Y a pesar del tiempo, no podíamos quedarnos en casa. Teníamos ganas de salir a estirar las piernas que andaban todavía algo cargadas de la ruta por las Hurdes.
Elegimos acercarnos hasta la localidad de Robledollano, la cual está a poco mas de media hora de nuestro pueblo. La ruta nos llamó la atención a los tres amigos que decidimos hacerla, por alguna que otra fotografía que habíamos visto por la red.
A las siete y media estábamos cargando las mochilas en el coche y una fina luvia nos acompañaba en la plaza de Huertas. Primera parada en la panadería del motor y con el pan a buen recaudo nos fuimos tranquilamente a buscar la localidad de Deleitosa. Allí el agua fue sustituida por la niebla y nos puso un poco triste pensar que de nuevo una ruta estaría llena de niebla.
Según amaneció estábamos colgándonos las mochilas, unos kilómetros antes de llegar al pueblo, donde comienza la ruta hasta la fuente de la Nava.
Está ruta necesita echarla un vistazo y colocar las señales que faltan y que hacen a los senderistas confundirse, aunque bien es verdad que nosotros la llevábamos descargadas en nuestros móviles, para no volver a ir a la aventura.
La ruta comienza por unas pistas anchas donde los charcos del agua caída la noche anterior, se apoderaban de todas ellas, Entre agua y barro fuimos descontando kilómetros y la fina lluvia que nos caía encima era poca y no quisimos ponernos los trajes de agua tan pronto.
Según rezaba el cartel eran diecisiete kilómetros y medio, pero nosotros como siempre, decidimos cambiar alguna calleja o algún cortafuego, todo ello para llegar a la veintena.
El muerdino nos le comimos bajo techo, dado que al pasar por construcciones caídas nos dimos cuenta que una de ella tenía un tejado de chapa, así que sin pensarlo mas, nos metimos en su interior justo antes de que el agua que caía, apretara con mas fuerza.
Una vez repuestas las fuerzas y con los trajes colocados, seguimos caminando hasta llegar a la garganta de la Nava, donde pudimos apreciar restos de alguna montería celebrada el día anterior.
Este lugar es el mas bonito de la ruta puesto que está lleno de vegetación casi virgen. Por eso preferimos caminar un rato al lado del regato que empezaba a amasar mas agua en su interior, una vez que le comenzaban a entrar regatos mas pequeños.
Y tocaba volver por las mismas pistas, ya casi sin llovernos encima pero los charcos eran mas profundos. Con veinte kilómetros en las piernas y no siendo tarde, decimos acercarnos al pueblo para refrescar nuestras gargantas. Trescientos veinticuatro habitantes cuenta esta población los cuales se ganan la vida con ganadería y con miles de olivos, los cuales pudimos ver ayer.
Otra ruta echa y otro pueblo conquistado. Nos vemos por las callejas, aunque llueva.
lunes, 30 de enero de 2017
jueves, 26 de enero de 2017
Capitulo 805: Primero, nos miramos el ombligo.
De todos es sabido que las redes sociales están para lo bueno y para lo malo. Para famosos y para gente menos famosa, para políticos y para periodistas y sobretodo para todo aquel ser humano que quiera estar un poco mas informado.
Donde mas trifulcas se producen entre personas suele ser en la red social twitter, donde hay muchos enmascarados que desde cuentas ficticias, sacuden sin ningún reparo ni escrúpulo a diestro y siniestro, sin respetar a nadie. No es mi caso, puesto que siempre voy de frente a pesar de los pesares.
Hoy me encuentro un twit del señor alcalde de Trujillo, el cual al conocer la encuesta de población activa, no ha dudado en retwitear la foto que pongo a continuación y en donde se puede ver al Presidente de la Junta de Extremadura en ella. Con el cartel que dice que Extremadura es la única comunidad en donde ha subido el paro respecto al año anterior (Ninguna novedad). Además el señor alcalde encabeza su twuit con la frase: "y quedan dos años".
La verdad que no me he podido contener las ganas de responderle algo, conociendo como está la ciudad de Trujillo bajo su mandato desde el año dos mil once. No creo que este señor pueda dar lecciones a nadie cuando en el año que fue nombrado alcalde, el número de parados en Trujillo era de 889 personas. Y el censo de la ciudad de Trujillo ese año era de 9.623 personas. En plena crisis que andábamos instaurados.
