A pesar de ser la tercera ocasión que tenia la suerte de visitar este municipio, puedo decir bien alto que seguro que no será la ultima vez que lo haga. Y es que el amor que uno va cogiendo a estos parajes es sin duda digno de estudiar, con lo cerca que lo hemos tenido siempre y lo que hemos tardado en conocerlo bien. No importa lo tarde que haya sido,sino que a partir de ahora,, lo que importa es que sepamos enseñarlo a todo el que quiera conocerlo.
Así a pesar de que ayer era domingo de carnaval y que muchos de los habituales senderistas lo celebraron, quedamos en la plaza de Huertas cuatro valientes que desafiando al ya habitual frío matinal, nos pusimos rumbo a la localidad de Navaconcejo. Este municipio se encuentra mas o menos justo a una hora y media de nuestro pueblo. Allí existe uno de los parajes mas impresionantes que puedes ver en la provincia cacereña. La garganta de las Nogaledas es sin duda el paraje que mas te puede impresionar en cualquier época del año, aunque bien es cierto que el día de ayer impresionaba bastante mas que la ultima vez que pudimos verlo.
Mas o menos sobre las ocho y media, estábamos colgando las mochilas en los hombros y buscando e comienzo de la ruta, la cual está muy bien marcada y señalada, por lo que nadie se puede llegar a despistar en la misma.
La razón de haber hecho esta ruta de nuevo no era otra que enseñársela a nuestro amigo senderista Jesús, el cual había realizado un largo viaje para poder estar presente en esta ruta y una vez realizada creo a mi parecer, que le mereció la pena. Aunque eso debe decirlo solamente él.
Esta ruta consta tan solo de unos seis kilómetros, de los cuales tres son de ascensión, pero no debe asustarse nadie, puesto que dicha ascensión se realiza muy bien, dado que uno va observando y disfrutando constantemente de varias cascadas o saltos de agua, que en el día de ayer nos mostraron su lado mas salvaje, al llevar el río un buen caudal de agua.
Entre fotos, algún que otro sustillo por algún tropezón, incluso alguna que otra caída seguíamos ascendiendo a buen ritmo, recordando las anteriores rutas que habíamos realizado en el mismo lugar. El agua de las cascadas se empeñó en que del cielo comenzara a caer también y aunque la mañana no amenazaba agua, una nube indiscreta nos hizo buscar los trajes de agua y andar algo mas ligero para acabar la ascensión.
Buscar un lugar para comernos el muerdino de pan fue todo una odisea, puesto que el lugar no dejaba a la vista un sitio idóneo para ello. Pero fue justo coronar y ver entre unos canchos, un lugar seco donde merecía la pena intentar probar si nos valía para el fin que andábamos buscando. Dicho y hecho, probar y gustarnos el lugar por lo que allí mismo tuvimos la suerte de meternos entre pecho y espalda, ademas de las ya correspondientes viandas de la tierra, una lata impresionante de anchoas, las cuales había traído gentilmente nuestro amigo Jesús.
Como por arte de magia fue acabar de comernos el muerdino y dejar de llover, así que el regreso al pueblo fue bastante agradable de realizar. Alguna que otra foto mas y risas y buen rollo hasta que volvimos a llegar de vuelta al coche. Como era bastante temprano, decidimos antes de volver a casa parar en la sede de la peña del Athletic Club Valle del Jerte, donde cambiamos durante algunos minutos las impresiones acerca de nuestro equipo con su dueña, la cual se portó de maravilla con nosotros.
Otro domingo mas que pasamos en buena compañía y haciendo lo que nos gusta, que no es otra cosa que andar por nuestra tierra conociendo y enseñando todo lo que poco a poco nosotros vamos aprendiendo.
Nos vemos por las callejas.
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