Recién venidos de la actuación del grupo local Altamirano,
solo puedo decir que me lo he pasado en grande. A los amantes de la música Folk.
Sin duda que nos hacen falta mas ratos como el que hemos pasado esta noche.
En un teatro lleno, además de incomodo (nada nuevo bajo el
sol), los allí presentes hemos vuelto nuestras mentes en el tiempo veinte años
por lo menos, desde que en mil novecientos ochenta y cinco, este grupo de
amigos trujillanos decidieran juntarse y grabar varios discos. Según fue
pasando el tiempo y se fueron haciendo mayores, los trabajos y estudios de sus
componentes los volvió a separar y rara vez se juntaban para volver a cantar. Años
después, volvieron a hacer otro intento y estuvieron algunos años mas cantando
por toda la comarca, hasta que de nuevo volvieron a separarse.
Hoy gracias a una iniciativa espectacular además de
solidaria, que no era otra que ayudar a la asociación de ASPYAM (asociación de
padres y amigos del minusválido, para el que no lo sepa), la cual viene
sufriendo desde hace ya algún tiempo problemas económicos y la mayoría de sus
trabajadores sufre mucho a la hora de cobrar. Por eso la iniciativa de este
concierto tiene aun mas valor, puesto que todos sabemos algo de esta asociación,
pero son pocos quien de verdad esta implicados en ella.
Hoy con una entrada benéfica de tres euros, seguro que habrán
recaudado alguna “ayudita”, para seguir realizando su generosa e impagable
labor.
Volviendo al concierto, el grupo trujillano nos ha llevado
por todos sus éxitos, además de canciones populares, que sin duda doy fe, que
son las que mas han gustado, puesto que he sufrido los cánticos de mis vecinos
de butacas, los cuales han disfrutado como el que mas, volviendo a recordar
canciones de “quintos”, del “Chiviri”, alguna jota y algunos romances que
mediante sus instrumentos, el grupo Altamirano ha sabido elevar a gran escala. El
sonido de sus voces no ha cambiado mucho, a pesar de los años y con su gran voz
femenina Yolanda, todas las canciones suenan mucho mejor si de fondo son
acompañadas por las demas voces.
En definitiva, una gran noche por una gran causa, que pena
que el recinto no acompañe para dichos eventos y estos días es cuando echamos
de menos de verdad, un lugar en condiciones donde poder desarrollar cultura y
que quien la soporte, no tenga que estar con las piernas encogidas y el cuello escondido,
para no quitar el ver a los de detrás.
Gracias al grupo Altamirano y espero que no tarden tanto en
volver a dar otro concierto.