sábado, 11 de junio de 2011
Capitulo 146: Desde el planeta Valfer II.
Que tal Huerteños ¿? Escribo desde Valfer, aquí no se está mal del todo, aunque creo que al final me acabarè aburriendo de estos habitantes.
Hoy he podido comprobar que me va a costar mucho tiempo enseñar a los operarios que tengo al cargo, son un poco torpes con las manos, aunque con la mente nos dan mil vueltas a nosotros. Los niveles los pasan con sus ojos, son acojonantes sus facultades para eso, no varían ni un milímetro, así que aquí el nivel de agua está pasado de moda, vamos, que nunca existió en este planeta.
Estos habitantes no están acostumbrados a trabajar como nosotros, son muy perfeccionistas y poniendo piedras, la perfección hay que dejarla a un lado, encima con las prisas del viaje, mi herramienta me la deje en la obra y la que usa esta gente aquí, es tan rara que yo no me acostumbro a ellas.
Hoy ha sido la primera vez que veo una mujer en este planeta, vamos, digo yo que será mujer, puesto que su cara no es como la de los hombres, es mas alargada y son de otro color de piel, entre verde y azul, muy raras; encima hablan muy deprisa y no se las entiende nada; he de decir, que aquí hablan otro idioma cuando están ellos solos, creo que lo llaman el Valfermoso, un idioma que según les he oído, se parece al Alemán mezclando algunas palabras con el Ruso, pero lo hablan tan deprisa, que es imposible saber lo que te están diciendo, los hombres no lo hablan tan deprisa como las mujeres, pero aun así, es imposible quedarte con alguna palabra. Ellos me han dicho, que no intente si quiera aprenderle, puesto que me costaría cerca de 5 años saber hablar como ellos y yo, no tengo pensado estar aquí tanto tiempo.
Lo que me he propuesto hoy es no cabrearme con ellos aunque aprendan despacio, porque mi estancia aquí depende de lo que yo les enseñe y ellos aprendan, claro está.
Lo que más me está costando es acostumbrarme a no dormir, aquí como os dije ayer siempre es de día, no existen relojes ni nadie te dice cuando debes de empezar a trabajar o cuando lo debes dejar. El dinero no existe, aquí se paga con lo que tu tengas, me explico, en la casa que estamos haciendo nos pagan con legumbres, frutas y verduras, menos mal que la comida es como la nuestra prácticamente, me han dicho que hace muchos años no comían nada de eso, no fue hasta que descubrieron nuestro planeta cuando empezaron a comer igual que nosotros.
Hoy hemos comido un cocido de garbanzos en el cual he descubierto que también había carne, por lo que no he dudado en preguntar donde tenían los animales, porque no se veía a ninguno por ningún sitio; me han contestado que todos, absolutamente todos los animales que hay viviendo entre ellos, están en otro planeta un poco más lejos de donde estamos nosotros, hay gente que se dedica a ellos que son los únicos que pueden entrar en ese planeta y salir de él, todas las semanas vienen los camiones con las carnes que se van a gastar y así se aseguran que ninguna carne se estropee y sea mal consumida, están tan organizados que todos saben lo que van a comer cada semana y saben también lo que les va a hacer falta para ello.
Si me hace falta verduras, tengo que ir a planchar a casa de la vecina que las tiene, es de la manera que se funciona aquí, que felices son sin saber lo que es el dinero, aquí no hay ricos ni pobres, todo el mundo tiene su casa y su coche y no hay nadie que duerma en la calle.
Bueno, por hoy no puedo escribir mas, ahora tengo que volver a ver si están allí los obreros que tengo a mi cargo, puesto que hace ya un buen rato que nos vinimos a casa y creo que ya estarán por allí, como aquí no tenemos reloj, me es difícil saber ahora cuando tengo que descansar y cuando hay que trabajar.
Por cierto he conectado la cámara desde la que veo a todo el pueblo y he podido ver a toda mi familia, estoy contento porque se han creído la historia a pesar de ser un poco increíble, los peques saben que pronto volveré de mi trabajo, les han dicho que estoy fuera y muy pronto volveré a estar con ellos.
He podido ver a Kika y Damián vendiendo fruta por el Pueblo, según los he localizado, un vecino de aquí me ha comentado que Damián es uno de los suyos, que le mandaron hace mucho tiempo a nuestro planeta para que aprendiera de frutas y verduras y que su misión está todavía allí, el día que la acabe volverá a Valfer junto con toda su familia que aquí le espera. Me han dicho que poco a poco me irán diciendo quienes de los que están allí en el pueblo son infiltrados de este planeta, la verdad que estoy deseoso de saber el siguiente.
Hasta la próxima Huerteños!!!
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