Capitulo 684: Sin bajar la guardia.

Creo que ya está todo dicho y hablado con respecto al primer año de la nueva comisión de festejos del pueblo donde vivimos. La verdad que gracias a las redes sociales todos estamos al día de todo y a casi nadie se le escapa nada de lo que ocurre durante dichas fiestas, aunque no lo presencies en directo. Cada año estas fiestas están a un nivel altísimo y culpa de ello la tienen todos y cada uno de los que han pasado por diferentes comisiones anteriores. Hemos llegado a un punto en los que da miedo caerse y por eso cada comisión nueva que entra, teme que sean ellos los que bajen el listón.

No podemos decir que no pueda pasar y que a cualquiera se le pueden presentar unas fiestas mojadas de principio a fin y ver muy mermada la recaudación en los festejos taurinos. Hay que estar siempre en guardia para cuando ello ocurra (ojala que no) y sepamos reaccionar cualquiera de los que en ese momento, estén al frente de la comisión. Estas fiestas son del pueblo y para todo el que quiera venir a disfrutar de ellas. Que no se nos olvide nunca que las fiestas deben de ser esfuerzo por parte de todos y no me refiero solo a la hora de mover hierros, que también. Hay diferentes formas de colaborar y muchas personas no son conscientes a día de hoy, que por lo menos sacarse el bono ya implica a la comisión, a contar con un dinero antes de que llegue todo y de esa forma saber mas o menos, hasta donde se puede llegar.

Otra manera simple de colaborar es anunciar nuestras fiestas entre todos los familiares y amigos y en la forma posible de cada uno, lograr que venga siempre alguien de fuera, de esta forma nos aseguramos que traspase los limites del pueblo y la propaganda de las mismas nos sea gratuita.
En nuestras fiestas siempre hay algo que hacer y aunque es verdad que está todo muy bien organizado, en cualquier evento puedes hacer falta. Desde cobrar entradas, adornar escenarios, preparar el frite de la vaca, repartir los churros de ese día, organizar algún juego después de las capeas o dentro de las mismas y quien sabe, inventar algo nuevo y darlo a conocer. Quien sabe si esa idea tuya no es aceptada y pasa a formar parte de estas nuestras fiestas.
Creo que esta y cualquier comisión que entre, siempre debe estar atenta a cualquier iniciativa, eso si, siempre que sea factible.

Ahora que tenemos las fiestas en uno de los lugares mas altos de los que jamás han estado, no podemos dejárnoslas caer, y debemos de implicarnos todos a tope. Sin bajar la guardia y tendiendo siempre los conocimientos que en cualquier cuestión podamos tener cualquiera de nosotros.
Creo que hay cosas mejorables, como el tema de los urinarios dentro de la plaza en los festejos taurinos. No veo que sea difícil el tema si se estudia con tiempo. Por lo menos en el rincón donde se pone mi peña.
Los nuevos que hemos tenido al pie de la carpa han sido un éxito. Limpios y sin tener que aguantar verdaderas marranadas como en años anteriores.
El pilar deberíamos de pedir que nos lo revisaran, pierde demasiada agua y si es caro su arreglo, a lo mejor no era mala idea taparle con una especie de escenario donde se subiera la gente. Creo que en comisiones anteriores estuvo a punto de hacerse.

Seguro que a todos se nos ocurren cosas que mejorar. No os la guardéis para vosotros. Se perfectamente que esta comisión por boca de sus miembros, están dispuestos a escuchar a todos los vecinos. Hay que animarse a participar de alguna manera, no os quedéis en casa esperando a escuchar el cohete y salir para la plaza. Que las fiestas del año que viene ya han empezado hoy.

Desde aquí dar las gracias de nuevo a los miembros de esta comisión. Por valientes, atrevidos, sinceros, y por dejar que algunos mejor preparados que ellos en algunas historias, les dieran consejos.

La primera está en la saca y creo que con muy buena nota, pero no bajéis la guardia que las fiestas de Huertas no son cualquier fiesta y cuesta el doble o el triple organizarlas que la de cualquier pueblo de los alrededores. Y seguramente que con la mitad de presupuesto.

Gracias por todo.

Fotografías: Jorge Grande y Andrea Suero.