sábado, 23 de enero de 2021

Capitulo 984: No se puede vivir sin bares...



 Viernes en el calendario del viejo reloj "Casio albañil" que no se le puede cambiar la hora antigua, puesto que sus botones están comidos por el cemento, así que toca siempre hacer cábalas para saber la hora exacta que es. El mejor día de la semana y el mas largo en el curro. Desde bien temprano uno va haciendo sus planes en la cabeza a la vez que vas asistiendo a los oficiales.. Pasta, ladrillos!!! vamos no te duermas que tienes la cabeza ya en los bares..

Pues si, estoy deseando dejar de trabajar para poder tomarme una cerveza con los compañeros de curro, que aunque alguno me ha estado puteando toda la semana, el viernes por la tarde se olvida todo.

Ponnos una que pago yo... y allí uno se relaja y ríe recordando anécdotas de obras antiguas, de viajes a pueblos cercanos y de frites que se hacían al colocar la bandera justo al terminar los tejados. Sin duda los años mas felices de mi vida. Ahora te toca pedir a ti que siempre esperas al ultimo para ver si no queremos otra y te escapas sin pagar!!!! no falla, siempre es el mismo pero le conocemos de sobra y no se nos escapa.

No se si beberme otra antes de irme a duchar que hemos quedado los colegas... venga que coño, que es viernes. Los compañeros mas mayores van desfilando para sus casas y los peones de la empresa que solemos ser los mas jóvenes, aguantamos otro par de rondas o tres, según se tercie. Con nosotros se queda el soltero de la empresa que le gusta mas la leche que a los chivos, como le dicen los jefes. Quiere ponerse a nuestra altura bebiendo y pronto nos damos cuenta que se le ha subido el alcohol a la cabeza. Nos reímos y los primeros cantes salen de la garganta del compañero. Esto tiene pinta de que acabará sin irme a duchar y terminaré con la ropa del curro por todos los bares del pueblo, incluso echaremos algún baile en la discoteca, eso si, recostado a la barra siempre, haciendo compañía a los pobres camareros para no dejarles solos.



Cambiamos de bar y justo allí nos encontramos con operarios de otra empresa del pueblo y nos juntamos con ellos, puesto que llevan el mismo rato que nosotros por los bares y también parece que han arrancado a cantar. Unimos voces pero el resultado es el mismo, normal que acabemos de albañiles porque cantantes ya te digo yo que no...

Se echa la hora encima de salir con los amigos y sigo sin ducharme, !que pereza!. El compañero que sigue a mi lado dice que se va con la boca pequeña, puesto que le pregunto si quiere otra en el bar de al lado y allí acabamos los dos.

La gente entra y sale del bar, un vino, una cerveza, un cubata y el mas raro pide un café. El que tiene la voz mas potente se le escucha desde la otra punta de la barra, otros hacen algún trato con el ganado y algún paisano encarga alguna obra al maestro albañil que viene ya duchado de casa y nos mira con cara sonriente al compañero y a mi, a la vez que le manda al camarero ponernos otra ronda. !El lunes os espero!! nos dice en voz alta para que se entere la mitad del bar, porque la otra mitad anda a lo suyo.


El compañero empieza a dar síntomas de "calentura" y dice que se va, yo si voy a casa a ducharme no salgo, así que le comento al camarero amigo mío si me prepara algo para cenar. Tengo moraga recién guisada, me dice, pues venga, y allí en el rincón de la barra me aprieto la ración entre pecho y espalda sin darme importancia ninguna....

Cuando entra el primero de los amigos por la puerta y me ve ya sabe que ha habido empalme y que toca continuar con la misma ropa. Un café y un calambuco después de la ración me hacen animarme un poco mas de lo que estoy. Pido otro para el colega y dice que no, que hoy toca cerveza que es viernes y mañana toca currar hasta medio día. 


Nos vamos para el bar donde hemos quedado todos y allí uno es feliz al lado de tus amigos y amigas, donde hay una que te rompe el corazón y todavía no se lo has dicho. Hoy puede ser una gran noche para declararte y si no mañana, que hoy a lo mejor se te nota mucho que no has ido pa casa...

La ultima a las tantas en la discoteca, donde entre canciones conocidas uno se anima a bailar un rato, poco, porque se puede  mover demasiado el contenido que uno lleva encima y salir todo disparado, incluso la moraga de hace unas horas...

Cuando uno ya no puede mas decide irse pa casa que mañana es sábado y hay que salir a tomar las cañas, puesto que no me toca currar...


Quien nos iba a decir a nosotros que tendríamos que estar sin bares tanto tiempo.

La vida sin bares es una puta mierda y no entiendo a quienes jamás han pisado uno. Sin bares no se puede vivir.

Mucho ánimo a todos los propietarios y camareros de bares y discotecas, todo pasará.







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