viernes, 28 de octubre de 2011

Capitulo 229: Racistas por naturaleza.





Aquella conversación en aquel bar le acabó de amargar el día:

_Déjale, le decía su compañero de trabajo, no merece la pena, quizás hasta tenga razón y todo en sus comentarios.

_¿Cómo va a tener razón si dice que él en los años sesenta también emigró, como va a tener razón??
Había escuchado tantas barbaridades tomándose aquella cerveza, que se sentía culpable por haber llevado allí a su compañero el búlgaro. 

_Lo siento, no volveremos a ir a ese puto bar, la próxima cerveza nos la bebemos aquí en la finca y punto, así no tendremos que aguantar a ningún racista de mierda.

_No te preocupes, en los dos años que llevo en España, he tenido que pasar por cosas como la de este bar, día si y día también, casi que me estoy acostumbrando a ello y todo. A raíz de la crisis, son muchas las personas que nos señalan con el dedo a nosotros culpándonos de ella, pero este trabajo estaba aquí libre, yo no he mandado despedir a nadie de aquí para que yo entre, no estoy cobrando menos dinero que tu, cobramos lo mismo, pero la gente se cree que venimos a trabajar por la mitad del dinero que trabajáis vosotros y eso no es del todo cierto, pero como está la vida, cualquiera se lo explica a gente como la del bar, encima si tienen un vaso de vino encima, mejor no hacerle caso.

_Pues fíjate, ese hombre es vecino nuestro de finca, estoy harto de hacerle favores con su ganado, pero tu tranquilo, que de hoy en adelante, no pienso echarle una mano mas, que le ayuden los que en el bar decían que si con la cabeza cuando el se metía con todos los extranjeros.

_Venga déjalo, no pienses más en ello que te vas a amargar más todavía, vámonos a encerrar el ganado y luego te vas a tu casa, que tienes el fin de semana libre.

_Bueno, si tienes algún problema me llamas, ya sabes mi móvil, no dudes en llamar para lo que sea, yo vuelvo el lunes, ¿quieres que te traiga algo del Pueblo?

_No, tengo de todo, pan y tabaco para el fin de semana tengo, no te preocupes y vete a disfrutar con tu familia y el lunes nos vemos.

Al día siguiente, el búlgaro se dispuso a limpiar los establos cuando le pareció escuchar una voz muy a lo lejos pidiendo socorro, pero al dejar de hacer lo que estaba haciendo para escuchar, no oía nada raro y volvía a darle al cepillo. Una de las veces que nuevamente le pareció escuchar las voces salió al exterior, miró a todos lados, afinó el oído y no escuchó nuevamente nada, pero justo antes de entrar  en el establo, escuchó los gritos de auxilio un poco más claros. Le parecían que venían de la finca de al lado, aunque no estaba muy seguro, empezó a andar cada vez más deprisa siguiendo el ruido que venía detrás de una pared alta de piedra, creo que es detrás de esa pared de donde vienen los gritos.

_¿Hay alguien ahí?? Me escucha alguien??

Hizo la misma pregunta dos o tres veces más, pero allí no contestaba nadie, cuando estaba a punto de volverse a las cuadras, volvió a escuchar otro ruido extraño. Ya no pudo aguantar más sin saltar aquella pared y fue lo que hizo, de un gran salto se encaramó arriba del todo y desde allí pudo ver tirado en el suelo al vecino de finca, el mismo que el día antes se había metido con él y con todos los extranjeros que había trabajando alrededor del Pueblo. No pensó siquiera en ello, salto al interior de la finca y le incorporo un poco la cabeza al hombre aquel.

_Está usted bien?? Me oye usted?? Le preguntaba sin respuesta alguna.

Al cabo de un instante, aquel hombre abrió los ojos, al ver al Búlgaro allí agarrándole, le volvió a faltar el aire de nuevo, hizo ademán de fajarse de las manos del extranjero, pero este no le dejó.