El señor Casero es conocido en el argot callejero como el Alcalde feriante y no me extraña ese apodo cuando lo único que ha logrado hacer en sus cinco años de mandato, ha sido resucitar ferias y cabalgatas que andaban muertas en la ciudad, ademas de inventarse alguna feria mas. Porque de puestos de trabajo no puede presumir, cuando la EPA de la que este señor se ríe cuando con él no va la cosa, nos dice que en el año dos mil dieciséis, el número de parados en la ciudad es de 992 personas. Es decir, 103 personas más que cinco años atrás. Y eso no es lo malo, es que encima Trujillo ha perdido habitantes, 9.510 hay censados en 2.016; es decir, 113 personas menos y 103 parados más. Además hemos perdido población joven de entre veinte y treinta años, que solo tienen la excusa de venir a Trujillo en las ferias que existen en la ciudad.
Y no, no son estudiantes como dicen desde el consistorio puesto que estos no se empadronan fuera de aquí mientras estudian sus carreras.
No creo que esté usted en condiciones de dar lecciones a ningún político de la comunidad cuando en Trujillo es el ayuntamiento quien sostiene a casi todas las personas que buscan trabajo. Mala señal es para una ciudad que la empresa mas grande sea el ayuntamiento.
Y lo malo como dice usted, es que nos quedan tres años más bajo su mandato. Bajo su mayoría absoluta que no le deja ver mas allá de sus obsoletos ideales, los cuales no le han dado ni un trabajador nuevo a esta ciudad. Ni una triste empresa nueva que pueda absorber una veintena de trabajadores, que no tengan que arrastrarse por la casa consistorial para que usted les de seis meses de trabajo.
Por eso le digo que antes de criticar a nadie, vamos a mirarnos el ombligo, mientras nos tomamos una cerveza artesana y nos comemos una cuña de queso, viendo rodar cualquiera de las famosas series con los extras de otra ciudad, en pleno centro de Trujillo...
Y quedan dos años.
miércoles, 25 de enero de 2017
Capitulo 804: Hasta siempre, Seco.
A lomos de tu vespino te vas casi sin despedirte. Sabiendo que tu legado entre nosotros a tocado a su fin. Dolor entre tus familiares y conocidos, a los cuales ha cogido de imprevisto. no puede ser, no puede ser verdad y toda esta gente reunida, te hemos despedido como te merecías. Porque en este pueblo quien siembra, siempre recoge y a ti de sembrar, nadie te va a dar lecciones.
Ni un mal gesto con nadie, ni una mala palabra y mira que hubo veces en donde te tocaron la fibra y te vinieron a buscar. Pero yo de ti siempre admiré tu saber estar, tu paciencia y sobre todo tus ánimos a toda la gente.
Acabo de dejar a "Tu" socio en casa, el cual no acaba de creerse que ya no te vuelve a ver. Te debe tanto por toda la ayuda que le prestaste en aquellos momentos tan duros que tuvo que pasar, que se siente un poco culpable de no haber podido hacer lo mismo contigo. Ese sufrimiento por el que ambos habéis pasado y que tan distinto final ha tenido para los dos.
Te has ido dejando huella entre tus conocidos. Eso de animar a la gente y quitar importancia a pequeños problemas era tu gran virtud. Que tal ese trabajo, no decaigas que los resultados llegaran. Frases que uno guarda para sus adentros y que jamás podré olvidar.
O aquellas conversaciones que teníamos los dos entre sesión y sesión que le daban a tu socio. Voy a sacarle un rato de casa, me decías. Que poder de convicción tenías que eras al único que hacían caso.
Venga que tenemos que ir a tomarnos un vino. Venga que tenemos que comer los cuatro juntos. Esas frases que mas que ánimos para ti eran ordenes. Y por mucho que vieras sufrir a la gente, siempre estabas tu y tu vitalidad para restar importancia a los dolores.
En tu trabajo siempre hiciste el bien a todo el que, allí llegaba sin tener ni idea de que autobús coger, ni a que hora partir. Tus indicaciones siempre fueron acertadas y la gente del pueblo en lugar de ir a Trujillo a preguntar, iban a tu casa y les dabas todavía mejor trato que en la oficina. Si coges el de tal hora, llegas con hora de montarte en este otro. Pero no te descuides que viene lleno de Badajoz y hay pocos billetes. Y tú a pesar de eso, siempre te guardabas uno en la manga y nadie de tus paisanos quedabas en tierra.
Como no te va a despedir tanta gente, si has hecho favores a todos y cada uno de los habitantes del pueblo. Es imposible que alguien de los que allí estábamos, pudiera decir ni una sola frase en contra tuya, incluso los mas pequeños, han lamentado tu marcha. Aquellos a los que siempre convidabas por abajo, para que sus padres no pudieran decirte nada.
