jueves, 11 de agosto de 2011

Capitulo 200: Atracciones de feria.







Aquel día sabia que andarían tarde, la noche anterior habían tenido más “jaleo” que de costumbre y cuando quisieron cerrar eran más de las seis de la mañana, al día siguiente tenían que montar la atracción en un pueblo que estaba a mas de dos horas de camino, no pasa nada, llegaremos con tiempo, le dijo a su hijo el mayor, este ya ayudaba a su padre a montar y desmontar, se había criado en la atracción y la conocía de memoria.

Muchos días su padre solo tenía que revisar los cuatro tornillos más importantes, puesto que cuando quería darse cuenta, ya la habían montado su hijo y los dos ayudantes que tenia.
Al pueblo que se dirigían era uno de los que más recaudación sacaban todos los años, por eso merecía la pena darse la “paliza” de desmontar y montar rápidamente, aunque aquel día sabia que andarían muy justos.

_!Papá!! Es mejor montar mañana, hoy no nos dará tiempo!!! Le dijo su hijo el mayor.
_¿Como que no?, hay que montar hoy como quiera que sea, tu sabes los euros que podemos perder si no montamos hoy la atracción??

_No nos da tiempo, jefe!!! Le dijo uno de los obreros, hace mucho calor y los hierros están ardiendo, mejor montamos mañana con la fresca!!

_Venga, me cago en mi vida, agárrate a ese hierro!!!, a las diez tiene que estar esto funcionando, nos quedan tres horas, vaya atajo de gandules que tengo a mi cargo!!!.

_Pero papá, si tardamos siempre casi cinco horas en montar, como lo vamos a montar en tres horas, es imposible!!!

_Tu también te vas a poner en mi contra!!!, vete con tu madre a tocarte los “huevos” allí sentado con ella, que no vales para nada!!!

Los dos obreros se han puesto manos a la obra junto con su patrón, han estado a punto de sufrir una insolación, tenía que haber más de cuarenta grados en aquel solar donde todos los años se montaba la feria, su hijo al final no le ha quedado más remedio que ayudar a su padre y sus obreros.

Ya se escuchaba la música de las atracciones vecinas y el feriante se ha puesto más nervioso aun, sabía que todavía le quedaba un rato para acabar, por eso al pasar por allí tres adolescentes de unos quince o dieciséis años, se ha dirigido a ellos y les ha preguntado si querían ganarse unos euros ayudándoles a montar lo que quedaba de la atracción.

_Por supuesto!! Han contestado los chavales, así se han puesto todos manos a la obra.

El hijo del feriante estaba preocupado, nunca hasta ese día habían montado tan deprisa el aparato, sabía que algo se les podía quedar atrás, algún tornillo, alguna tuerca, eran muchos los cabos que había que atar antes de que aquello empezara a funcionar, pero su padre estaba fuera de sí, jamás antes le había visto así, seguramente era por culpa del tema económico, llevábamos un verano malísimo, la gente no montaba apenas nada en la atracción y los pagamentos estaban puntuales todos los meses, el solo escuchaba a su padre decir, ¡!no llegamos, María, no llegamos!! Esa era la cantinela de todas las noches antes de acostarse, se le veía muy apurado.

_Bueno, voy a darle a los mandos y probamos luces!!!

_Espérate  un momento, que me queda que apretar aquel brazo.

_Venga, date prisa que llevamos una hora de retraso, y fíjate como se está poniendo esto de gente, hay que aprovecharlo!!

El hijo dio paso a los primeros pasajeros que querían montar, a pesar de la paliza que se habían dado, no tenia sueño, estaba un poco mosqueado por que el subconsciente le decía que había algo que habían olvidado apretar, pero por más que miraba todos los tornillos y amarres, no veía nada raro, los dos obreros estaban muertos de la paliza que se habían  dado, el mandó a uno de ellos a dormir un rato, mientras el otro le ayudaba a coger las entradas y abrochar a la gente, luego te vas tú, le dijo al otro obrero, yo seré el ultimo en descansar hoy, no tengo sueño ninguno.

Casi eran las cinco de la mañana cuando le vinieron a hacer el relevo, el miro a su padre y le dijo por señas que podían cerrar ya, que apenas quedaba gente en el ferial, el padre le dijo con gestos también que esperara un rato, que todavía podía venir más gente, el agachó la cabeza y se fue a la furgoneta donde tenía el colchón para descansar un rato, no se iba a gusto a pesar de que la atracción había estado funcionando normalmente toda la noche.

No llevaba ni diez minutos tumbado cuando ha escuchado un fuerte golpe cerca de donde estaba acostado, antes de ponerse los zapatos ha oído  chillar a la gente, mucho revuelo, cuando ha salido y ha visto uno de los brazos de la atracción en el suelo…..

_Lo sabia!!!! Gritaba mientras se acercaba hasta donde estaban los cuerpos de los chavales que había en ese momento montados, su padre le ha mirado con lágrimas en los ojos, pero no se ha atrevido a decirle nada, solo ha sido capaz de agachar la cabeza y ponerse las manos en la cara, al poco rato sonaban las sirenas de las ambulancias…….

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