_Tranquilo, yo le llevaré al médico para que le vea, no hable que está usted muy débil.
No sabía cómo iba a saltar la pared con aquel hombre tan pesado a cuestas, solo se le ocurrió coger una soga y hacer como una especie de polea para poder subirle a lo alto de la pared y desde allí arriba, volver hacer lo mismo para bajarle. Así lo hizo, una vez que pudo tumbar al vecino en el suelo, salió corriendo en busca del coche de la finca, tenían prohibido salir de ella con él, pero estaba antes la vida de una persona que las leyes, a pesar de que le podía costar su puesto de trabajo.

A los diez minutos, estaban en el centro de salud, no sabe todavía como había dado con el, puesto que no había ido nunca, quizás el presentimiento hizo todo lo demás.

Estando allí llamó a su compañero de trabajo, no quería molestarle, pero al sacar el coche de la finca, creía que era su obligación llamarle.

_Que ha pasado?? Quien es el que has traído??

_El vecino de la finca de por cima, le ha dado un infarto y está muy mal.

_El que te insulto ayer??

_Si, el mismo.

_Joderrrr, seguramente que cuando se ponga bueno, seguirá insultando a todos los emigrantes y extranjeros, no se merece lo que has hecho por él.


La familia ha llegado pronto, estaban todos cerca de aquí. El hijo mayor se ha acercado a ellos y le ha dado las gracias, no, las gracias a él, yo no hice nada, estaba en casa que hoy descansaba y fue mi compañero el que lo ha salvado.

Nos han dicho los médicos que se pondrá bien, si llega a tardar quince minutos más, no lo cuenta……..
Vámonos, que tengo que llamar al jefe para decirle lo del coche.

_Para qué?? No vamos a llamar a nadie, no hace falta dar explicaciones de lo que has hecho, aunque sigo pensando lo mismo, no se merecía lo que has hecho por el, si hubiera sido al revés, tu amaneces en el establo muerto, aunque él hubiera estado allí a tu lado.

_No digas eso, seguro que él hubiera hecho lo mismo por mi…………..

miércoles, 26 de octubre de 2011

Capitulo 228: !!Que vienen los piconeros!!!





Eso es lo que antiguamente podían decirnos de niños para asustarnos y más de una vez nos dijeron. Hoy en día poca gente usa el brasero de picón, bien por falta de espacio para tener lo sacos de picón, bien por comodidad o que se yo, el caso que hoy en día yo tengo la suerte de que mi madre todavía echa brasero de picón y cuando voy a su casa lo que tardo en sentarme a la camilla, lo primero que hago es “echar una firma”, que significa removerle para que caliente mas, unos lo mueven con la “badila” y otros como yo, con la misma alambrera.

Por muchos inventos que aparezcan, ninguno llegara al brasero de picón, si tienes frio mueves, si estas a gusto, lo dejas como esta y punto. Por la mañana temprano lo primero que se hace es echar el brasero, apartas algo de cenizas del día antes y lo echas encima del picón recién echado del saco y normalmente con eso basta para que prenda él solo, si ves que no, pues le das un poco de aire con un periódico, revista o tal. Está claro que aparte de mas incomodo, también es más sucio, salen más “telarañas” y tienes que pintar el salón más a menudo, pero la verdad que merece la pena, estos de luz, o te abrasan o te arrices, no sabes en que fuego ponerle y encima cuando viene la factura de la luz, te acuerdas hasta de la marca del brasero, porque hay que ver la luz que consumen para lo poco que calientan.

Aun recuerdo golpear la puerta de casa de mi madre y salir yo a ver quién era, cuando abría el postigo de la puerta y me encontraba de frente con aquel hombre, más negro que un habitante de Senegal, no puedo negar que un escalofrío me recorría el cuerpo, mas de una vez me dieron ganas de salir corriendo y dejarle allí con la palabra en la boca a aquel buen hombre.

_Dile a tu madre que cuantos sacos va a querer, me decía el piconero.

Yo entraba en busca de mi madre, con la “rejilona” todavía en las piernas para decirla que era el hombre del picón, ella me decía dile que cuatro o si van a tardar en volver, que te dejen cinco, ahh y luego das la vuelta y les abres la puerta de la cochera para que lo dejen allí abajo.