Y te has ido sin hacer tantas cosas, que uno reniega de la justicia divina. Que ya me cansa ver marcharse a gente recién jubilada y con tantos planes, que dejo de creer en nada.
Ese viaje planeado al nuevo San Mames con tu socio para ver a tu "aleti "que ya no podréis hacer en esta vida, quien sabe si en la que nos aguarda a todos volveremos a reencontrarnos y haremos todas las cosas que no nos ha dado tiempo hacer, seguro que si.
Hasta siempre Serafín, gracias por dejar huella entre nosotros. Descansa en Paz.
lunes, 23 de enero de 2017
Capitulo 803: V Ruta en el Valle del Esperaban.
Ayer tuvimos la oportunidad de realizar la primera de las rutas del calendario Extremeño, que otra vez empezaba con la ruta del Valle del Esperabán.
Una vez apuntados junto a nuestros amigos de Belén, quedamos bien temprano en los exteriores de la plaza de toros de Trujillo, para una vez allí todos, ponernos rumbo hasta la localidad de Pinofranqueado, mas en concreto a su alquería de Castillo, donde comenzaba la V ruta del Valle del Esperaban.
Nosotros salimos de la plaza de Huertas a las cinco y media de la mañana, todo un madrugón para poder llegar con buena hora al comienzo de la ruta, la cual estaba estipulado que comenzara a las ochos y media. Pero antes había que recoger las acreditaciones y para entrar en calor, comernos un rico chocolate con roscas.
La temperatura al llegar a Castillo era de menos dos grados, y la helada caida la noche anterior, teñía de blanco los campos Hurdanos.
Estaba previsto que la ruta la realizaran unas setecientas personas, aunque es cierto que había otra ruta alternativa mas corta de unos diez kilómetros. Nosotros fuimos mas valientes y realizamos la ruta larga, que eran unos veintidós kilómetros, aunque según compañeros senderistas, les salieron al finalizar veintitrés.
A las ocho y veinte nos pusimos en ruta de los primeros, detrás de uno de los muchos guías que había en esta ruta. El frío se metía en los huesos y había ganas de comenzar a caminar contra antes mejor.
Las primeras estampas que podíamos ver, estaban teñidas totalmente de blanco. Pronto el frío pasó a segundo plano y las primeras rampas nos pusieron a todos con las orejas tiesas.
De los trece senderistas que fuimos, diez optamos por hacer la ruta larga y los tres restantes prefirieron hacer la corta.
A pesar de ir diez, cada uno cogió su ritmo y pronto fuimos desperdigandonos por las duras rampas que comenzábamos a subir. Dos por un lado, otros tres por otro y así fuimos entrando en calor.
El primer avituallamiento estaba colocado en el kilómetro seis de la ruta y quizás para mi sin duda que fue el tramo mas duro, hasta que llegamos a el. Allí nos dieron agua, aquarius, chocolatinas y aguardiente casero. No estuve mucho rato allí, puesto que ya iba solo de los nuestros caminando y sabia que por delante había cuatro compañeros. En mi afán de alcanzarles seguí la ruta como pude, descansando en cada rampa que el cuerpo me lo pedía. Observando el precioso paisaje y contemplando por donde debía de seguir. Esto ultimo ayudaba poco, puesto que solo ver por donde tenia que subir, me agobiaba un poco. Pero la montaña es caprichosa y te da oportunidad de sentir como uno es capaz de sobrevivir a todas las adversidades. Me acoplé a un grupo de cinco amigos y con ellos fui ascendiendo las ultimas rampas que nos quedaban para tocar la cima, la cual estaba sobre los diez kilómetros. Un poco mas abajo estaba el segundo avituallamiento, donde nos dieron, agua, aquarius, fruta y de nuevo aguardiente casero, el cual te espabilaba un poco.
Justo en este avituallamiento di alcance a mis cuatro compañeros y decidimos hacer una parada mas larga y esperar a los demás.
Cuando llegaron estos nos comunicaron que dos de los compañeros que venían con nosotros habían abandonado por diversos dolores. Así que los ocho que quedábamos seguimos la ruta, ascendiendo las ultimas rampas y bajando por lugares llenos de hielo, lo cual hacia peligroso dicho recorrido.
Antes del tercer avituallamiento, decidimos comernos nuestro muerdino, aunque fue mas escaso que otras veces, la verdad que había poca hambre.
