domingo, 1 de enero de 2017

Capitulo 795: Año nuevo, mismas ilusiones.



La noche pintaba fría, muy fría, por lo que estaba claro que la helada debería de ser de las que curan matanzas.
Preparar un trago de vino y algo de picar, salir al campo sin un "cacho pan", no va conmigo. Abrir la puerta del patio y ver contento a mi mascota. Es su cumpleaños, cinco años con nosotros y sigue igual de feliz. Cuando me ve coger la mochila sabe que la caminata será mas larga que los paseos que algún que otro día solemos darnos. Por eso cuando abro su puerta las muestras de cariño son increíbles para conmigo. Con que poco se conforman los animales para ser felices.


Salir y notar pronto el frío en el rostro. Escuchar música cercana de algún guateque nocturno, bendita juventud. Algunos jóvenes regresan en busca de sus camas, no hace tanto tiempo que yo era uno de ellos. Hoy he cambiado esos hábitos por otros, hay tiempo para todo en esta vida.

Me gusta mucho ver y comprobar con mis propios ojos que el campo nunca está solo, hay mucha gente caminando, corriendo o montando en bici. Yo espero encontrarme con mi amigo Javi que se, que ha salido a caminar antes. Por eso voy en su busca y en mitad de la dehesilla nos encontramos. No le importa darse la vuelta y seguir caminando un rato mas conmigo. Yo lo agradezco mucho, es mas llevadero un paseo con alguien a tu lado.



Nos contamos lo vivido la noche anterior y hacemos planes para este año. Si todo va bien nos quedan muchos kilómetros que andar juntos. Me encanta siempre su actitud positiva y a su lado he aprendido a dar la justa importancia a las cosas.

Llegar a la fuente del Caño y beber de ella. Promesa que llevo tres años realizando y que me motiva seguir haciendo. No nos va mal y con eso tengo suficiente para convencerme de seguir haciéndolo.



Pero no solo es visitar el caño, también seguimos visitando sitios míticos de Huertas. Los almendros, el cancho de la gaita y el muerdino en la fuente de los borrachos. Lugar que muchos huerteñ@s ni siquiera conocen.


Justo allí delante comentamos lo bonito del lugar y pensamos que necesita dicha fuente un pequeño arreglo. El primer día del año es buen momento para hacer planes, quien sabe si algún día nos animaremos y comenzaremos el proyecto.


El sol ayuda a que haga menos frio, pero el aire quiere unirse a la fiesta y pronto es mejor comenzar a caminar que seguir allí sentados. Por eso emprendemos el camino de regreso al pueblo.



Le enseño a Javi el cancho con patas puesto que no le conocía a pesar de haber pasado junto a el un montón de veces. Delante de esta roca nos reímos al comprobar que si parecen patas.

Salimos de la dehesilla para dar de frente con el Charco de Tia Rentera. Está precioso lleno de agua y pronto me vienen recuerdos de años atrás cuando siendo niños, era uno de nuestros lugares favoritos para alejarnos del pueblo.

Y llegamos al resbaladero donde nos separamos mi amigo y yo. Sabemos que nos veremos a lo largo de la semana, pero por si acaso quedamos para el siguiente domingo que seguro que saldremos de nuevo a caminar.


Feliz de seguir haciendo lo que me gusta junto a gente que merece mucho la pena.
Si este año queréis comenzar con alguna promesa, salir a caminar a donde sea y pronto veréis los resultados.

Buen año para todos y nos vemos por las callejas.



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