martes, 24 de diciembre de 2019

Capítulo 960: Mi mejor amigo la ha cagado.



Como grandes amigos casi nos conocimos según aprendimos a dar los primeros pasos, por culpa de que nuestros padres se llevaran tan bien. Y así fuimos creciendo en nuestra niñez, dando bandazos de allí para acá y liando las trastadas correspondientes que cualquier niño con aquella edad podía hacer.

Nuestros pasos siguieron por el mismo camino cuando conocimos el mundo del fútbol porque a pesar de que tú eras un poco mejor que yo jugando, fui capaz de seguir tus pasos por todos los equipos infantiles por los que pasamos. Gracias a tu apoyo y ánimo dejé atrás las ganas de dejarlo, puesto que hubo momentos donde el banquillo y yo eramos la misma pieza pero tú insistías en que con perseverancia lograría hacerme con el puesto de titular. Y vaya si lo conseguí, fuimos capaces de llegar a juveniles y quedar campeones de nuestro grupo, lo que nos daba pie a jugar delante de ojeadores de varios equipos grandes que estarían allí delante en aquel torneo.

Sin duda que yo estaba seguro que a ti te cogerían si o si, puesto que tu desparpajo jugando al fútbol no era normal de un chaval tan joven. Con respecto a mi tenía serías dudas, además lo mas seguro era que acabara currando en el taller de mi padre, así que tampoco estaba tan ilusionado como tú ante aquella prueba.
Y lo dicho, ante mi sorpresa de que nos llamaron a los dos para hacer la prueba con aquel equipo de primera linea y que tanto nos gustaba, no me lo podía creer y dentro de mi cabeza todavía no era capaz de asimilarlo. Tú sin embargo empezaste muy pronto a subirte el éxito a la cabeza y mira que te lo dije veces que en este mundo del fútbol tan pronto estas arriba como eres la ultima mierda del equipo.

Cuando mi padre cayó enfermo mi carrera futbolística se truncó y me tuve que ir con él al taller para sacar los pedidos que tenía encargados antes de que no volviera a trabajar. Ni una sola lágrima solté por aquel desenlace, tuve claro que mi familia siempre estaba por encima de todo y aunque me gustaba jugar al fútbol mucho pronto dejé de echarlo de menos y comencé a centrarme en el taller.

Mi amigo siguió con su carrera pegado al balón pero por el camino empezó a dedicarse a mezclar la fiesta con los partidos y en lugar de progresar, se quedó como un jugador del montón, de los de equipos de segunda B que los dan alojamiento y poco sueldo, lo justo para vivir bien sin tener que mandar ni un euro a sus casas.

Una de las veces que emparejamos en el pueblo me estuvo contando que en el equipo que estaba ahora se encontraba a gusto, había dado con dos jugadores mas como él y vivían los tres juntos. La ciudad donde residían era bastante grande y había mucha fiesta cualquier día de la semana, lo único que debían de hacer era esconderse para que no les vieran ningún directivo del club.

Me preguntó por mi trabajo y solo sabía echarme en cara la oportunidad que perdí de vivir como lo hacía él. No te preocupes le dije, estoy feliz y muy contento, mi padre se ha recuperado de su enfermedad y estamos los dos codo con codo en el taller y la verdad que no nos podemos quejar, nos va muy bien.

Pero te pierdes las fiestas que nos pegamos en el piso, el otro día nos llevamos una chica para los tres, esto de jugar en el equipo de la ciudad es la ostia, todas las tías te hacen caso y mas de una al final cae....

Ten cuidado con lo que haces y dedícate al fútbol que al final te tengo que emplear con nosotros en el taller...
Calla!!! yo estoy de lujo en el equipo y soy la estrella en el campo, titular indiscutible y voy a pedir aumento de sueldo si no quieren que me vaya a otro, aunque yo la verdad estoy aquí mejor que en ningún otro equipo de esta categoría...

Cuando leí la noticia en prensa no me lo podía creer, acusados de violar a una niña de quince años, mi amigo de toda la vida entre ellos, ¿que cojones ha hecho?
No pude mirarle a la cara cuando fui a verle, como has podido le dije, te has jodido la vida.
Él me juraba que no sabía nada de que fuera menor y que no hicieron nada que ella no quisiera hacer,
!Pero es menor!, le grité, no te das cuenta de que todo lo demás me da igual?
Entre lágrimas y sollozos le he dejado metido en prisión, ¿que si le creo? es mi mejor amigo desde la infancia y han sido muchas las noches que hemos dormido en la misma habitación, pero una cosa tengo clara, mi mejor amigo la ha cagado.

P.D: Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia o no.


















1 comentario:

  1. Pufff, lo mismo hasta le caen 38 añitos.

    Creo que se ha jodido la vida y a ti algún fin de semana por tener que ir a llevarle tabaco...

    Felices fiestas a pesar de todo!!.

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