Suena la puerta de casa y una voz conocida llama a mi padre
- Fonta!!!, ¿Dónde andas?
Mi madre, que anda liada haciendo bolillos para no variar, deja el tintineo de los palitroques y contesta: ¿ Quién es? aunque la voz desde un principio le ha sonado familiar.
- Entra el que sea!!! una frase muy popular en mi casa.
_ Soy yo Kin, ¿Dónde anda el maestro?
- Hombre Kin, ya está bien que te dejes ver por aquí, cuanto tiempo sin visitarnos.
_ Pues si, ando de aquí para allá y las clases del instituto no me dejan mucho tiempo.
- Y luego encima os metéis en estos berenjenales de la política por si no tenéis bastante.
_ Tenemos que estar ahí Rosi, que somos necesarios...una risa contagiosa acompaña la frase....
Entra mi padre por la puerta y el abrazo que se dan es el mismo que darías tú al mejor de tus amigos, un abrazo que lleva dentro el cariño y respeto que se tienen mutuamente.
Después de despedirse de mi madre, los dos caminan hasta el lugar de la reunión, donde les esperan todos los compañeros de lista. Yo les acompaño hasta la puerta y por el camino vamos charlando del curro que les queda por hacer antes de las elecciones, en las cuales tienen puestas grandes esperanzas de sacar algo positivo. Ya nos toca, dicen los dos...
Aquellas elecciones fueron un fracaso para vuestra lista y muchos de los que a día de hoy dicen que Trujillo ha perdido un gran político, jamás te votaron.
De ti siempre envidié la manera en que te tomabas los fracasos, que lejos de venirte abajo eras el primero en animar a todo el grupo. La facilidad para debatir con cualquiera fuera del partido que fuera y tu dulzura a la hora de interesarte por todo el mundo. Los que nos sabíamos de memoria vuestro proyecto no entendíamos como la ciudad ni siquiera se leía el programa y todo lo bueno que en el venía, porque tú al frente del grupo, apostabais por otra forma de hacer política, lejos de las dictaduras de pp y psoe que siempre hubo y habrá en esta ciudad por los siglos de los siglos.
En la enfermedad de mi padre no había semana que no me preguntaras por él, sabía de sobra que andabas igual de preocupado que lo estábamos todos y deseabas venir a casa lo antes posible para darle ánimos y fuerza a tu maestro, como tú le llamabas siempre.
Hoy estamos todos abatidos porque según pasan las horas y no te vemos, nos vamos dando cuenta que has emprendido el viaje al otro lado, para sentado al pie del maestro Anguita, seguir siendo necesario en eso de la política que a ti tantas horas te ha quitado de sueño.
Has dejado a todos tocados. A tu maestro, a Luis, tu gran escudero siempre a tu lado, Tío Chimplin, que no se explica como puede la vida robarnos tu presencia, la gran Belén, que tantas patadas tiene dadas contigo de aquí para allá intentando hacer una ciudad mejor y en definitiva, un mundo mejor. Todo el que te conocía de una forma u otra, pero sin duda me quedo con el llanto de todos tus alumnos al enterarse de la noticia, entre ellos mi hija a la cual se que adorabas y que siempre estuviste pendiente de ella cuando aquel primer día, entró por la puerta del instituto. Ayer desde Caceres al enterarse de tan trágica noticia, no pudo dejar de mencionarte en todo el día al igual que todos los alumnos que habían pasado por tu aula y los que aun continuaban esperándote en ella. Pocas veces uno recuerda un profesor que sea tan querido por todos los alumnos, ese querido profesor, has sido tú, amigo Kin.
Hoy la vida en la ciudad es un poco peor, porque el mejor político, profesor y consejero ha emprendido el viaje sin avisarnos, la cosa no tenía que haber sido así amigo Kin, tú eres y serás siempre necesario aquí abajo, intentaremos seguir tus consejos y copiar todas las ideas que siempre defendiste para hacer un Trujillo mejor, lleno de buenas personas sin importar el color de su bandera.
Que la tierra te sea leve,
Ojala las paredes no retengan tu ruido
de camino cansado
ojala que el deseo se vaya tras de ti
a tu viejo gobierno de difuntos y flores....
buen viaje MAESTRO.
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