Joder, encima que estaba cagado de miedo, me hace ir allí abajo a verles más de cerca todavía. 

_Dice mi madre que si van a tardar en volver, que le deje cinco sacos, le decía yo al hombre.

_Vale, está abierto allí abajo?? Me preguntaba siempre.

_No, ahora le abro yo, vaya usted moviendo el camión.

_Venga, ahora mismo descargamos los sacos.

Yo salía corriendo y abría la puerta antes de que ellos llegaran, luego me escondía detrás de una pared para que ellos no me vieran y desde allí los veía descargar los sacos. Ahora me parecía que estaban más negros aún, los recuerdo con unas chambras de estas antiguas y en el hombro se ponían como una almohadilla para coger mejor los sacos, antes de que metieran el ultimo saco, yo iba a decir a mi madre que ya estaban acabando para que viniera ella a pagarles y así evitaba yo el tener que volver a pasar mal rato.

Cuando iba mi madre a pagarles, yo iba detrás de ella como un perrito faldero, por si las moscas pensaba yo. Después de abonarles los sacos ellos se despedían diciendo, bueno, hasta pronto chaval!!! Y al poner una sonrisa en aquellas bocas, dejaban ver los dientes blancos, que aunque no lo estuvieran tanto, al contrastarlos con lo negro que ellos estaban, me parecían que podían hacer perfectamente un anuncio de pasta de dientes.

Es curiosa la vida, después de bastantes años de aquello, muchos días emparejo con uno de aquellos piconeros residentes en Belén y que todavía sus descendientes se dedican al picón, le sigo recordando negro a más no poder y con aquella chambra puesta, aunque no vendan seguramente lo que vendían por aquellos años, ellos siguen ganándose la vida con uno de los oficios más antiguos y calamitosos y que seguramente peor pagado está, para todo el trabajo que tiene y que seguro que con el paso de los años, se perderá en el olvido como tantos otros se han perdido ya, o están a punto de ello.

sábado, 22 de octubre de 2011

Capitulo 227: Huertas es churrera.






Un año más lo hemos podido comprobar durante las fiestas y algún día después.

Me viene a la cabeza la churrería que había en la plaza, la de Tío Luis, recuerdo perfectamente a este hombre, sentado delante de la chimenea friendo churros.

Pero sin duda la churrería que mejor recuerdo es la regentada por los que hoy en día son mis suegros y los tíos de mi mujer. Es cierto que teniendo un negocio como ese, tienes que aguantar a mucha gente que se les ha hecho de día y vienen un poco perjudicadas de la discoteca o de los últimos garitos abiertos. La churrería era el sitio donde nos podíamos encontrar a todo tipo de gente, a los trasnochadores, a los madrugadores, a los cazadores, a los pescadores, a los trabajadores, que también los había etc.
La hecho mucho de menos en ese sentido, aquel local fue muchos años sitio de quedada para muchas cosas, la gente quedaba allí para ir de montería, o para ir a cazar cuatro conejos; fueron muchas las anécdotas contadas allí por todos los cazadores que se reunían, muchas mentiras también allí contadas.

Según cerraban la discoteca de “Borde”, nos encaminábamos hacia la churrería como si fuera la procesión de los borrachos, éramos muchos por esa calle actualmente del encierro, los que enfilábamos hacia ese local. Al llegar, la verdad que a mí me daba un poco de vergüenza, porque  yo había llevado a la que por entonces era mi novia y actualmente mi mujer para su casa y luego casi siempre, por no decir siempre, me volvía a ir a la discoteca, así que la mirada de los suegros me daba pudor. Normalmente cuando iba, era porque había bebido un poco más de la cuenta y las vergüenzas se me habían quitado un poco, aunque nunca del todo.
Recuerdo nada más llegar allí sentados, a “Popi”, Leandro y Manolo “Colorao, también andaba por allí Chimplin”, a los cuales he de decir que les encantaba que fuéramos allí, y digo esto porque  además de pagarles alguna “copichuela” que otra, siempre acabábamos cantando, que al fin y al cabo era lo que a ellos les gustaba. Había una silla siempre desocupada y en la que ninguno de ellos se sentaba nunca, era la silla reservada para el “padre”, como ellos decían, mas de una vez cuando algún despistado se sentaba en ella, ellos siempre te decían, ahí no que esa es la del cura y está a punto de venir!! Y así era, a la hora de siempre aparecía Don José por la puerta, era muy raro que fallara algún solo día y el día que así lo hacía, ya tenía preocupados a todos “los coloraos” y compañía.

