Estos días atrás estuve hablando con un amigo del tema de las vecindades, de lo importante que es para nuestra calidad de vida el estar rodeado de gente con la que te puedas llevar bien y si no bien, por lo menos que te dejen vivir.
Este amigo me decía que estaba haciendo obras en su casa, puesto que desde hace un par de años o así, había llegado a su barrio una nueva vecina que los estaba haciendo la vida imposible, que era raro el día que no discutían e incluso me dijo que más de un día le habían dado ganas de cometer una locura; esto último se lo quite de la cabeza rápidamente, es verdad que no puedo ser objetivo ante una cosa de estas, menos aun al ser amigo de una de las partes, me es imposible no posicionarme de un lado.
El caso es que desde que se casaron, han estado viviendo en el mismo sitio, una casa que se fueron haciendo poco a poco y con mucho esfuerzo, como el que más y el que menos, con una ilusión tremenda y cuidando todo tipo de detalles, para sobre todo no molestar e intentar llevarse lo mejor que se pueda con los vecinos que allí había ya viviendo.
Las obras que se ha visto obligado a hacer mi amigo en su casa, ha sido la construcción de un muro enorme para no ver lo mas mínimo a la “nueva” vecina, que encima de ser la última en llegar al barrio, ha ido haciendo “amigos” poco a poco y ya ha conseguido no hablarse con ninguno de los habitantes de la zona; mi amigo no hace mucho se encontró con una persona que vivió al lado de su vecina en su anterior casa, este le daba el pésame por la mala suerte que le había tocado al tener a ese personaje por vecina, le dijo que ellos ahora era cuando habían llegado a ser felices por completo, que aunque muy tarde por lo menos lo habían conseguido, le dijo también que allí había sido igual de vecina, que tardó menos de un año en no tener a nadie con quien hablar y que era especialista en montar espectáculos con todos los vecinos.
La verdad que mi amigo ya sabía qué clase de personaje les iba a tocar tener de por vecina, pues es muy conocida en todo el pueblo, pero nunca se podía imaginar que una persona pudiera ser tan mala y arrastrada, que fuera feliz haciendo daño y que cuanto peor se llevara con los vecinos, más feliz se la veía.
Ahora más de un día piensa la mala suerte que han tenido, piensa en vender la casa e irse de allí, pero luego mas fríamente lo vuelve a pensar y se pregunta el solo, ¿Por qué me tengo que ir yo de mi casa? ¿Por qué no se va ella que es la última en venir y a la única que no habla todo el vecindario? ¿Por qué es feliz haciendo daño a las personas? ¿Cómo pueden existir seres humanos tan malos y ruines?
Yo si digo la verdad, estoy preocupado por mi amigo, sé que no es de los que puede hacer daño a nadie, pero esta señora le está castigando moralmente día sí y día también, y eso me preocupa mucho.
La última vez que hablé con él, no quise ponerle los dientes largos ni mucho menos, pero le dije que en nuestro barrio a pesar de que seguramente más de un día, puede haber alguna discusión, nos llevamos muy bien todos, este fin de semana hemos celebrado por cuarto año consecutivo la “fiesta” del barrio, la cual consiste en hacer una gran barbacoa y cenar todos juntos en la calle, la cual para la tranquilidad de todos, padres e hijos, la cortamos al tráfico, así todos los pequeños pueden jugar tranquilamente. Como siempre nos sobraba algo, el día siguiente lo asumimos como fiesta también y así celebramos el fin de semana completo.
La verdad que nosotros tuvimos mucha suerte con los vecinos, algunos de ellos son amigos de la infancia y todos los demás son gente “cojonuda” y muy sana, como tenía que ser toda la gente, pero todos sabemos que no es así, en algún barrio siempre hay algún vecino que suele destacar por sus historias con los demás, suelen ser personas muy poco sociables y que no son felices jamás en la vida, una pena, para cuatro días que vivimos y que nos llevemos tan mal unos con otros.
Con estas cuatro líneas escritas, quiero dar las gracias a todos mis vecinos por ser como son y por dejarnos vivir felices a los demás, sin meterse en historias raras los unos con los otros y guardarnos siempre respeto mutuo.
Al año que viene más y mejor y que no faltemos ninguno a nuestra cita, gracias.
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