domingo, 22 de marzo de 2015

Capitulo 642: Ruta en la garganta de Cuartos (Losar de la Vera)



Después de la mala experiencia en la ultima ruta realizada por la comarca Verata, volver a ella debía de ser para hacer alguna ruta especial. No podíamos volver a caer en el mismo error de hacer una ruta mas del montón, de las que, por suerte, llevamos muchas hechas a día de hoy.
Gracias a un par de amigos senderistas, llegó a mis oídos una ruta que transcurría por la garganta de Cuartos, la cual esta situada en el municipio del Losar de la Vera.





Pocas veces una ruta me llega a impresionar tanto y la de hoy, ha sido una de ellas.





Así a las siete de la mañana nos dábamos cita en el lugar de siempre, la plaza de Huertas, para desde allí poner rumbo hasta el municipio donde comenzaba la ruta. Aunque normalmente solo reflejo aquí lo sucedido en las rutas, estas hay que decir que comienzan justo en el momento que nos montamos en los coches. Allí nos vamos contando nuestras penas y alegrías y comentamos que tal nos ha ido la semana, de manera que los viajes son mas amenos y se hacen algo mas cortos.





Una hora mas tarde nos bajábamos del coche los cinco senderistas que nos hemos atrevido hoy con esta ruta. Con el cielo algo nublado y con alguna que otra gota caída durante el viaje, no nos fiábamos mucho del día hoy y hemos decidido echar en las mochilas los trajes de agua, por si mas adelante, nos hacían falta.

Una vez colocadas todas las mochilas en los hombros, hemos comenzado la ruta, la cual a primera vista no parecía gran cosa, puesto que los primeros metros transcurren sobre una pista cementada por la cual han pasado varios coches esta mañana bien temprano, con lo poco que nos gusta esto a todos los senderistas. El paisaje se llenaba de olivos, cosa que nos ha sorprendido, puesto que esperábamos otra clase de arboles por la zona.





Las primeras rampas nos hacían entrar pronto en calor, eso y que la temperatura esta mañana era espectacular para el noble deporte este. Los móviles marcaban los kilómetros que íbamos andando y la larga ruta elegida para hoy, la íbamos desandando a buen ritmo. Los primeros robles que nos salían al paso comenzaban a vestirse poco a poco con sus primeras hojas, puesto que la primavera ya está entre nosotros. El camino seguía empinado y el desnivel que íbamos acumulando no nos asustaba mucho, pero nos hacia ir con las orejas tiesas. Algún que otro habitual despiste nos alejaba de la ruta elegida y hemos andado algunos cientos de metros mas por culpa de ello. El buen humor que siempre nos acompaña a todos nos ayudaba a sobreponernos de dichos despistes.




Las vistas comenzaban a ser espectaculares y la garganta de Cuartos nos enseñaba todo lo bonito que tiene en su interior, que prácticamente poca gente conoce.
En el momento en que hemos llegado hasta un canal que transcurre por mitad de la sierra y que va lleno de agua, ha sido sin duda una de las cosas mas bonitas de hoy. El agua cristalina que iba en su interior y las vistas de toda la sierra unidas, era como para creer que estábamos en otro lado de la tierra. Simplemente uno se queda sin adjetivos para calificar este paisaje. Dicho canal consta de unos cinco kilómetros de longitud y otra de las sorpresas de hoy, era poder llegar al nacimiento de otra garganta que se une a la de Cuartos y que el lugar nos ha enamorado a todos, tanto, que tenemos pensado volver en verano para refrescarnos en dicho lugar.

Había que comerse hoy el muerdino en un sitio especial, puesto que las vistas nos debían proporcionar que dicho momento, lo grabáramos todos en nuestras memorias para toda la vida.

Después de reponer fuerza tocaba seguir canal adelante, hasta el final del mismo, para desde allí subir a ver el nacimiento de otra nueva garganta, justo en el momento que una débil lluvia, hiciera acto de aparición y nos hiciera buscar los trajes apresuradamente, aunque ha sido poco lo que nos ha llovido.





Una vez metido los pies en este agua "fresca", nos agrupábamos los cinco para comenzar el descenso hasta el pueblo, el cual es otro de los encantos que tiene esta ruta. Un sendero totalmente virgen y bien señalado por el que uno parecía que fuera andando por la selva y no por la comunidad extremeña. Todo un lujo poder caminar por allí.

Los últimos cinco kilómetros discurren por un camino con buen firme y bastante ancho, que atraviesa una zona de reserva de caza de la junta de Extremadura.
Ver el pueblo del Losar a lo lejos nos animaba a seguir andando. El cansancio comenzaba a perseguirnos y cuando por mi móvil marcaba veinticinco kilómetros, hemos llegado de vuelta al coche, donde algo cansados nos montábamos en el, para poner la vuelta a casa.




Una ruta preciosa que recomendamos todos los que hoy, hemos tenido la suerte de poder vivirla en nuestros pies. Gracias a mis dos amigos que me la aconsejaron y que sin duda no exageraron nada a la hora de vendérmela.



Si algún día podéis hacerla, no dudéis ni un minuto. No os defraudará.


La ruta






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