Un día de estos que no nos habíamos acostado, tuve una conversación con el cura, por aquellos años estaba yo con la cosa de entrar en la Tuna del pueblo y el siempre me decía que tenía que saber tocar algún instrumento, (guitarra, bandurria o laúd), los “coloraos” que siempre estaban al loro de todo lo que allí se hablaba, le dijeron que me escuchara cantar y que luego decidiera y así fue, acabamos todos cantándole al cura canciones de la tuna para ver si yo aprobaba el examen, cosa que al final no ocurrió pero que recuerdo con cierta sonrisa aquel día.

La verdad que aquellas madrugadas se vendían mas copas de anís y coñac que churros, rara vez me metía yo algún churro o alguna “jeringa” para el cuerpo, más que nada porque al encontrarse en el estomago con los “cubatas” no solían hacer buenas migas.

Desde aquí pido que se vuelva a instaurar una churrería en Huertas, pero que no sea solo en fiestas, si puede ser que nos dure todo el año , que comer churros y jeringas es salud y así si quedas tempranito con alguien para ir a hacer cualquier cosa, ya dispondremos de un sitio para quedar.

jueves, 20 de octubre de 2011

Capitulo 226: ¿Que mas se puede pedir?





Sales de casa un cuarto de hora antes de empezar a currar, no sabes lo que es un atasco ni una caravana, lo más que te puedes encontrar camino del trabajo es un coche de frente y otro delante de ti. Llegas al curro y ves correr a un par de conejos refugiándose de tu coche, este año se ven menos por culpa de la poca lluvia caída hasta el momento. Sigues hacia la obra y ves alguna “coguta” arriesgarse cerca de tu coche a que las des un susto, hay están con sus moños bien peinados y sus cantos mañaneros, que felices son.
Llegas al curro te bajas del coche y respiras el aire, al que nunca le damos la importancia que tiene, a lo lejos se oye un mochuelo que se le ha hecho de día sin darse cuenta, hace fresco, aunque en el mes que estamos debería de hacer mas, pero este año el ciclo parece ser que será de sequia, una pena ver tantos meses al campo con el mismo color, se echa de menos el verde otoñal de la hierba creciendo, pronto lo veremos.

Enciendes la radio, tu fiel compañera en el trabajo y escuchas las noticias del trafico, diez minutos hablando de los atascos de las grandes ciudades y tu sin saber lo que es ver cinco coches seguidos y piensas, como puede esa gente aguantar día si y día también esas caravanas?? Preguntan por las carreteras de Extremadura y siempre dan la misma respuesta, normalidad absoluta en todas y cada una de las carreteras de la Comunidad.

Levantas la vista para ver el amanecer y te quedas prendado de los colores tan raros y a la vez flipantes que se ven alrededor del sol, un zorro atraviesa a lo lejos el camino, seguro que va en busca del refugio para dormir un rato después de una noche ajetreada de caza, detrás de los conejos y alguna gallina despistada que su dueño se olvido de recoger.
Afinas un poco el oído pues se oye algún ruido raro en el cielo, son las primeras grullas que pasan hoy, este año me estoy dando cuenta que vienen en grupos poco numerosos, vienen muchas pero muy desparramadas, será culpa de las pocas lluvias también?? Sinceramente no lo sé.

Escucho el ruido de un coche a lo lejos, es el vecino de finca que viene a echar de comer a las vacas, la rutina diaria. Al verle venir, un grupo de avutardas que lleva todo el año con nosotros por allí levanta el vuelo, es impresionantes verlas de cerca, son enormes, estas yo creo que no emigran, aunque la verdad que este año tienen poco que comer.

