Hoy es el último día que estamos en la obra, antes de coger el “Afechal”, me han dicho que me van a llevar a la playa que está bastante cerca de aquí, dicen que a unos 80 kilómetros, está cerca, aunque sin poder pasar de 60 kilómetros, se hará un poco más largo el camino.
La verdad que tengo ganas de cambiar de aires y poder ver algo más de este planeta, porque la verdad que estoy aburrido de ver siempre lo mismo.
Lo que si me he dado cuenta es que desde que llegue aquí, no me ha vuelto a doler nada, ni la rodilla, ni la espalda por las mañanas cuando arrancamos, eso puede ser de no acostarme, lo de la espalda, pero la rodilla es un misterio que me tiene mosqueado, porque aquí no he llegado a hacer nada para acabar de curarme, ni rehabilitación ni nada….estos Valfermeños no me llenan el ojo ¡!!!!!
Hoy ha venido uno de los operarios con el pelo cortado, el más pequeño, la verdad que cada día se me parece más a alguien, pero no me acuerdo donde he visto yo esa cara, mira que le pregunto si se parece a alguien de mi planeta, pero el solo se ríe y no me contesta nada; tarde o temprano me vendrá a la cabeza a quien se parece, es difícil sacar parecidos con ellos puesto que al ser de otro color te confunden algo, pero cuando llevas más tiempo viéndolos todos los días, te vas acostumbrando a su color y ya lo ves casi normal, es más, creo que yo me voy destiñendo también, a pesar de estar todo el día al sol, el moreno que tenía yo en mi planeta, lo estoy perdiendo aquí poco a poco, hoy al mirarme al espejo me vi un poco mas verde que moreno, no me gusta nada coger estos colores tan raros, aunque la verdad, aquí es la única forma de no destacar de ellos, irte poniendo verduzco.
Volviendo a mi operario, traía hoy un de corte pelo muy cachondo, rapado por los lados y los otros pelos en forma de erizo, según le he visto llegar me he asustado, coño ¡! Que te han hecho en el pelo, José? (así se llama), pues nada, lo que me gustaba, sabes, en tu planeta esta una peluquera de aquí, es decir, otra infiltrada, se llama Chelo y lleva unos años por allí aprendiendo nuevas tendencias, ella es la que ha mandado estos peinados para que la chica que anda por aquí en la peluquería, Anita, nos pueda hacer estos cortes de pelo tan chulos.
Uno de estos días de “afechal” voy a ir a cortarme mi pelo también, ¿tu? Si no tienes, me ha contestado el operario mayor que tengo, Ángel se llama, como que no? Si yo siempre le llevo más corto que ahora ¡!, tu veras lo que haces, pero yo te veo bien así; la verdad que nunca hasta el día de hoy, había tenido el pelo tan largo, no tengo las entradas que tenía antes de venir aquí, es como si me hubieran implantado todo el pelo que me faltaba, una cosa muy rara, como todo lo que pasa aquí.
El otro operario se llama José Diego, este es el más callado de los tres, va siempre a su bola y rara vez se ríe, los otros dos me dicen que lo ha pasado muy mal últimamente y por eso esta siempre tan triste, hace poco que llegó al planeta, estuvo por lo visto en el nuestro y regresó con pocas ganas, había formado una familia en nuestro planeta y le costó muchísimo separarse de ellos, todavía los echa mucho de menos, aunque dicen que pronto se le pasara la tristeza, eso me han dicho a mí y no me lo creo, hay ratos al cabo del día que estoy muy mal, otro ratos se te olvida que estas allí y estas mejor, pero en definitiva, esto se hace muy duro, espero estos tres días de Afechal, poder relajarme y olvidarme de donde estoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario