sábado, 7 de julio de 2018

Capitulo 917: Cuando dos estrellas se vuelven a encontrar.


El cielo se muestra despejado, es la mejor manera de poder enseñarnos a todos lo que está a punto de pasar; dos estrellas amadas en la tierra, en el firmamento se vuelven a encontrar.
No hay dolor que nos moleste, no hay nubes que nos estorben al mirar
Elvira con los brazos abiertos a su marido del alma deseando está de abrazar.

Tranquilo Alfredo, nuestra misión en la tierra está de sobra cumplida
hemos formado una gran familia que bajo las paredes del amor
la dejamos bien asistida.

Hijas, maridos, nietos y nietas ademas de hermanos y sobrinos nos despiden con amor
sin duda que esta cosecha es la que sembramos nosotros durante nuestro paso por la vida
hoy nos toca recoger y amontonar todos los frutos como nos manda Dios
los pondremos a buen recaudo donde nos asentemos de nuevo los dos.

Y volveremos a ser felices guiando a los que en la tierra os quedáis
para que cuando os falten las fuerzas una mirada hacia al cielo sirva para que continuéis.
Intentad seguir siendo una familia unida, como lo somos los que andamos ya por aquí arriba.

No derraméis lagrimas de tristeza sobre nosotros
nos vamos orgullosos de cuanto nos habéis querido
en mejor familia no podíamos haber caído.

El cielo esta noche está mas bonito que nunca
dos estrellas de las grandes se abrazan y besan como si no hubiera un mañana.

En aquel taxi negro van montado los dos
el mejor marido que pudiera tener una mujer silbando una canción.
Su hija Marivi les espera con la mesa puesta
hoy sin duda la vajilla brilla de otra manera.

Doy las gracias al culpable de poneros en mi camino
porque unos tíos tan grande no tiene cualquier sobrino.
Me disteis todo lo que me hizo falta
aunque lo que mejor me vino fue sentarme arropado con vuestra misma falda.
Y aunque fueron tiempos duros para mi,
vuestra sonrisa siempre me hizo un joven feliz.

Hasta siempre tío Alfredo un señor de la cabeza a los pies
de los que hacen tanta falta en cualquier familia
que cuando se van, a todo el mundo se le escapa una lagrimilla.

Da recuerdos a todos por allí arriba, a mis abuelos los primeros
diles que aquí seguimos intentando seguir sus buenos ejemplos.
Da un beso a mi prima Marivi,
seguro que es la que mas contenta se pone hoy.
Otro beso para mi primo Raul,
se le echa tanto de menos que no logro acostumbrarme
a saber que desde ahí arriba también se encarga de cuidarme.

Hoy dos estrellas se han vuelto a encontrar y mientras escribo esto
mis lagrimas por el teclado de letra en letra van.

Descanso eterno.







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