A eso de mediodía al intentar ver otro bando de grullas que vienen con su escandalera habitual, diviso un grupo de buitres haciendo el rondo, pienso que alguna oveja o ternero ha fallecido, la verdad que cada vez el hombre le pone más difícil a esta especie su futuro. Quien se ha inventado el recoger el ganado muerto y no dejarle en el campo para que estos animales y otros muchos se puedan alimentar?? Es higiénico el que pase ese camión por las poblaciones dejando ese olor tan desagradable y esa cantidad de moscas que pegan unos muerdos acojonantes??

Al lado de los buitres veo una pareja de cuervos, un día de estos atrás, escuché en la radio que son las aves más fieles que hay, cuando uno de los dos fallece, el que queda vivo le guarda el luto al fallecido y no vuelve a juntarse con ningún cuervo mas, que curioso el mundo animal.

Las tardes se pasan volando y se suelen ver algún lagarto que otro, fíjate en la fecha que estamos y todavía se pasean por allí, ya les queda poco a ellos y a sus primas las culebras, las cuales solo dejan sus “camisas” de recuerdo para los humanos.
La pareja de Primillas que el año pasado crió en el Palacio se dejan ver poco, el año antes una pareja de chovas les quitó la hornilla en la que tenían el nido, pero el año pasado la volvieron a recuperar y fueron capaces de criar a sus pajarillos.

Antes de empezar a recoger la herramienta y la radio escucho decir, hoy en Madrid se ve la nube de contaminación mejor que nunca, como no llueva pronto no se qué vamos a hacer, yo mirando al cielo respiro profundamente con los brazos abiertos y vuelvo a pensar, que suerte tenemos de poder vivir aquí y me vuelvo a preguntar cuando me monto en el coche camino de casa, ¿Qué más se puede pedir??

miércoles, 19 de octubre de 2011

Capitulo 225: El buen samaritano.




                                      
Primer domingo de fiestas, después de una abundante cena en casa de la suegra, me dispongo a ir a la actuación de la plaza, los peques se van con mis padres para dentro y la parienta y yo a por las entradas, pero…………..los bonos están en casa!!!!!.

Me dice que se acerca ella a casa a por ellos y yo mientras la espero por allí arriba, quedamos en eso, pero en el último momento la digo, voy contigo!!
Según íbamos camino de casa iba toda la gente que vive en los aledaños al Pilar Viejo camino de la plaza, nosotros andando deprisa por que llegábamos tarde; a la altura de donde empezaban las vallas que se ponen para los encierros vemos un bulto en el suelo, mi mujer me dice:

_Quien es aquel que está tirado en el suelo??

_ Donde?? Le contesto yo, no había conseguido ver nada todavía.

_Allí en el suelo, hay un hombre que se ha caído y está allí tumbado.

Al principio me asusté, pensé que era una persona mayor que con lo poco alumbrada que estaba aquella zona, se había tropezado y había caído al suelo, aligeré la marcha para llegar rápido hasta donde estaba la persona caída y enseguida le conocí.

_Que te ha pasado, le pregunté.

_Ay, ay, ay!!!!! Fue la única respuesta que me dio.

_Estas bien?? Te duele algo??

_Mis gafas, donde están mis gafas me preguntaba con voz de persona perjudicada por el alcohol.

Las cogí del suelo y se las di, el seguía a cuatro patas en el suelo buscando ahora su gorra.
Después de reñirle un poco como si fuera yo la persona mayor y él un niño que ha liado alguna, me dispuse a levantarle del suelo, he de decir que hubo una persona que llegó a la vez que yo al lugar de los hechos y que también se intereso por él, aunque fui yo quien le dijo que me responsabilizaba de acercarle a casa, que no se preocupara…………… en la hora que yo dije nada.!!!

Como pude le agarré de la cintura y le ayudé a ponerse de pie, estoy seguro que su peso era de más de noventa kilos en estado normal, en el estado en que se encontraba, podía pesar veinte kilos más tranquilamente.

