, pero así y todo, cuando paramos había otros cuatro además del nuestro. Paciencia y ya está, no queda otra ante tal avalancha.


Llegar a Madrid y la primera frase que le digo a mi padre es que no me gusta nada vivir en un lugar como ese. Los coches lo inundan todo, bocinas por aquí, mala leche por allá y todo petado de gente corriendo y andando deprisa sumidos en un estrés que en nuestro pueblo jamás tendremos.
Y llegamos al lugar donde nos para el autobús. Coger las mochilas y las banderas extremeñas y caminar hasta la plaza de España, lugar señalado para el acto.
Me cuenta mi padre que aquello le recuerda a los días de Extremadura celebrados en Trujillo, donde miles y miles de extremeños se juntaban para pasar el día de la comunidad. Que suerte tienen de haber conocido aquello, hoy en día ni siquiera se celebra ningún acto.


Una batucada nos recibe y el frío que hace nos invita a mover el esqueleto. Otros comienzan a gritar la frase de !Tren digno ya! y pronto familiares y amigos residentes en la capital nos vienen a acompañar. Todos los hogares extremeños se suman a la reivindicación y en cuestión de minutos en dicho lugar no cabe ni un alfiler.
Mi padre comienza a saludar a unos y otros y yo le voy preguntando que quienes son. Este es de Mérida, mi amigo Jacinto. Este otro de Madroñera, aquel era de Torrecillas, los de Jaraicejo también andan por aquí y yo me quedo asombrada de toda la gente que hay en la plaza.

El agobio nos hace decidir salir a tomarnos algo por los bares de la zona y allí en uno de ellos los camareros nos preguntan que es lo que venimos a reivindicar a la capital. Mi padre le cuenta un poco por encima el tema y el señor nos desea suerte, aunque también nos dice que el atajo de ineptos que nos gobierna no pondrá mucho de su parte.
Las banderas de Extremadura lo colman todo, tiendas, bares, aceras y bancos. Las viandas hacen acto de aparición y la gente comparte sus bocatas. Una señora mayor le pregunta a mi padre que de donde es la bandera que lleva y él muy orgulloso, le dice que de Extremadura.

Tras varias actuaciones en el escenario de la plaza llegamos con tiempo de ver al grupo Acetre del cual me doy cuenta que me se muchas de las canciones, quizás por culpa de mi padre que lo tiene siempre puesto en casa.

Y toca buscar un lugar para comer algo antes de irnos a buscar nuestro autobús que según los planos entregados, podía estar a unos dos o tres kilómetros. Pero que va!! por lo menos anduvimos seis y era gracioso ver a gente de aquí para allá buscando sus autobuses desesperadas unas y otras diría yo asustadas.

Una vez que llegó toda la gente nos volvimos a nuestras casas. En el autobús la gente coincidía en que la manifestación hubiera tenido mas eco si se hubieran cortado calles y hubiéramos andado por alguna que otra calle de Madrid y no solo donde nos ubicaron, que se quedó pequeño y no se pudo ver a toda la gente que se desplazó junta.

El ver despedirse a madres de hijos estudiantes unos, y otros trabajadores, que han tenido que abandonar la comunidad, me hace estar mas orgullosa de asistir a estas manifestaciones y me gustaría que para la siguiente se apuntaran mas amigos míos que reclamemos lo que nos merecemos para de esta manera no tener que abandonar nuestra tierra, la cual cada día está mas poblada de gente mayor.

Tren Digno Ya !!!!!!






1 comentario:

  1. Andrea, como (quizá) sabes yo tuve que irme de Extremadura por no encontrar allí trabajo. Y no te imaginas lo que me emocioné cuando vi allí a medio pueblo, y a media Extremadura, clamando por una infraestructura digna para evitar que haya más gente que, como yo, tenga que marcharse.

    Extremadura se ha unido, ha gritado (casi) al unísono y ya no nos van a callar.

    Muchísimas gracias por venir. A ti y a todas.

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