Capítulo 981: Diez años después.

 Quien me lo iba a decir a mi que llegaríamos hasta este punto diez años después, con todo lo que nos ha ido sucediendo por el camino y que dichas circunstancias no han podido con el convencimiento de que fumar era y es chungo. Todo empezó a la vez que entraba en vigor aquella famosa y polémica ley de prohibir fumar en los bares. Todo era raro, todo era nuevo y sin duda que a la vez emocionante el luchar contra mi mente a la hora de olvidar este puto vicio.

Comenzamos la aventura de este blog donde fui escribiendo mis penurias diarias donde contaba la experiencia de como me iba a la hora de irme desprendiendo del vicio. Con el paso del tiempo fui escribiendo antiguas aventuras y a la vez fui despidiendo a paisanos que nos iban dejando y que aquí en mi blog siempre tenían su hueco.

También me dediqué a denunciar todo lo que llegaba a mis oídos y que consideré injusto; esto sin duda que me trajo mas dolores de cabeza que otra cosa pero no dejé de hacerlo y pasado el tiempo no me arrepiento de nada de lo que en este blog está escrito, eso de que todos somos esclavos de nuestras palabras lo he llevado siempre a rajatabla.

Y cerca del objetivo que me marqué de llegar al capitulo mil voy escribiendo menos de lo que me gustaría. Entre el poco tiempo que me sobra y que cada vez me exijo mas a la hora de escribir, son mas los días que escribo y borro que los días que escribo y publico.

La aventura de publicar mi segundo libro está a día de hoy muy lejana y me sigo conformando con recordar aquel "Palacio de Cristal" que sin duda no sería capaz de volver a escribir en estos momentos.

No me preocupa ni me agobia, escribo solamente cuando me lo pide el corazón y últimamente la verdad es que me lo pide poco. Casi seiscientas mil visitas después seguro que quedan pocos paisanos y amigos que no hayan leído alguna de mis publicaciones, a la vez que vuelvo a dar las gracias a los incondicionales que siempre estáis ahí detrás dejando vuestras opiniones o solamente leyendo que para mi, ya es suficiente.

Me encantaría seguir escribiendo todo lo que pueda pero he aprendido a no agobiarme ni tampoco ponerme metas, lo que sea será y llegaremos hasta donde el destino quiera. Siempre quedarán para la posteridad todos y cada uno de los artículos aquí publicados a pesar de los años y ojalá alguna vez pueda publicarlos en papel, donde sin duda sigue siendo el formato que más disfruto a la hora de leer.

Muchas gracias a todos los lectores y si queréis por aquí nos vemos, aunque menos de lo que me gustaría.

Feliz año.