Al ponerse de pie no me di cuenta de lo verdaderamente perjudicado que iba, le dije a la parienta que se acercara ella a casa, mientras yo le acercaba a este señor a su casa, que aunque no vive muy lejos de allí, se me hizo eterno el recorrido.

Agarrándole con un brazo por la cintura y con el otro de uno de sus brazos, iniciamos el camino de su casa, la verdad que los primeros metros los hicimos a una velocidad moderada para el estado en el que iba, me venía diciendo que él me conocía y que le estaba haciendo un gran favor, que no sabía cómo me lo iba a pagar, pero que tuviera en cuenta que lo haría de una manera u otra. Yo solo le decía que se callara y que anduviera más deprisa, pero qué coño iba a andar si no sentía las piernas, fue de momento que se empezó a poner más “pesòn” y más torpe todavía andando, yo le decía que si estaba peor o que si le había dado algo, pero su estado ya no le deja pronunciar como antes y era muy difícil entender lo que me decía.

A unos cien metros de la salida se produjo la primera caída, mira que iba yo con cuenta de que podía pasarnos, pero me fue imposible sujetarle, es más, casi me caigo yo por evitar su caída.

_Déjame aquí, me decía!!!, ya se me pasará!!!

_Venga, vamos arriba le decía a la vez que le volvía a coger por la cintura, esta vez se me hizo casi imposible levantarle, miraba hacia los lados con la esperanza de que pasara alguien que me ayudara, pero no hubo suerte, así que como pude le volví a pasar la mano por la cintura y empecé a cargar con el camino de su casa.

Ahora me iba susurrando que él se ponía en esas condiciones por culpa de la mujer, que no le comprendía a él, yo me tenía que reír pensando en la bronca que se iba a llevar por parte de la mujer cuando le viera a parecer en esas condiciones, le advertí que yo le dejaría antes de llegar a su casa, que no me gustaba que me viera su mujer llevarle y tenerla que dar explicaciones.
Unos cien metros antes de llegar a su casa me encontré con unos vecinos suyos, que me dijeron que si me ayudaban a llevarle, a lo cual me negué puesto que ellos iban a la plaza y llevaban a su hija y no era plan de que viera aquella estampa, así que les dije que me apañaba yo solo. No sé si fue al oír estas palabras pero el cuerpo inerte al cual iba agarrado se volvió a desplomar al suelo, esta vez no pude evitar caerme con él a pesar de todos los esfuerzos que hice, lo único que pensé era como le iba  a levantar, puesto que las fuerzas habían desaparecido de mi cuerpo y el hombre estaba ya para pocas.

Después de dejarle un rato  allí sentado en el suelo, el cual aprovechó el para aliviar gases, ¡!la Virgen Santa!!! Pero que gases, aquello parecía la “Mas cleta” Valenciana!!! Le volví a levantar del suelo, ya me quedaba muy poco para llegar a su casa y empecé a pensar donde le iba a dejar para que no le fuera muy difícil de llegar solo, vi que tenía un “poyo” delante de su casa y pensé que allí era el mejor sitio, así que fuimos hacia allí, lo que tardé en soltarle para que se sentara un rato allí, volvió a caerse al suelo, esta vez estuve a punto de dejarle allí y llamar a su puerta, para que saliera la mujer a por él, pero me volvió a remorder la conciencia y volví a levantarle del suelo, como pude le senté en el “poyo” y me fui en busca de la mujer, que ya se la hacía que tardaba, no me hables la contesté, no me digas que he tardado que vengo agotado!!!

Estuve toda la noche con un dolor de espalda igual que si hubiera estado todo el día cogiendo aceitunas; al día siguiente a mediodía más o menos, entré en uno de los bares del pueblo para tomarnos unas cervecitas y sabéis a quien me encontré dándole al vino nuevamente como si no hubiera pasado nada………………!!!!!!! El mismo que viste y calza!!!!!

Capítulo 1.021: Finde de las tres "S"

  Santoña, Santander, Santillana del Mar. Nos volvimos a poner en carretera cuatro meses después de haber hecho el anterior viaje a Portugal...