Su nombre da igual, son muchas a las que les ha pasado esto o està a punto de pasar. Antonia, Petra, María, o Soledad....
Soledad, esa palabra tan terrible que hasta que no te llega no entiendes su significado. Y de este estado es del que se aprovechan muchos. Gentes sin escrúpulos, los cuales han perdido por culpa de su situación laboral unos y otros jamas los han tenido.
Si no entro en detalle nadie podrá imaginar lo que voy a contar, aunque seguro que conocen a alguien que lo ha sufrido.
Suena el teléfono en cualquier casa de Trujillo donde su dueña lleva varios años viuda. Y aunque posee familia, cada miembro hace su vida y las visitas son las que son. Muchas o pocas según se miren y en ese instante es cuando va apareciendo esa triste palabra llamada soledad.
Una viuda o viudo intenta seguir viviendo de la mejor manera que va pudiendo. Los recuerdos no ayudan mucho y es muy difícil sobrevivir un solo día sin que una lágrima recorra tu mejilla. Le echo tanto de menos, que a veces le pido a Dios que no me deje mucho mas tiempo aquí sin él... y estas frases son escupidas por esas lenguas mustias y poco usadas los últimos años. Cuando hay visita, sus mentes pasan del olvido a la mas grande de las sonrisas y ganas de seguir viviendo. Si hay nietos mejor, pero sin ellos también se agradecen otro tipo de visitas.
Entre visitas y visitas es cuando entran en acción los buitres, que haciendo su oficio llevan girando en circulo un buen rato, esperando su hora para entrar a por la pieza "moribunda".
Este tipo de oficio se ha convertido en: "un vale todo por la pasta". En un "me da igual quien esté al otro lado" y mucho menos les importa su manera de vida. Solo quieren carnaza en forma de engaño para poder usurpar todo el dinero que puedan a estas almas solitarias, que jamas harían daño a nadie.
Suena el teléfono como decía antes, y al otro lado una dulce voz que parece regalar duros a pesetas. Sabe de sobra con quién compite y se aprovecha de ello. Si pudiera sacar el dinero por el auricular, lo haría y nuestra madre, abuela, tía o quien sea, no pondría impedimento ninguno. ¿Cómo va a imaginar que esa dulce voz le pueda estar engañando?. No les cabe en su cabeza que pueda haber gente tan mala y con esas ideas.
El trato se hace pronto. X dinero por X producto y en un par de días esta en su casa. Pero a lo convenido siempre se arrima algo mas de la cuenta, sin haberlo pedido ni haberlo solicitado. Pero a esa "dulce" voz ya no le quedan escrúpulos y piensa que contra mas rápida sea, mas trozo de pastel le pertenecerá.
Con un hasta pronto se despide de la victima. El siguiente paso es contar a los demás buitres que se dedican a lo mismo, donde existe una presa fácil. Y entre visita y visita, algún que otro buitre se vuelve a colar y la victima sigue sin darse cuenta de que esta siendo engañada. No se lo va a contar a nadie por vergüenza y porque sabe que la trataran de tonta y de vieja, como si su cabeza no anduviera ya en su sitio. Y callan ante sus familiares. Pero alguna que otra vez uno tiene la suerte de emparejar en mitad de estos tratos. Casi sin buscarlo uno se siente útil y de inmediato paso a ser arbitro del combate. Pronto me doy cuenta de que uno de los contrincantes no acata las reglas y es en ese momento es cuando paso a la acción y me quedo de a gusto que no lo podéis imaginar.
Después de poner al buitre en su sitio recupero la pasta que es verdad que no es mucha, pero son muchos los buitres que hay. Luego amenazándolo como si la victima fuera mi madre. Se va, pero sé que pronto conseguirá otra mujer igual.
El teléfono vuelve a sonar otras tres veces y yo me quedo acojonado al ver esta organización como funciona. Me hago pasar como el hijo que ha vuelto para quedarse un buen tiempo y de este modo logro que deje de sonar el teléfono....
Por favor, tened mucho cuidado con vuestros mayores y explicarles cuarenta veces, las cosas que les pueden pasar. Ni un solo trato sin nosotros presentes y ni una sola compra sin nuestro consentimiento.
Tenemos que ser capaces entre todos de espantar a estos buitres sin escrúpulos, por no llamarles algo mas feo y que sin duda merecen.
Tan real y lamentable como la vida misma. Lástima no poder estar siempre presentes para "rubricar" ese tipo de tratos.
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