domingo, 18 de febrero de 2018

Capitulo 893: Ruta en Navatrasierra.



Ayer nos poníamos de nuevo en ruta esta vez lo hacíamos en sábado para atender otros compromisos en la jornada dominical.



El tiempo quiso sumarse a esta ruta y nos acompañó un día esplendido para realizar el bello y noble deporte como es el senderismo. A las siete de la mañana nos dábamos cita en la plaza de Huertas y desde allí nos encaminamos hasta la panadería habitual para acarrear el pan del posterior muerdino. Aquí quiero hacer un inciso para seguir apoyando esta palabra que no se pierda del vocabulario extremeño. El otro día un seguidor del blog y fiel amigo de la naturaleza me animaba a seguir usando esta bella palabra, dado que él hacía lo mismo cada vez que paraba en cualquiera de sus rutas a comer algo.




La ruta escogida para el día de ayer discurre por la poco conocida localidad de Navatrasierra, la cual está poblada por unos doscientos habitantes y pertenece al termino municipal de Villar del Pedroso. Este pueblo tiene una historia muy antigua y ya hay noticias suyas allá por el año mil doscientos en los que por entonces era una alquería. Su nombre viene de estar entre dos sierras que antiguamente estaban rodeadas de abundante agua y de ahí viene Nava entre sierras.
Esta localidad está situada a 730 metros sobre el nivel del mar y dista de Huertas de Ánimas en una hora y tres cuartos, siempre a velocidad prudente, puesto que el viaje forma parte de nuestras rutas y si hay que parar para ver de cerca algo que nos inquiete lo hacemos, al igual que pasar por los pueblos cercanos a la ruta elegida para conocerlos.




La ida la hicimos por todos los Ibores y la verdad que es sin duda una de las carreteras que mas me gustan a la hora de conducir. Las vistas que te vas encontrando de las Villuercas son impresionantes y su trazado sinuoso es muy entretenido para el conductor. Si a este hecho le sumas en la parte final una carretera estrecha en la que te van saliendo ciervos,corzos y un montón de pájaros que no solemos ver por nuestra zona, te dan ganas de llegar, bajarte del coche y colgarte la mochila para comenzar a descubrir este precioso paraje.




Y eso hicimos ates de las nueve de la mañana, con algo más de fresco que en nuestro pueblo comenzábamos a caminar buscando la sierra de la Palomera, desde el merendero de los Horcones, donde aparcamos el coche.
El comienzo de la ruta te hace entrar pronto en calor al subir por un cortafuegos empinado y de unos doscientos metros de largo. Decir que antes de ir a realizar esta ruta es conveniente informarse del tema de monterías, para no llevarse ningún susto durante la ruta.




En general a pesar de un par de repechos, la ruta es muy cómoda y sencilla de realizar y aunque puede resultar larga, los 19 kilómetros se hacen casi sin enterarte, sobre todo hasta los trece o catorce, donde uno va andando por esta sierra que te hace perder la noción del tiempo.

El famoso muerdino nos le comemos al lado de una charca en una explanada donde el sol va haciendo acto de presencia y se agradece. El ruido de unas moto sierras nos acompañan durante este rato, la limpieza del lugar es necesaria y nos gusta comprobar como por donde quiera que últimamente caminamos, se están preocupando por nuestras sierras y bosques, para posteriores estaciones donde siempre es un peligro tener descuidadas estas zonas.




Lo que menos nos entusiasmó de la ruta fueron los últimos kilómetros que los hicimos por asfalto, quizás por falta de previsión nuestra o por seguir la ruta que nos habíamos descargado, el caso es que si volvemos algún día sin duda que buscaremos otra alternativa.






Y la vuelta la hicimos por otro lugar para conocer otras zonas que sin duda tenemos demasiado olvidadas y que estoy seguro que seguiremos conociendo domingo a domingo, porque Extremadura es igual de grande que hermosa y asombrosa y nunca te deja indiferente.



Nos vemos por las callejas.

La ruta

























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