Nos quedaban tres horas por lo menos así que pronto estábamos en el tercer avituallamiento, donde después de volver a beber agua y aquarius, nos dieron frutos secos.
Desde allí todo el camino apuntaba hacia abajo, por lo que las piernas lo empezaban a agradecer. La verdad que en ese momento fue donde mas disfrutamos del paisaje y de los compañeros de ruta, que ya eramos capaces de hacer alguna que otra broma.
El cuarto avituallamiento fue el mas entretenido, puesto que estaba instaurado en la alquería de Las Erías, donde nos dieron dulces típicos del lugar recién hecho y un buen trago de vino de la sierra de Gata. Desde allí hasta el final nos quedaba poco mas de media hora y los pies comenzaron a dar un poco de guerra. Las botas se empeñaron en hacer algo de daño y el ultimo tramo del camino le disfruté algo menos.
Pero siete horas después de haber comenzado a caminar, llegábamos los ocho al final de la ruta, donde nos esperaban los demás y un buen plato de garbanzos.
Allí sentados, comiendo, nos contamos nuestras vivencias y orgullosos de haber sido capaz de terminar dicha ruta, para la cual hay que estar preparados. No todos los días uno sube a mil quinientos veinte metros, donde el aire congela y respirar cuesta un poco.
Gracias a nuestros amigos belereños por acogernos como siempre de tan buen agrado, seguro que repetimos mas rutas con ellos porque nos sentimos queridos y nos divertimos juntos.
Nos vemos por las callejas.
La ruta
Una vez apuntados junto a nuestros amigos de Belén, quedamos bien temprano en los exteriores de la plaza de toros de Trujillo, para una vez allí todos, ponernos rumbo hasta la localidad de Pinofranqueado, mas en concreto a su alquería de Castillo, donde comenzaba la V ruta del Valle del Esperaban.
Nosotros salimos de la plaza de Huertas a las cinco y media de la mañana, todo un madrugón para poder llegar con buena hora al comienzo de la ruta, la cual estaba estipulado que comenzara a las ochos y media. Pero antes había que recoger las acreditaciones y para entrar en calor, comernos un rico chocolate con roscas.
La temperatura al llegar a Castillo era de menos dos grados, y la helada caida la noche anterior, teñía de blanco los campos Hurdanos.
Estaba previsto que la ruta la realizaran unas setecientas personas, aunque es cierto que había otra ruta alternativa mas corta de unos diez kilómetros. Nosotros fuimos mas valientes y realizamos la ruta larga, que eran unos veintidós kilómetros, aunque según compañeros senderistas, les salieron al finalizar veintitrés.
A las ocho y veinte nos pusimos en ruta de los primeros, detrás de uno de los muchos guías que había en esta ruta. El frío se metía en los huesos y había ganas de comenzar a caminar contra antes mejor.
Las primeras estampas que podíamos ver, estaban teñidas totalmente de blanco. Pronto el frío pasó a segundo plano y las primeras rampas nos pusieron a todos con las orejas tiesas.
De los trece senderistas que fuimos, diez optamos por hacer la ruta larga y los tres restantes prefirieron hacer la corta.
A pesar de ir diez, cada uno cogió su ritmo y pronto fuimos desperdigandonos por las duras rampas que comenzábamos a subir. Dos por un lado, otros tres por otro y así fuimos entrando en calor.
El primer avituallamiento estaba colocado en el kilómetro seis de la ruta y quizás para mi sin duda que fue el tramo mas duro, hasta que llegamos a el. Allí nos dieron agua, aquarius, chocolatinas y aguardiente casero. No estuve mucho rato allí, puesto que ya iba solo de los nuestros caminando y sabia que por delante había cuatro compañeros. En mi afán de alcanzarles seguí la ruta como pude, descansando en cada rampa que el cuerpo me lo pedía. Observando el precioso paisaje y contemplando por donde debía de seguir. Esto ultimo ayudaba poco, puesto que solo ver por donde tenia que subir, me agobiaba un poco. Pero la montaña es caprichosa y te da oportunidad de sentir como uno es capaz de sobrevivir a todas las adversidades. Me acoplé a un grupo de cinco amigos y con ellos fui ascendiendo las ultimas rampas que nos quedaban para tocar la cima, la cual estaba sobre los diez kilómetros. Un poco mas abajo estaba el segundo avituallamiento, donde nos dieron, agua, aquarius, fruta y de nuevo aguardiente casero, el cual te espabilaba un poco.
Justo en este avituallamiento di alcance a mis cuatro compañeros y decidimos hacer una parada mas larga y esperar a los demás.
