(Sacado del periódico “La Opinión”, el 2/Octubre/1958)
Un año más los vecinos del Arrabal de Huertas de Animas, se disponen a festejar el dia de su patrona, la Santísima Virgen del Rosario.
En el atardecer del sábado veremos llegar, con ansias de fiesta, a nuestros hombres del campo, que en la noche cantaran con todo el pueblo, a lo largo de sus calles, el tradicional rosario, despertando la más honda de las emociones, el eco de sus voces, pues tal parece como si se deshojaran los pétalos de mil rosas y su aroma se elevara hacia la madre de todos.
En la mañana del domingo sale la imagen de la Virgen.
Ella es el centro donde han convergido las miradas más anhelantes, más nobles y más sinceras de todas las generaciones de este pueblo, fundamentalmente mariano.
Ella con sentido de perennidad; el más precioso y valioso relicario donde se guardan los más dulces y sentidos recuerdos que proyecta con su maternal mirada a todos y cada uno de sus hijos.
Cuando se detiene ante las puertas de nuestras casas, la Salve pura saeta, tiene tanto de himno de alabanza, como de esperanzadora plegaria, en la que por todos se la pide derrame sus mas consoladoras gracias, sobre aquella familia que anegada en lagrimas de emoción aparece postrada de rodilla a sus pies,! qué estampa más sublime de Fe individual y colectiva, la de todo un pueblo reunido en torno a su excelsa Madre, recorriendo calles y plazas, ellos pidiéndola y ella otorgando a raudales!!
Y en su salida, faltara la mirada de los ausentes……..
EZEQUIEL PABLOS GUTIERREZ.
_COSAS VIEJAS DEL PUEBLO_
(Sacado de la “Hoja Parroquial de Huertas”, Mayo/ 1930).
Siempre resulta curioso e instructivo saber lo que ocurría en tiempos ya añejos en lugares y sitios que habitamos; lástima que los datos de libros y papeles alcancen solo hasta finales del siglo XVIII; por una parte la erección de Parroquia solo data de 1.803, y por otra, la invasión francesa y guerras posteriores, destruyeron archivos y legajos; pero con lo poco que queda trataremos de reconstruir algo del pasado para enseñanza y solaz de los lectores de Hoja Parroquial:
Lo que hoy es Iglesia Parroquial, era por el año 1880 una pequeña ermita bajo la advocación de Ntra. Sra. Del Rosario de Huertas De Animas; así rezan los papeles de aquel tiempo, aunque después al constituirse en Parroquia en 1.803, nos digan otros libros que quedó bajo la advocación de San José, cuyo título había llevado hasta entonces.
La ermita estaba reducida al espacio hoy comprendido entre la capilla del Santísimo Cristo y el sitio que ocupa el Púlpito: en ella oían misa los vecinos del arrabal, cuyo número era bastante inferior a lo que hoy es; entonces no existían los Barrios de la Iglesia, Plaza, Altozano y Lancha Nueva; el Barrio de arriba era muy reducido, y el pueblo estaba formado por grupos pequeños de casas, casi todas de humilde aspecto; grupos diseminados por todo el perímetro actual, siendo los más poblados los Barrios Santo y Llano, Obispo y Lancha Vieja, Calvario y Vallehermoso, algo de Plaza y Regajo; el servicio de la feligresía era tan difícil que mas de medio siglo después se hacía constar entre los bienes exceptuados de la desamortización “una cerca al sitio de la machorrilla para la caballería del Curato, por ser necesaria para el servicio por distar los caseríos entre sí, hasta media legua”.
Sus vecinos eran feligreses la mayor parte de Santo Domingo, pero también los había de Santiago, Santa María y otras parroquias de Trujillo. Como el territorio estaba enclavado en la Parroquia de Santo Domingo, a ella pertenecían la ermita y su Párroco administraba los bienes y atendía a que no faltase al pueblo lo necesario.
Los bienes que poseía eran propios de la devoción de Ánimas, y figuran en los libros de cuentas; La cerca del Ladrillar, la de Partijas, La Machorrilla, la cerca Larga, la de Talavan, la de la Lancha, la del Pajar, (donde estaba el Campo Santo), corral de Zamorana, de la Encinilla, de la Pedragosa o del Cristo, de ballehermoso, Corral y Pajar de la Marquesa de Santa Marta, Casa del Ballehermoso, del Regajo y del Barrio de Arriba.
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