Hace algún tiempo
es posible que estuvieras por encima mía, no te lo voy a negar, que años
aquellos en los que tu tenias de todo y nada te faltaba; bueno, eso de que no
te faltaba nada era mentira, ahora lo puedes comprobar.
¿Tienes
amigos?, ¿te queda alguno?, no me mientas, ponte la mano en el corazón y contéstame
francamente, y no me refiero a amigos de bares, yo quiero que me digas cuantos
tienes de los de verdad, de los que por ejemplo no se fijan en el puto dinero,
de los que te echan una mano y lo que haga falta desinteresadamente.
¿Uno?, ¿Dos
si acaso? No, no digas tres que en el que estas pensando se ha echado atrás, lógico
y normal, si a la mas mínima rajas de él en cualquier lado. ¿Qué te crees, que
no llegan las palabras a los oídos de los demás? Vivimos en un lugar muy
pequeño y todos nos conocemos, a lo mejor lo has hecho a propósito para que él
se enterara, pues que sepas que lo has conseguido y lo mas cachondo es que no
le ha cogido de sorpresa tales acusaciones, ¿Qué te puedes esperar de semejante
personaje? Siempre ha sido así, no le vamos a descubrir ahora…
A mí en el
fondo me da pena, pena de que sean tan ignorantes a la hora de ser personas,
porque si tu intención en esta vida ha sido poseer más que todos tus amigos
juntos, si ha sido fardar por cada cosa que ibas consiguiendo, si ni siquiera
has sido capaz nunca de escuchar a los que según tu poseen menos, ¿Qué has
conseguido en esta vida? ¿Dinero? ¿Riquezas?, ¿Para qué? Tienes con quien
disfrutarlo, si por no tener no tienes ni una mujer que te quiera, la que te
aguanta lo hace por el puto dinero, aprendió a ser feliz sin estar a tu lado,
su única felicidad era gastarse tu dinero en tiendas, ropas, zapatos, etc. Que
infeliz, podía tenerlo todo y no tenía nada, solo poseía dinero.
Tus hijos
van por el mismo camino, los que les rodean, lo hacen porque tienen de todo,
pero lo importante, la amistad verdadera no la conocen, me temo que fijarse
tanto en el escaparate que tienen en casa les va a perjudicar, ojala y se den
cuenta antes de que les pase como a su padre, que tengan que hablar solo con
los santos que hay en los billetes.
Pues ya lo
sabes, estoy al tanto de todo, de tus insultos por la espalda, como si tú no
tuvieras nada que callar, que pronto nos olvidamos de lo que no queremos
recordar cuándo puede ser usado en nuestra contra, o ¿es que ya no te acuerdas?
Si estaba yo también, ¿a quién quieres engañar? No digas que eran otros tiempos
que no me valen esas excusas, porque no hace tanto de aquello, ¿vas recordando?
Seguro que sí.
Ala, coge un
puñado de billetes y vete al primer bar a desahogarte, a poner a todo el mundo
en mi contra, invita y vuelve a invitar para que alguien te haga caso, aunque según
salgas por la puerta se descojonen de ti, te tienen tan calado que se
emborrachan día si y día también a tu costa, total, por darte la razón tres o
cuatro veces, merece la pena, además, si cuando tú te quieras ir a tu casa, ya
no te vas a acordar de lo que te han dicho, vas muy deprisa con el alcohol,
espero que no te pase nada, porque las enfermedades sin nadie alrededor son muy
duras y aunque tu creas que no, hay cosas en esta vida que no se compran con
dinero, pocas, pero las hay…
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