Cuando llegaron estos nos comunicaron que dos de los compañeros que venían con nosotros habían abandonado por diversos dolores. Así que los ocho que quedábamos seguimos la ruta, ascendiendo las ultimas rampas y bajando por lugares llenos de hielo, lo cual hacia peligroso dicho recorrido.
Antes del tercer avituallamiento, decidimos comernos nuestro muerdino, aunque fue mas escaso que otras veces, la verdad que había poca hambre.
Nos quedaban tres horas por lo menos así que pronto estábamos en el tercer avituallamiento, donde después de volver a beber agua y aquarius, nos dieron frutos secos.
Desde allí todo el camino apuntaba hacia abajo, por lo que las piernas lo empezaban a agradecer. La verdad que en ese momento fue donde mas disfrutamos del paisaje y de los compañeros de ruta, que ya eramos capaces de hacer alguna que otra broma.
El cuarto avituallamiento fue el mas entretenido, puesto que estaba instaurado en la alquería de Las Erías, donde nos dieron dulces típicos del lugar recién hecho y un buen trago de vino de la sierra de Gata. Desde allí hasta el final nos quedaba poco mas de media hora y los pies comenzaron a dar un poco de guerra. Las botas se empeñaron en hacer algo de daño y el ultimo tramo del camino le disfruté algo menos.
Pero siete horas después de haber comenzado a caminar, llegábamos los ocho al final de la ruta, donde nos esperaban los demás y un buen plato de garbanzos.
Allí sentados, comiendo, nos contamos nuestras vivencias y orgullosos de haber sido capaz de terminar dicha ruta, para la cual hay que estar preparados. No todos los días uno sube a mil quinientos veinte metros, donde el aire congela y respirar cuesta un poco.
Gracias a nuestros amigos belereños por acogernos como siempre de tan buen agrado, seguro que repetimos mas rutas con ellos porque nos sentimos queridos y nos divertimos juntos.
Nos vemos por las callejas.
La ruta
sábado, 21 de enero de 2017
Capitulo 802: El vino del muerdino.
Por el mes de enero cuando las "carantoñas" asoman sus feas caras por Acehúche y cuando al "Jarramplas" le atacan por Piornal a base de nabos, los senderistas preparan sus rutas para todo el año. Cada vez hay mas grupos que les ha dado por disfrutar de la naturaleza y tanta oferta la notamos todos en general. Ahora uno puede elegir los domingos a donde ir, cuando mires a tu alrededor y te veas solo caminando, contacta con alguno de los grupos de la zona y pronto tendrás un plan para el siguiente domingo.
Seguimos pateando nuestra tierra y en cuanto podemos, nos salimos de ella para abarcar nuestros conocimientos de mas lugares. Que placer es el "conquistar" un lugar nuevo y entablar conversación con los habitantes de los lugares. Nos hacemos un poco mas ricos cada domingo y no nos damos cuenta. Cuando otros se afanan tan solo en amontonar dinero, hay gente que prefiere amontonar amigos. Estos si que son ricos..!!!
Pero para que las rutas sean completas, no hay que olvidar las provisiones por si algún día vienen mal dadas. Dentro de ellas no podemos dejar atrás el caldo de la tierra. Tenemos una enorme suerte de vivir rodeados de buenas pitarras y tan solo desplazándote algunos kilómetros, puedes saborear los ricos caldos de la zona.
Dice mi buen amigo Darta que le ha dicho su padre que hay que meter los tapones de corcho unos minutos antes en agua caliente, de este modo una vez dentro de la maquina, hay que hacer bastante menos fuerza. Y es cierto, acabo de comprobarlo y la verdad que no hay que usar la fuerza para nada, ni tampoco aquellos cuchillos que otros usaron para rebajar los tapones porque no les entraban dentro de las bocas de las botellas. Verdad ¿Anto? lo que hace la incultura....jejejej
Así pues ya tenemos algunas botellas listas para los domingos. No os creáis que uno bebe vino todos los días, solo me gusta hacerlo en mitad de un campo, rodeado de buena gente y acompañado de nuestras viandas. Esto si que es un placer.
Ya tenemos solucionado el caldo de nuestro famoso muerdino para varias rutas, y cuando veamos que la bodega flaquea, habrá que darse una vuelta por Cañamero, Salvatierra, Valdefuentes, Madroñera, Robledillo y un montón de pueblos mas, donde sus cosechas son dignas de cualquier paladar que como al mio, le guste mojarse el gaznate con este bendito liquido.
Nos vemos por las callejas con el vino en la mochila.
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