domingo, 17 de noviembre de 2013

Capitulo 537: Ruta a la Aldea del Obispo.




Otro domingo mas y van ya unos cuantos, el grupo de amigos de Huertas salimos a patear nuestras callejas y caminos. Es una pena que mediante papeles, haya gente que presuma de que Trujillo posee mas de ochocientos kilómetros en callejas, caminos y cordeles, alrededor de el. Y que cuando te postulas a recorrer parte de esas callejas y caminos, te encuentres lo que nos pasó por ejemplo hoy y que por desgracia no ha sido el único día, y que estoy seguro, que nos seguirá pasando según vayamos recorriendo nuestro paisaje.

A las ocho de la mañana quedábamos en el lugar de siempre, es decir, la plaza de Huertas. Allí nos presentábamos doce valientes que un poco acojonados por las previsiones meteorológicas que daban para el día de hoy, quizás hemos ido demás de “arropados” para lo que solemos ir en cada ruta.
 Con algunas de nuestras mascotas allí presentes, hemos emprendido la marcha dirección charca de Casillas, por donde en realidad, teníamos pensado en un primer momento la vuelta. Pero siguiendo las indicaciones acertadas del secretario del grupo, hemos optado por hacerla al revés. Quizás también porque algo podíamos sospechar de alguna de las callejas por donde debíamos de pasar. Teníamos en mente que el paso del tiempo y el poco paso peatonal por las mismas, daba pie al atropello de dicha calleja.
Y es que la verdad es que estamos un poco hartos de encontrarnos cada vez con más frecuencia este tipo de dueños listillos, los cuales sin ningún tipo de escrúpulos, hacen de nuestras callejas, añadidos a sus fincas. Como si no tuvieran bastante terreno ellos en si.




Así una vez que hemos comenzado la ruta, hemos puesto dirección a la charca de Casillas, no obstante, hemos pasado por el famoso “Canalizo”, el cual no mostraba toda su belleza al llevar poco agua. Una vez realizadas algunas fotos allí, continuamos la marcha con casi todos los miembros del grupo, con los pies mojados, fruto del paso de uno de los mayores atropellos realizados en nuestro berrocal, que no es otro que la autovia hasta Cáceres, en la cual hubo una serie de variaciones en callejas y caminos, que nadie puso freno y ahora pagamos las consecuencias, los que solemos andar por nuestras callejas. A pesar de alguna que otra “pisaera”, las cuales se movían mas que los precios, hemos acabado todos con los pies metidos en el charco.




Una vez alcanzada la carretera de Monroy, hemos continuado por la calleja de Casillas, la cual algún que otro vecino de Huertas algo mayor, nos aseguraba que dicha calleja llegaba hasta pueblos mas lejanos del que queríamos ir nosotros hoy. Seguramente que si los llevamos hasta el lugar de hoy, se les caería el alma al suelo al ver con sus propios ojos, como dicha calleja ha sido absorbida por los anteriormente nombrados propietarios. No es normal que dicho vandalismo pase inadvertido para las autoridades. No me creo que el SEPRONA esté mas pendiente de un cazador furtivo, al cual, seguramente que le sacaran menos dinero, que a los vándalos estos. No quiero pensar mal, pero todo hace indicar que el pasotismo del cual hacen patria nuestros cuerpos y fuerzas del estado, es debido a posibles “untamientos” de los que da solo asco el escribir.
Lo cachondo de esto es que en el día de hoy hemos emparejado con alguno de los dueños atracadores, los cuales al ser preguntados por nosotros, hacen apto de su prepotencia y encima te aconsejan que les cierres “sus” puertas, para que no se les escape el ganado. Que paciencia y escrúpulos hemos criado a lo largo de nuestras rutas, no se lo pueden imaginar ustedes. Que asqueados nos sentimos al denunciar estos atropellos y que caigan en sacos rotos y los atracadores encima, se rían de ti.






El caso es que hoy hemos seguido por la “antigua calleja”, donde faltan hasta las paredes de piedra. Caminando hemos continuado guiándonos por los antiguos “Mojones”, los cuales servían antiguamente de limite para callejas, cordeles y caminos.
Justo en la mitad del recorrido hemos optado por buscar un buen lugar para comernos nuestro ya habitual “muerdino” de pan, el cual en este tiempo esta aun mejor si cabe. Allí hemos podido disfrutar de nuestra gastronomía, la cual hemos dado a degustar a nuestro invitado especial que nos acompañaba en el día de hoy. Que decir y escribir de nuestro amigo Jesús. Un tío autentico, amigo de sus amigos y que siempre está ahí cuando te hace falta. Tenia ganas de acompañarnos en una de nuestras rutas y hoy ha hecho realidad sus ganas.





Una vez levantado el campamento, hemos continuado hasta el cordel, el cual ya conocemos de anteriores rutas. Desde allí hemos puesto rumbo hasta el Venturro, donde vivieron bastantes años, los abuelos de uno de los miembros del grupo. El cual le hace mayor ilusión recordar dicha historia.
Desde allí ha sido un paseo el que nos quedaba hasta nuestro pueblo, tranquilamente le hemos realizado parando varias veces para refrescar nuestras gargantas y entre chistes y cuentos, hemos alcanzado nuestra meta. Dieciocho kilómetros después llegábamos a la plaza, donde nos despedíamos hasta el domingo que viene, el cual, queremos ir a Monfragüe.

Una ruta más en la que nos traemos sensaciones opuestas. Bonito lugar, bonitas fotos y el mismo atropello de siempre. Una pena.





2 comentarios:

  1. Enhorabuena una vez más por vuestra sana actividad y buen rollo, así como al amigo "Kastro" si no me equivoco, por haber hecho realidad su deseo.

    Saludos.

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  2. Que gran mañana y que gran compañia, todo un lujazo. Que facil es pasarselo bien cuando las personas que estan contigo hacen todo lo posible porque estes a gusto. No me he sentido un extraño, ni tan siquiera invitado, me he sentido uno mas y eso es muy grande. GRACIAS AMIG@S.

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Capítulo 1.021: Finde de las tres "S"

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