Y llegó el domingo y con el, la ilusión de realizar una de las rutas que mas ganas había de hacer dentro del grupo. Nombrar el Valle del Jerte es nombrar una de las zonas mas bonitas, cuidadas y bastante bien anunciadas de nuestra Extremadura. La verdad que da igual ir a una población u otra, sus habitantes se sienten orgullosos de pertenecer a sus pueblos y siempre muestran un especial agrado con los forasteros que visitamos dichos lugares. Es difícil no entablar conversaciones en estos pueblos, bien con las mujeres o con los hombres, los cuales siempre nos comentan las rutas que vamos a realizar y por supuesto nos aconsejan lo que no podemos dejar de ver y visitar.
Así a las siete y media de esta mañana, quedábamos en el lugar de siempre para montarnos en nuestros coches, comprar pan y poner rumbo a la ciudad de Plasencia, la cual siempre luce espectacular con su catedral de fondo cuando coronamos el cerro una vez cruzado el parque Nacional de Monfrague. Es verdad que el camino puede parecernos un poco pesado, dado que la distancia es un poco mas larga de lo que habitualmente solemos recorrer los domingos, pero la ruta de hoy lo merecía. Ver las caras de los que hemos tenido la oportunidad de desplazarnos al lugar, no tiene precio. Y es que no es para menos, todo lo que yo pueda escribir aquí en este articulo se quedará corto para describir lo vivido hoy.
Al poco de montarnos en los coches y con pocos kilómetros recorridos, el agua hacia acto de presencia y aunque en poca cantidad, no nos ha vuelto a abandonar hasta llegar al lugar de destino, la localidad de Valdastillas, la cual cuenta en la actualidad con poco mas de trescientos sesenta habitantes. Sus casas no pierden las construcciones típicas del Jerte y podemos observar la madera mezclada con el adobe y los ladrillos en muchas de sus fachadas.
Una vez aparcados los coches y puestos los trajes de agua, buscábamos el lugar del comienzo de la ruta, la cual está muy bien señalizada y es imposible perderse en ella. Es una alegría para los senderistas que se cuiden estos detalles, porque aunque hay varias formas de poder seguir los senderos, no hay nada mejor que observar en vivo las señales.
El agua que nos caía no era abundante, pero lo justo para tener que ponernos los gorros de los chubasqueros. Los colores otoñales nos salían al paso y las cámaras de fotos empezaban a trabajar hoy a diestro y siniestro. Rutas como las de hoy hacen que cada pocos pasos te apetezcan inmortalizar el momento y el lugar. Pocos metros llevábamos andados cuando el agua dejaba de caer, lo justo para poder quitarnos los trajes y andar un poco mas cómodamente.
El otoño ya en si es espectacular en colores, pero mentiría si no dijera que en el Valle del Jerte es mucho mas espectacular. Cerezos, castaños, higueras, membrillares, robles, madroños, naranjos y algún que otro árbol mas, hacen todos juntos una explosión de colores que son dignos de ver.
Si a todo eso le añades el liquido elemento que es el agua, creo que ya no se puede pedir mas. Y la ruta de hoy lo tenia todo, colores, agua, buena temperatura y buena compañía. Los nueve que hemos ido al pueblo de Valdastillas hemos sido sin duda unos verdaderos privilegiados. Poder observar en vivo la garganta del Caozo es casi indescriptible, por muchas fotos que veas hasta que no pisas el lugar y sientes el agua de la cascada mojarte la cara, no te das cuenta de lo impresionante del lugar.
La ruta es corta y la pueden hacer cualquier persona, desde gente mayor a niños pequeños. Es un lugar perfecto para pasar un día cualquiera, pero si eliges esta estación del año, sin duda que no te va a defraudar.
La vuelta es por otro lugar distinto que la ida, lo que sin duda la hace mas amena, porque hay que decir que la ruta discurre bastante trozo por una carretera asfaltada lo que no nos suele gustar mucho, pero hoy ese aspecto no nos ha importado nada.
Llegando de nuevo al pueblo, nos topamos con una coqueta piscina natural la cual aprovechan en verano los lugareños para refrescarse. Los "Cuqueños y los visitantes disfrutan por igual de dicho lugar y sin duda que te queda el regusto de volver a visitar la localidad en época estival y refrescarnos en el agua que hoy nos ha impresionado tanto.
Un lugar muy recomendable y una ruta perfecta para hacer, no dudéis ningún momento en ir si tenéis la oportunidad y luego me comentáis si estoy en lo cierto o si exagero en mi articulo, ya veréis como sin duda me he quedado corto.
Un placer volver al Valle del Jerte del cual me siento enamorado.
Nos vemos por las callejas.
La ruta.
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