Esto mismo lo hice el martes pasado en un ataque de histeria nada propio en mí, por otra parte, al conocer y ver las imágenes famosas que todos sabemos y que, poco a poco, vamos olvidando
Analizando lo que fui capaz de escribir, creo que vino todo propiciado al ver quien decía la famosa frase, pero no por ser el alcalde, si no por tener una imagen de él que en ese momento se me iba al garete.
Hay que decir bien claro que las imágenes estaban manipuladas, puesto que después de colgado el vídeo en todas las redes sociales, fueron varios los presentes en el rodaje los que me dijeron que en el momento de decir la famosa frase, el mismo alcalde dándose cuenta de lo que había dicho, rápidamente pidió perdón micrófono en mano. Claro que quien de antemano tenía pensado hacer daño grabando eso, no le interesaba que se viera el vídeo entero, pues era mejor cortar justo en el momento de acabar de pronunciar esa frase.
Mis amenazas escritas también estuvieron fuera de lugar y desde aquí pido disculpas a quien se sintiera ofendido. Por suerte nunca he tenido problemas para retractarme en algo que haya creído que estaba mal escrito, como es este caso.
No voy a recriminar nada a nadie: parte de la culpa es de quien escribe lo que no debe.
Mi critica al señor alcalde se ha convertido en una guerra dialéctica entre Huerteños y Trujillanos que jamás pensé que llegaría a limites tan insospechados. Claro está que en las redes sociales es muy fácil insultar bajo el anonimato y de ahí, que hayan sido muchos los que han aprovechado para hacerlo. No voy a recriminar nada a nadie: parte de la culpa es de quien escribe lo que no debe, aunque en mi escrito no he faltado el respeto a nadie, que quede bien claro.
El asunto siguió engordando y el debate estaba en todos sitios, Yo que no estoy acostumbrado a estar en boca de tanta gente, el tema se me quedó grande, hasta el punto que me ha costado dormir estos días, entre otras cosas porque no me encontraba a gusto en medio de este proceloso debate, cuando mi intención no había sido esa en un principio.
Sin duda, lo mejor que he podido hacer ha sido contactar con el señor alcalde, a quien personalmente he pedido disculpas por mi desafortunado escrito, al tiempo que me puesto a su disposición para hablar sobre el tema y zanjarlo lo antes posible, más que nada porque no había tema en cuestión.
Si ya estaba todo enredado solo faltaba el ataque de la oposición, trabajo que les hice yo gratuitamente sin ser político ni querer serlo, a pesar de haber sido requerido para ello en varias ocasiones. Estaba claro que la oposición se iba a agarrar a todo lo publicado por las redes y por eso, volví a aparecer yo, sin quererlo nuevamente. Pero no solo eso, tras hablar con la Comisión de Festejos de Huertas me dicen que la oposición se digna a usar su nombre estando avisados para que no lo hicieran, dando otro nuevo enfoque al “no caso” en cuestión.
Está claro que de un grano de arena hemos hecho entre unos pocos, o hemos ayudado a hacer, una montaña, cuando lo único que se podía sacar de ello es un rato de diversión viendo lo bien que se lo pasa nuestro alcalde en las fiestas.
Si me tengo que quedar con algo positivo de todo esto, es que me ha servido al menos para constatar que el alcalde está al alcance de cualquiera y que puedes hablar con el sobre cualquier tema. Que sin duda es un tío muy inteligente, cosa que yo nunca he puesto en cuestión, puesto que si está donde está es porque lo vale. Que a pesar de nuestras diferencias a la hora de ver y entender la política, podemos seguir debatiendo sobre muchos temas. Que tiene su despacho a disposición de cualquier vecino que lo desee y que sobre todo escucha a los ciudadanos y esto lo puedo decir de primera mano.
Que en Huertas se recibirá al alcalde como cada uno quiera recibirle, pero sobre todo desde el respeto al acto que se celebra ese día.
Con esto quiero quedar claro que mi intención no era crear ningún tipo de guerra dialéctica entre nadie. Que soy un ciudadano de Trujillo más, como cualquier otro, con la peculiaridad de ser también arrabalero de las Huertas. Que las fiestas de cualquier lugar de Trujillo son dignas de todos y para todos, faltaría más. Que la famosa frase se canta en cualquier lado de la ciudad, con el pique sano que cada uno quiera darle. Que no tengo a título propio, ningún problema con nadie de Trujillo, bueno, a lo mejor con algún iluminado si, como cualquier vecino. Que en Huertas se recibirá al alcalde como cada uno quiera recibirle, pero sobre todo desde el respeto al acto que se celebra ese día. Que el señor Casero se ha disculpado públicamente por su desafortunada frase, fruto del momento, lo cual le honra, y que yo con este escrito, quiero hacer lo mismo con todo el que se haya podido sentir ofendido.
Así que ya sabéis todos, la política… para los políticos y nosotros a lo nuestro, es decir, pasarlo lo mejor posible en épocas duras para ello.
En resumen, entiendo que la única víctima es al final quién encendió la mecha. ¡Vaya tela!.
ResponderEliminarSiempre es posible que cualquier persona haga un comentario desafortunado, pero los hay que por su cargo o puesto, no deberían permitirse ese lujo, como creo es el caso.
A propósito de alcaldes, el vuestro no habrá estado muy brillante en su intervención, pero la mía se lució de cojones la semana pasada ante todo el mundo cuando se puso delante de los micros en Buenos Aires. Eso sí que fue para llorar, y no de risa.
Sniffff, ¡qué país de pandereta!. Sin acritud ni con segundas.
Un saludo, amigo.