viernes, 6 de diciembre de 2013

Capitulo 543: Ruta en Ibahernando. (Los tesoritos)




En la mañana de hoy como novedad, nos pusimos en marcha por nuestras tierras extremeñas.
El día como los anteriores fines de semana, volvía a amanecer frío y la helada caída la noche anterior, dejaba ver los campos pintados de blanco reluciente.


La ruta elegida en un principio para realizar hoy, no era la mas conveniente para dicho día, dado que las monterías en estos días se multiplican por la comunidad y antes de hacer alguna ruta comprometida, es mejor asesorarse y llamar antes al ayuntamiento del pueblo, para que te asesoren bien. Por eso a ultima hora de anoche, la ruta que teníamos pensada hacer por los Ibores, la suspendimos hasta nueva orden y para curarnos el gusanillo de andar, elegimos a ultima hora de ayer, la ruta que hay señalizada por ADICOMT, en la localidad cercana de Ibahernando, la cual no esta muy lejos de nuestro pueblo. Aunque como saben muchos de los lectores, en la actualidad hay que dar un buen rodeo para llegar a dicho pueblo, por culpa de la interminable obra de su carretera. La cual no cabe en cabeza humana, que lleve dos años para su adecentamiento y provoque el trastorno que supone, a todos y cada uno de los usuarios que diariamente, deben de hacer uso de ella. Lamentable y vergonzoso.



A las ocho de la mañana quedábamos en la plaza de Huertas, aunque bien es verdad que hasta en la hora, andábamos todos trastornados, puesto que unos insinuamos que las ocho era tarde para salir y alguno creyó que la hora de salida era a las siete y media, así que harto de esperarnos, ha optado por volver a su casa. Los demás, once senderistas en concreto, partíamos hasta Ibahernando.
La ruta hace algunos años que esta señalizada y la verdad que se agradece encontrarte con rutas así de fáciles y prácticas.
Encima no es muy larga, es prácticamente un paseo que con buena compañía, se hace mucho mejor.
Sobre las ocho y media, con las mochilas al hombro nos poníamos rumbo hacia la calle Hernán Cortes, por donde abandonábamos el pueblo en busca de las veredas señalizadas.
El inicio discurre por una pista de hormigón, la cual abandonamos rápidamente para transitar por unas callejas preciosas y un entorno muy bonito, el cual, nos ha sorprendido gratamente a casi todo el grupo.




Sobre las diez de la mañana, nos preocupábamos de buscar un lugar que fuera abrigado, para poder comernos nuestro habitual muerdino de pan. El aire que recientemente se había empezado a mover, era muy desagradable unido al frío que provocaba la helada caída. En el momento que un cancho nos ha parecido buen lugar para ello, nos hemos dispuesto a hacerlo. Hoy como sabíamos que la ruta era muy corta, el muerdino le hemos hecho mas largo que otros días, y la verdad, que se agradecen estos buenos ratos de historias, chistes, cuentos y chascarrillos, los cuales te alegran luego para toda la semana. Tengo bien comprobado que el grupo de senderismo, además de andar, es una buena salida para hablar y desahogarte, cosa muy necesaria muchas veces en nuestras vidas.



Sobre las doce de la mañana y muy relajadamente, llegábamos de vuelta al pueblo de Ibahernando, donde después de hacernos varias fotos, escurrir los “poquitos” de las botellas y charlar con algún conocido del lugar, nos montábamos en nuestros coches rumbo de nuevo hacia las Huertas, de donde una vez mas, habíamos salido esta mañana.




En definitiva, una ruta bonita y coqueta, facil de hacer y recomendable para cualquier edad.

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